martes, 28 de febrero de 2017

Juana “la Beltraneja” contra Isabel “La católica”

Tal día como hoy 28 de febrero de 1462, nace Juana “la Beltraneja”, hija del rey Enrique IV de Castilla y de Juana de Portugal.

A su padre Enrique IV se le apodaba “el Impotente”, debido a su fama de no atender sus obligaciones conyugales, pues su primer matrimonio con Blanca de Navarra, fue anulado por el Papa, tras comprobarse que no había llegado a consumarse. Por eso, cuando su segunda esposa dio a luz una niña, fue atribuida a una relación adúltera con Beltrán de la Cueva, valido del monarca, de ahí el mote de “la Beltraneja”.

Isabel - después la reina “la católica”- fue madrina del bautizo de Juana, declarada heredera del reino, aunque los nobles fomentaron la acusación de ilegítima y tomaron partido por el infante Alfonso, hermano del rey.

En 1464, la guerra civil había comenzado en Castilla, y los nobles protagonizaron en 1465 la llamada “Farsa de Ávila”, donde - utilizando un muñeco- quitaron a Enrique IV sus atributos, ante el pueblo, proclamando a Alfonso, con solo doce años, rey de Castilla,.

La repentina muerte de Alfonso en 1468, convirtió a Isabel en candidata de los nobles rebeldes, pero ella prefirió un acuerdo con su hermano el rey, que formalizó en septiembre de 1468 en “Toros de Guisando”, mediante el cual, pasó a ser princesa heredera y a cambio su matrimonio debía realizarse con el consentimiento previo del monarca.

No obstante ella decidió casarse - sin consentimiento - con su primo Fernando de Aragón. lo cual incumplía lo acordado en Guisando, por lo que Enrique volvió a declarar a Juana otra vez legítima heredera, pactando su matrimonio con el duque de Guyena, hermano del rey Luis XI de Francia.

Sin embargo en 1472, murió también el duque de Guyena y a finales de 1474 lo hizo Enrique IV, aunque antes de morir, volvió a reconocer a su hermana Isabel como la heredera.

De esta manera, en 1474 Isabel y su sobrina Juana, comenzaron una nueva lucha por la Corona de Castilla, durante la cual Juana contrajo matrimonio con su tío el rey Alfonso V de Portugal, treinta años mayor que ella, en una maniobra política tramada por sus partidarios.

Pero el triunfo de Isabel en la guerra, significó su reconocimiento como legítima reina de Castilla, mientras Alfonso V de Portugal renunciaba al trono de Castilla y al matrimonio con Juana y ésta volvía a ser soltera.

A Juana, se la dejó elegir entre casarse con el hijo de Isabel y Fernando, de un año de edad, o ingresar en un convento, optando por lo segundo ya que la propuesta de matrimonio daba al príncipe el derecho a rechazarla, en el caso de que no le agradara.

Así, desde 1480, Juana se hizo monja del convento de Santa Clara en Coimbra, donde permaneció hasta 1500, cuando el rey portugués le permitió vivir en un palacio de Lisboa, con una pequeña corte hasta su muerte en 1530, firmando siempre con las palabras, “Yo la reina.”

Hoy día no sabemos si Juana“la Beltraneja” fue realmente hija biológica de Enrique IV y ni siquiera la ciencia - capaz de analizar el ADN de los huesos - nos puede ayudar, puesto que los restos de Juana desaparecieron tras el terremoto de Lisboa de 1755.

 

lunes, 27 de febrero de 2017

Ana María de Soto la primera mujer infante de marina del mundo

 Tal día como hoy 27 de febrero de 1537, por orden del Emperador Carlos V, se organiza el Real Cuerpo de Infantería de Marina español.

Hoy día,  la Infantería de Marina es una unidad considerada cuerpo de élite, encuadrada dentro de la Armada Española y el más antiguo del mundo en esta modalidad bélica.

Creada por Carlos V, tuvo su origen en los “Tercios Viejos”, unidades de infantería terrestres, siendo pensadas y organizadas para ser embarcada en navíos, con caracter accidental y temporal, es decir, cuando eran precisas para realizar campañas o combates específicos.

La política imperialista de Carlos V, obligaba cada vez más a intervenir en distintos lugares, lo que movió al emperador a su implantación con carácter fijo, dado que precisaban determinadas condiciones al tratarse de tropas embarcadas, asignándolas a las escuadras del Mediterráneo.

La “Armada” tuvo un gran protagonista con Carlos V, pues las costa de Italia y el norte de África quedaron desguarnecidas y Barbarroja - corsario considerado un héroe por musulmanes y también cristianos - las asolaba, expulsando a los españoles de Túnez en 1504.

En 1535, el emperador  reunió una flota de cien naves, contando sus aliados y la flota propia, que desembarcó 25.000 hombres en el norte de África, con  los cuales cayeron en manos españolas la fortaleza de La Goleta y las ciudades de Túnez, Bizerta, Bujía y Bona.

Sin embargo, sería Felipe II quien crearía la actual fuerza de desembarco, que reorganizó en 1748  cambiando el nombre de las compañías - conocidas hasta entonces por el de su capitán – por un orden numérico, con ocho batallones y base en Cartagena.

En 1793, una mujer, Ana María de Soto, haciéndose pasar por varón, se alistó y al descubrirse que era mujer, fue licenciada con pensión y honores en 1798, siendo la primera mujer Infante de Marina del mundo.

Con solo 16 años, Ana María, campesina de Aguilar de la Frontera  -  Córdoba -, se hizo pasar por hombre y se alistó en los “Batallones de Marina”, con el nombre de Antonio, comenzando “un caso insólito en la historia de nuestros Ejércitos”.

Decidió hacerlo atraída “por el vistoso uniforme” y sus ganas de ver mundo, trasladándose sola hasta San Fernando – a unos 230 kilómetros-, e ingresando sin que nadie se percatara del engaño, para realizar, como cualquier otro, 5 meses de instrucción y embarcando luego en la fragata ‘Mercedes’, con la que entró en combate en la batalla del cabo San Vicente  -1797 - pues su barco escoltaba al ‘Santísima Trinidad, y también en la defensa de Cádiz, contra la escuadra inglesa .

Ya en tiempo de paz, un reconocimiento médico descubrió el engaño, ordenándose su desembarco inmediato, entre la admiración y respeto de quienes la habían tratado y, en 1798 Carlos IV le concedió el grado de sargento primero; una pensión de dos reales de vellón diarios y el derecho a usar “en los trajes propios de su sexo los colores del uniforme de marina como distintivo militar”.

Al parecer – como ya es tradición de este país con sus héroes - en 1809, le eliminaron su pensión, pues al regentar un estanco “no podía cobrar dos sueltos del estado” y más tarde le revocaron también su licencia de estanquera.

Las cosas de España...

domingo, 26 de febrero de 2017

Sonríe, por favor...Modestia


El general Kindelan y sus conspiraciones contra Franco

 
Tal día como hoy 26 de febrero de 1946, el general Alfredo Kindelán, ferviente partidario de la monarquía, es desterrado por Franco  a Canarias.

Huérfano desde los 14 años, ingresó poco después como cadete en el ejército, habiendo de hacer frente al sostenimiento de la familia y a la educación de sus hermanos, estando hoy considerado como fundador del actual Ejército del Aire de España.

Durante la dictadura de Primo de Rivera, le nombraron Director General de Aeronáutica, presentando entonces el proyecto que significó la casi independencia de la aviación, respecto de las otras armas del Ejército.

Después del fracaso de la dictadura, se vio obligado a exiliarse y en 1934 regresó a España para colaborar en la preparación del golpe de Estado de julio de 1936 que dio lugar a la guerra civil.

Franco le nombra entonces Jefe del Aire, a cargo de las fuerzas aéreas del "bando nacional" y al haberlo apoyado desde el principio, se convierte en uno de sus hombres de confianza, aunque él entendía que Franco era solo una oportunidad para poder restaurar la monarquía tras el conflicto.

Durante la guerra, Franco y Kindelán tuvieron varias controversias, pues este último criticó la larga duración del conflicto y sugirió que la decisión de demorar un ataque directo a Barcelona había añadido cuatro meses más al final de la guerra.

Después de la victoria de 1939, Kindelán siguió siendo crítico, considerando a Franco como un igual y no un superior y entendiendo el régimen como una regencia, para buscar la restauración de Alfonso XIII.

Otro motivo de disidencia fue el hecho de que durante la guerra mundial, Franco se alineó con Alemania y en cambio Kindelán simpatizaba con el Reino Unido, hasta el punto que los británicos lo utilizan y le sobornaron – a través de sus servicios secretos - para presionar a Franco a restaurar la monarquía, forzando a España a su neutralidad durante la guerra.

En agosto de 1945, tras atacar directamente a Franco en un polémico discurso pro-monárquico, perdió su cargo en la academia militar, mientras su libro “Mis cuadernos de guerra” sufría la censura y se le elimina un pasaje crítico con las decisiones del Generalísimo en el frente del norte.

Kindelán se dedicó entonces a conspirar para asegurar la restauración borbónica y cuando en 1946 se dio a conocer el “manifiesto de Lausana” donde se pedía esta restauración, Franco identifica a Kindelán como el cabecilla y ordena su encarcelamiento, aunque cede a presiones militares y le envía lejos de Madrid, al exilio en las Islas Canarias,  pasando a la reserva tres años más tarde, a los 70 años.

Durante sus últimos años, fue parcialmente rehabilitado, ocupando su puesto de académico en la Academia de Historia, concediéndole la Medalla Aérea - que aceptó con la aprobación de Juan de Borbón - y nombrándole Marqués, aunque este gesto se interpretó como una burla irónica de Franco, en el sentido de que pese a sus esfuerzos, era él y no el rey quien le concedía el titulo y España seguía aún bajo su mando.
 

sábado, 25 de febrero de 2017

Historia del bandolero Francisco Mateos, "El Tenazas"

Tal día como hoy 25 de febrero  de 1795, el bandolero Francisco Mateos Pontón, alias "El Tenazas"  y varios de su cuadrilla son ahorcados y descuartizados.

Francisco Mateos era de Mairena del Alcor – Sevilla -, donde su familia vivía en una pequeña casa, alquilada a la iglesia parroquial, como era habitual en familias pobres, y su padre poseía un pequeño trozo de tierra que sembraba de trigo.

Su primer oficio fue de jornalero del campo y, cuando las faenas decaían, hacía de panadero, amasando y llevando pan a Sevilla y otros lugares en reatas de bestias desde Mairena, actividad que era la principal del pueblo, siendo conocido como "Mairena de los panaderos",

No está claro, el motivo que llevó al "Tenazas" a convertirse en bandolero, aunque es posible que hubiesen varios: Era sobrino del cuatrero Diego Corrientes, llegando a ser miembro de su cuadrilla y relacionándose con gente de vida irregular o cercanas a los bandoleros, a las que conoció en las ventas y caminos, cuando iba a Sevilla o Carmona con el pan.

También influirían circunstancias económicas, al coincidir calamidades climáticas, malas cosechas y hambrunas, grandes sequía e inundaciones o plagas de langostas, en las que hasta el arzobispado sevillano decretó “nueve días de rogativas públicas” a los párrocos, para que oficiasen "los exorcismos que se hallan consignados por la iglesia" .

Francisco unido a la cuadrilla de Diego Corrientes, fue apresado por primera vez en 1781, formando a partir de entonces su propia partida, que tenía - según crónicas de la época - más de cuarenta hombres.

Toda la provincia de Sevilla se vio alterada por los numerosos robos que realizaban, usando armas blancas y de fuego para asaltar a sus víctimas y destacando la gran audacia con que planeaban y ejecutaban sus fechorías, y sus instintos sanguinarios al rematar a sus múltiples víctimas.

Sin embargo, los crímenes de la cuadrilla del "Tenazas" quedaban impunes, pues contaba con cómplices, que le informaban del movimiento de los escopeteros y estos también se mostraban ineficaces para detenerlos, siendo evidente la connivencia de la partida con las autoridades.

No obstante, una noche, fue capturada toda la cuadrilla en una venta cercana a Sevilla y conducidos a la capital, se instruyó el preceptivo sumario, haciéndose en él declaraciones comprometedoras para muchos estratos sociales y políticos, acusados de cómplices, auxiliares y colaboradores.

Se dictaron cinco penas de muerte en la horca, con el añadido de que debían ser previamente arrastrados y descuartizados después, exponiendo sus “cuartos y cabezas” en los lugares donde cometieron sus fechorías.

Una vez ajusticiados, el 25 de febrero de 1795, los cuerpos fueron llevados a la Mesa Real, en el camino de Sevilla a Carmona, donde fueron descuartizados por los verdugos y las cabezas y los cuartos enviados a sus destinos, como carteles de aviso a quienes intentaran repetir sus crímenes y como escarmiento para sus cómplices y futuros malhechores.

Por otra parte, se descubrieron delitos que inculparon a autoridades locales, religiosos y miembros de las fuerzas del orden, lo que obligó a distintos procesos, contra los presbíteros de Mairena, alcaldes de varios pueblos y algunos responsables del orden.
                                                     El museo del bandolero de Ronda (Málaga)

viernes, 24 de febrero de 2017

Salman Rushdie y "Los versos satánicos”.

Tal día como hoy 24 de febrero de 1989, el ayatolá Jomeiní ofrece 3 millones de dólares por la muerte de Salman Rushdie, autor de “Los versos satánicos”.

Rushdie publicó su novela en 1988, que le valdría una condena a muerte en un edicto religioso, o “fatwa”, emitido por el ayatolá Ruhollah Jomeiní, por el supuesto contenido blasfemo del libro.

La publicación de la obra, provocó una polémica en el mundo musulmán debido a la supuesta irreverencia con que se trata a la figura del profeta Mahoma y al cabo de varias semanas, Pakistán, Arabia Saudita, Egipto, Somalia, Bangladés, Sudán, Malasia, Indonesia y Catar habían prohibido la novela.

El 12 de febrero de 1989, cinco personas fueron abatidas por los disparos de la policía durante una protesta contra el libro en Islamabad y dos días después, un edicto religioso, fue leído en Radio Teherán por el ayatolá Jomeiní, en que se acusaba al libro de "blasfemo contra el Islam" y a Rushdie del pecado de "apostasía", el abandono de la fe islámica, que debía castigarse con la muerte, pues Rushdie afirmaba en la novela no creer ya en el Islam.

Jomeiní hizo un llamamiento a la ejecución del escritor y de los editores que publicaran el libro, ofreciendo una recompensa de tres millones de dólares por la muerte de Rushdie, que en 1997 fue doblada, y al año siguiente el fiscal general del estado iraní ratificó su apoyo.

Aunque Rushdie publicó un escrito de disculpa, las autoridades religiosas iraníes no anularon la fatwa y muchos musulmanes aún consideran válido el edicto contra él, que solo podría haber sido revocado por Jomeiní, fallecido en 1989. 

Por ello, aún hoy en día algunos fundamentalistas consideran que sigue siendo válida la condena a muerte, con independencia de la postura del gobierno iraní.

Convivir con fanáticos, que siguen aún en el siglo X, puede resultar muy peligroso..




jueves, 23 de febrero de 2017

El gato

Conchi tenía dos grandes pasiones, su gato y su perro.

Años atrás había tenido otros amores, pero la vida le había enseñado que el amor- para ser auténtico - debe tener un considerable componente de irracionalidad, y eso únicamente lo encontraba ahora en los animales, ya que el tiempo y el raciocinio humano, acaban por convertir siempre todo tipo de cariño, en enojosa y tediosa rutina.

Por eso el día en que Micky - nombre con el que ella había bautizado a su minino – empezó primero a rascarse una oreja, y más tarde a ladear su cabeza y maullar lastimero, el corazón de Conchi y con el todo su ser, se estremeció como si de su propia oreja se tratara.

Como es natural, su primer pensamiento fue llevar al felino al veterinario, pero tras corta reflexión optó por no hacerlo, y ello no por falta de afecto hacia el micifuz, sino porque Conchi – ya jubilada hacía tiempo – vivía de una pensión de la Seguridad Social, de las llamadas no contributivas, que si bien son suficientes para poder comer, no llegan para desayunar, merendar ni cenar, y no digamos para honorarios de veterinarios.

Pero nuestra heroína no era persona de rendirse fácilmente, y al poco halló – o eso creyó ella – solución a su problema.

-“Mira – dijo a su  marido – te vas a ir al médico del seguro, y le dices que te duele el oído, y cuando te dé la medicina para curarte, se la ponemos al gato y la consulta nos saldrá gratis”.

Antonio - que con el inexorable paso de los años había visto reducirse sensiblemente sus entendederas - por aquello de que si tu mujer dice que te tires por la ventana, pide a la Providencia vivir en una planta baja, sin hacerse repetir la orden, se dirigió a la consulta del galeno, simulando sufrir ante este, de un insoportable dolor en un oído.

El médico – pese a ser del seguro – se tomó el asunto con inusitado interés y profesionalidad, y luego de una palpación exterior, auscultó con toda suerte de aparatos el interior del pabellón auditivo de nuestro hombre, para concluir que – a su entender – nada tenía, pero al solo objeto de asegurarse, le extendió un volante con idea de hacerle un lavado auricular con detenimiento, en previsión de que existiese un tapón profundo.

Como ya he dicho antes, amigo lector, Antonio - debido entre otros muchos motivos, al lógico envejecimiento neuronal - no era un lince, y por ello cuando le contó a su mujer el resultado de la visita, esta dio por fracasado el intento de solucionar el problema de su micho, pero su sorpresa fue mayúscula cuando su cónyuge, a modo de conclusión de lo sucedido, le dijo: “...Así que mañana me llegaré a la consulta, para que me hagan la cura del oído...”.

-¿Cómo dices...?
-  preguntó Conchi sin dar crédito a lo que escuchaba – Te recuerdo - continuó diciéndole - que tú en el oído no tienes nada, y que esto lo hemos ideado para conseguir una medicina gratis para el gato... ¿o no te das cuenta de que ha sido así...?.

- Bueno, eso lo dices tú, pero la verdad es que el médico me ha dicho que debo hacerme un lavado de oídos…, argumentó Antonio tozudo, y plenamente convencido de la necesidad de tal tratamiento.

- Pero vamos a ver
- razonó la mujer -¿a ti te duele el oído...?, ¿tienes molestias...?, ¿te mareas...?, ¿oyes mal...?.

- No, nada de eso
– expuso el consorte – pero ¿no vas a querer saber tu más que el médico, verdad?- y concluyó categórico .- Cuando él lo dice, seguro que me hace falta …

A la mañana siguiente y a la hora prevista, nuestro hombre se presentó en la consulta del galeno, en donde una maciza enfermera le endilgó en el oído, sin ningún tipo de delicadeza ni miramiento, una hermosa lavativa de un cuarto de litro de contenido, con la intención de dejárselo como los chorros del oro, molesta operación que repitió varias veces, al no advertir en la primera aplicación, salida alguna de impurezas.

Tras más de media hora de surtidores de liquido en su oreja, salió Antonio de la consulta tambaleándose por el mareo de tanto fluido entrando y saliendo, y nada más llegar a casa, contó a su mujer que – al parecer - no habían encontrado nada durante la cura.

Conchi, oyó la historia resignada y renunciando a añadir nada a lo dicho por su medio limón - que a estas alturas barruntaba ya tener algo en el oído de lo que no habían sabido curarle – mientras ella pensaba para sus adentros que, en la vida hay cosas que no tienen arreglo, y su marido era una de ellas.

Poco tiempo después de lo que acabo de narrar, nuestra heroína volvió a tener un problema con el otro de sus seres más queridos. Resultó que, ya en tres ocasiones, su perro se le había escapado en busca de amoríos, volviendo a casa una semana más tarde, sucio, hambriento y magullado por las peleas con otros congéneres, en sus disputas por las hembras.

La reiteración del hecho, hizo pensar a nuestro personaje – al objeto de acabar de una vez por todas con él problema – en la necesidad de castrar a su donjuanesco chucho y obtener con ello una solución definitiva.

Naturalmente, se guardó muy mucho de comentar este asunto con su marido, y – por elemental prudencia - no buscar tampoco su ayuda para solucionarlo.

J. M. Hidalgo

Lautaro y su lucha contra los españoles.

Tal día como hoy 23 de febrero de 1554, tiene lugar en Chile la Batalla de Marihueñu, en la que el toqui – caudillo - Lautaro vence a los españoles comandados por Francisco de Villagra.

Fue un enfrentamiento entre españoles y mapuches, ocurrido en la sierra de Marihueñu, actual Cerro de Villagrán, al sur del río Chivilingo y una de las mayores victorias militares de los mapuches sobre los españoles durante la Guerra de Arauco.

Lautaro, había aprendido tácticas y estrategias militares españolas y tras haber dado muerte en Tucapel el 25 de diciembre de 1553, al gobernador Pedro de Valdivia – al cual se comieron asado mientras aún vivía - venció de nuevo en Marihueñu, pensando los españoles perdida la conquista de Chile, por lo que abandonaron la ciudad de Concepción, que fue después destruida por Lautaro.

Tras la derrota y muerte de Valdivia, los españoles se reorganizaron aprovechando la tradición araucana de realizar largas celebraciones tras las victorias, lo que impidió a Lautaro explotar el éxito obtenido, no logrando reunir un nuevo ejército para enfrentarse a Villagra hasta febrero, el cual había reunido cerca de 370 españoles, 6 piezas de artillería y unos 2.000 indios yanaconas

La fuerzas de Lautaro, se cifran por los cronistas en cien mil mapuches, cantidad sin duda exagerada, pero fue el ejército más numeroso que los araucanos lograron reunir y con bastante probabilidad tendría entre veinte a treinta mil hombres.

El lugar del encuentro se extendía como una planicie cortada por un precipicio y un bosque cerrado, siendo atacados por los mapuches y pronto un griterío ensordecedor se dejó sentir con la llegada del primer escuadrón, que luego se retiró hacía el bosque, siendo reemplazado por sucesivos escuadrones, todos con gran ímpetu y arrojo.

Al mediodía habían caído la mitad del contingente español y más de mil indios yanaconas, hasta que los mapuches lograron penetrar las defensas, descabalgando a Villagra que, a duras penas ayudado por sus hombres consiguió zafarse, con toda su armadura abollada.

Por la tarde, los mapuche mataron a todos los sirvientes de los cañones, por lo que los españoles  decidieron iniciar su retirada, pero cortado el camino huyeron por una senda que conducía a un precipicio y muchos  perecieron a golpes de maza o despeñados.

Villagra logró escapar solo con 66 soldados y algunos cientos de yanaconas, además de perder la artillería, bagajes y caballos, apareciendo Lautaro como líder invencible.

Los españoles tardaron dos años en estar en condiciones de combatir de nuevo, pero las malas cosechas y la hambruna debilitaron a los mapuches, que practicaron el canibalismo, primero con los prisiones españoles y más tarde entre ellos mismos.

Si bien Lautaro logró prestigio, su despótico liderazgo le fue privando de aliados, muriendo el 30 de abril de 1557, en un nuevo enfrentamiento con Francisco de Villagra, siendo considerado en la actualidad como uno de los más grandes estrategas militares y, un icono para el pueblo chileno.

miércoles, 22 de febrero de 2017

Sonríe, por favor... Sin palabras


La Rosa Blanca, un movimiento estudiantil contra Hitler.

Tal día como hoy el 22 de febrero de 1943, el régimen nacional socialista tras un juicio sumario y sin garantías jurídicas, ejecuta a los miembros de “La Rosa Blanca”.

La Rosa Blanca fue un grupo estudiantil en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, que propugnaba la resistencia no violenta. Nació por iniciativa de seis amigos de Munich: cinco estudiantes y un profesor universitario, que imprimieron y distribuyeron seis mil octavillas en las que se animaba a la resistencia contra el nacionalsocialismo.

Con este movimiento pretendían, a través de protestas cívicas y pacíficas, acabar con el régimen totalitario de Adolf Hitler, quien había llevado a Alemania a una guerra  y estaba acabando con la vida de todo aquel que no pensaba como él y era de su raza o religión.

Los hermanos Hans y Sophie Scholl quizás fueron dos de sus integrantes más destacados de los cinco, junto al profesor de la Universidad de Múnich Kurt Huber, quien les dio todo el apoyo en su lucha pacífica por cambiar el gobierno y hacer entrar en razón a los millones de alemanes que apoyaban al nazismo.

Durante ocho meses estuvieron activos, imprimiendo folletos que repartían entre los estudiantes o realizaban pintadas furtivas en los muros, una lucha que aunque contaba con numerosos apoyos, éstos se mantenían a la sombra ante el miedo a las represiones que pudieran padecer por parte de los miembros de la Gestapo.

Los jóvenes se reunían clandestinamente y escribían a máquina las consignas en contra del nacionalsocialismo, para después realizar copias que se convertían en panfletos que distribuían entre los estudiantes universitarios o enviaban por correo, de forma anónima, al domicilio de los ciudadanos.

En ellos denunciaban las atrocidades que se estaban cometiendo por el gobierno, tanto en Alemania como en los países ocupados y se pedía a los trabajadores de las fábricas de armamento sabotear la cadena de producción y boicotear a los medios de comunicación nazis y los actos públicos.

Una vez detenidos, el "interrogatorio" de Sophie Scholl fue tan cruel que apareció ante el tribunal con una pierna rota, siendo juzgados por el “Tribunal del Pueblo” que actuaba como una inquisición, en causas políticas y raciales y sus sentencias a muerte eran frecuentes y se llevaban a cabo inmediatamente y sin apelación.

Los miembros más significados de la “Rosa Blanca” comparecieron ante el tribunal el 22 de febrero, se les encontró culpables de traición y fueron guillotinados ese mismo día y los otros miembros del grupo también fueron decapitados aquel verano.

Hoy día las plazas de la Universidad de Munich, llevan los nombres de los valerosos activistas de la "Rosa Blanca".

martes, 21 de febrero de 2017

La supresión del servicio militar en España

Tal día como hoy 21 de febrero 1994, dieciocho soldados protagonizan una fuga colectiva de su cuartel en Mallorca para denunciar malos tratos.

Durante la madrugada, un grupo de soldados de la Compañía de Operaciones Especiales de Palma de Mallorca, realizó una fuga colectiva del cuartel para denunciar los presuntos malos tratos que sufrían.

Todos se entregaron a la mañana siguiente, tras hacer declaraciones a la prensa y la Televisión, iniciándose una investigación interna e instruyendo el Juzgado Militar diligencias sobre el caso.

Llamaba la atención el hecho, de que los soldados llevaban siete meses en filas, por lo que les faltaban solo dos para licenciarse y todos pertenecían a una misma sección, en la que sólo uno no secundó la fuga.

Los soldados explicaron que estaban sometidos a un intolerable mal trato físico y psicológico y como refuerzo a sus declaraciones, mostraron fotografías en donde se observaba cómo un soldado recibía golpes o se les amenaza con la culata de un fusil, acusando la pasividad de los mandos que permitían tales hechos.

El Ministerio, achacó los hechos a la dureza de los ejercicios realizados por la unidad, en los que se practicaron métodos de supervivencia y calificó la fuga de "hecho absolutamente extraordinario" dejando el asunto en manos del juez militar, si bien decía que "puede comportar delito de sedición" penado con 1 a 15 años de cárcel.

A los pocos días, el juez militar decidió archivar el expediente y el Ministerio admitió que se habían producido arbitrariedades de algunos mandos que serian sancionadas, al mismo tiempo que  calificaba la fuga contraria a la disciplina, saldándose el asunto con arrestos militares.

Los jóvenes, prepararon su acción para asegurarse que tuviera eco fuera del ámbito militar y, por lo tanto, el hecho hay que situarlo en la creciente resistencia, contra el Servicio Militar Obligatorio en la última mitad del siglo pasado, cuando para paliarlo, se decidió reducir su duración, primero de 12 a 9 meses y luego a 6 meses.

En 1996 el servicio militar obligatorio fue finalmente suspendido por el gobierno, aunque no acabaría realmente hasta el año 2001 y, durante ese tiempo, se sustituyeron las penas de cárcel para insumisos por la inhabilitación o “muerte civil” y el movimiento optó por la "insumisión en los cuarteles", consistente en incorporarse al servicio militar para luego desertar públicamente y seguir promocionando su abolición.

No obstante, en la actualidad en España la prestación del servicio militar, está solo “suspendido” y no eliminado, ya que el artículo 30 .1 de la Constitución dice que : “Los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España” y en tanto esta norma no se modifique, la “mili” podrá volver a ser restablecida de nuevo.

lunes, 20 de febrero de 2017

Cuando Carlos I quiso construir el Canal de Panamá

Tal día como hoy 20 de febrero de 1526, el rey Carlos I ordena estudiar la posibilidad de unir el Océano Pacífico con el Océano Atlántico, por el istmo de Panamá.

En el año 1514, Vasco Núñez de Balboa usó un precario camino desde  la costa Atlántica de Panamá a la Bahía de San Miguel y el Mar del Sur - Océano Pacífico - para llevar sus buques, el cual tenía una longitud aproximada de 645 km, pero pronto fue abandonado.

El año siguiente 1515, el Capitán Antonio Tello de Guzmán, descubrió otro que cruzaba el Istmo y  que había sido utilizado por los indígenas durante siglos hasta la aldea de Panamá, el cual se mejoró convirtiéndose en El Camino Real, usado para acarrear el oro y otros productos hasta la costa para su transporte a España, siendo el primer cruce de carga del Istmo de Panamá.

El deseo de llegar desde allí a las verdaderas Indias Orientales - China - hizo que las monarquías occidentales se propusiesen crear un paso navegable por el istmo recién descubierto, evitando así tener que rodear toda América del Sur

En el año de 1526, Carlos I, ordenó “el estudio científico de la creación de un canal navegable a través del río Chagres, que una el Mar del Norte – Atlántico - y el Mar del Sur – Pacífico - cortando un pedazo de tierra en algún sitio de Panamá”.

La pretensión era lograr un viaje más rápido y menos arriesgado a España para buques que transportaban en especial oro, lo cual se materializo en una inspección del Istmo y un plan de trabajo, pero la política imperialista y el nivel de tecnología del momento lo hizo imposible, pues - según el informe- “no había dinero en el mundo para realizarla”.

Felipe II canceló el proyecto alegando – con las cortas miras que siempre tuvo este monarca - motivos religiosos y además por la creencia errónea de que, al estar un océano a distinto nivel que otro, tendría como consecuencia una inundación.

Felipe III volvió a ordenar que se hiciesen exploraciones para construir el canal, encargado el estudio a ingenieros holandeses, pero el Consejo de Indias consideró que el paso era un peligro para España y que la seguridad  en América se vería expuesta por el canal.

Hubo también en 1668, un intento de Escocia para establecer una colonia en Darién, como base para iniciar una ruta con China y Japón, mandando varios navíos al lugar bautizado “Colonia de Nueva Caledonia”, pero su mala organización, las enfermedades y los ataques de los españoles para evitar el asentamiento, hicieron que en abril de 1700, los colonos abandonaron el proyecto, dejando atrás una desastrosa experiencia y más de 400 muertos.

Serían los franceses, orgullosos tras la construcción del Canal de Suez, los que lo intentaron a finales del XIX, pero las enormes dificultades de la empresa y la corrupción, acabaron con el que se iba a llamar “el Canal Francés”.

Por último, los derechos de construcción y explotación del Canal fueron cedidos al gobierno de EEUU, que volcando toda su tecnología, lo sacó adelante y el 15 de agosto de 1914, tuvo lugar la inauguración oficial, realizada de forma casi rutinaria por el barco Ancón.

domingo, 19 de febrero de 2017

Nicolás Copérnico, el padre de la astronomía moderna

Tal día como hoy 19 de febrero de 1473, nace en Frombork – Polonia - Nicolás Copérnico, al que se debe la astronomía moderna y la concepción actual del universo.

Copérnico fue un astrónomo del Renacimiento que formuló la “teoría heliocéntrica” del Sistema Solar, según  la cual y en contra de lo que hasta entonces se creía, no era la tierra el centro de universo sino el sol, lo cual en aquella época resultó difícil de ser aceptado ya que suponía una auténtica revolución.

Era matemático, astrónomo, jurista, físico, clérigo católico, gobernador, diplomático y economista y en realidad la astronomía figuraba en su vida como poco más que una distracción.

Los ejes de su pensamiento establecían que los movimientos celestes son uniformes, eternos, y circulares; que alrededor del Sol, se encuentran Mercurio, Venus, la Tierra y la Luna, Marte, Júpiter, Saturno, -los planetas entonces conocidos - que las estrellas no orbitan alrededor del Sol, como se pensaba  y que la distancia de la Tierra al Sol es pequeña, comparada con la distancia a las estrellas.

Copérnico no publicó su obra maestra, “Sobre las revoluciones de las esferas celestes”, escrita a lo largo de unos veinticinco años, en la que defendía estas teorías, hasta después de su muerte en 1543, y aunque contó con el beneplácito de las autoridades eclesiásticas, sin embargo sus libros serían prohibidos por la Iglesia Católica, años después de su muerte, situándo en 1616 los trabajos de Copérnico en su lista de libros prohibidos como heréticos..

Su pensamiento representaba para la ideología religiosa medieval, la sustitución de un cosmos  jerarquizado, con el hombre como centro, por un universo homogéneo e indeterminado, situado alrededor del Sol, teoría esta que le hizo dudar sobre publicar la obra, siendo consciente de que aquello le podía acarrear problemas con la Iglesia, motivo por el que no alcanzó a verla publicada.

La importancia de la obra de Copérnico es ser revolucionaria, pues en ella la naturaleza va perdiendo su carácter teológico, el hombre ya no es el centro total del universo, sino que se convierte en el único ser racional de este.

Está considerado como el precursor de la astronomía moderna, aportando las bases que permitieron a Newton culminar la revolución astronómica, al pasar de un universo geocéntrico – centrado en la tierra - a un cosmos heliocéntrico y cambiando de forma definitiva la visión del universo, que había prevalecido hasta entonces.

Falleció el 24 de mayo de 1543  pero su tumba se perdió hasta que en  el 2005, arqueólogos polacos afirmaron haber hallado sus restos en la catedral de Frombork, lo cual se comprobó analizando su cráneo y comparando su ADN con un pelo suyo encontrado en uno de sus manuscritos.

El 2010 recibió un segundo funeral y sus restos fueron enterrados en el mismo lugar, con una lápida de granito negro que lo identifica como el fundador de la teoría heliocéntrica, llevando esta lápida la representación de su modelo de sistema solar, un sol dorado rodeado por seis de los planetas, que eran los conocidos en su época.

sábado, 18 de febrero de 2017

Sonríe, por favor... Vae victis (¡Ay de los vencidos!)


El fin de la dinastía Omeya.

Tal día como hoy 18 de febrero de 750, la dinastía Abasí se hace con el control del islam, tras haber asesinado a casi todos los miembros de la dinastía Omeya.

Los abasíes basaban su pretensión al califato en su descendencia de uno de los tíos del profeta Mahoma y tras una sangrienta guerra, fundaron en el 750 el califato abasí en Kufa, ciudad de Irak situada a unos 170 km al sur de Bagdad, trasladándose a esta última en 762.

Los abasíes se habían mantenido en un segundo plano, aún siendo  descendientes de Abbás, un tío del profeta Mahoma que no se había distinguido especialmente en los tiempos heroicos y aunque no parece que mantuvieran relaciones cordiales con los omeyas, tampoco se habían enfrentado a ellos.

No obstante, supieron sacar provecho de los enemigos de los omeyas, que querían situar en el califato a un miembro de la familia del profeta, para lo cual los abasíes organizaron una conspiración en Kufa, difundiendo que los omeyas habían traído la opresión, por lo que se necesitaban otro miembro de la familia del profeta para dirigir la comunidad musulmana, sin revelar que ellos eran los instigador de la revuelta.

El año 748, aprovechando la caótica situación que se vivía en el imperio de los Omeyas, vencen en la batalla del Zab, proclamándose califa el abasí Abul `Abbas al-Saffaḥ, iniciando la matanza de todos los omeyas.

Este hecho tuvo importancia capital para Al -Andalus - actual España - pues toda la dinastía omeya fue asesinada, a excepción del príncipe Abd al-Rahmán que se exilió al Magreb, zona refugio de disidentes debido a su alejamiento de la capital califal, el cual tras obtener apoyos entre las tropas de Al-Ándalus, en septiembre del año 755 desembarcó en Almuñécar.

Con el apoyo sirio, venció al gobierno de los abbasíes en la batalla de Al-Musara, cerca de Córdoba, en abril de 756, siendo nombrado emir por sus partidarios, aunque gobernó pendiente de las conspiraciones de abbasíes, bereberes y yemeníes, que fueron duramente reprimidas.

Aunque Al-Ándalus era políticamente independiente, Abd al-Rahman I evitó hacerlo patente para mantener la apariencia de unidad en la comunidad de musulmanes y será su sucesor Abd al-Rahman III, en el año 929, quien consume la ruptura proclamándose califa.

Esta es la etapa política de mayor esplendor islámico en España, hasta la abolición del Califato de Córdoba en 1031 como consecuencia de la guerra civil entre partidarios del califa legítimo, Hisham II y los sucesores de su primer ministro Almanzor.

El final del califato dio paso a la fragmentación de Al-Andalus en diversos reinos conocidos como reinos de Taifas,  favoreciendo a sus expensas, la expansión de los reinos cristianos.

Tras la desintegración del califato de Córdoba, el linaje de los Omeyas se diluyó en la población de Al-Andalus y algunos arabistas piensan que el apellido castellano Benjumea y sus variantes  -Benhumea, Benjumea, Benhumeda o Benumeya - procede del árabe Ibn Umayya y por tanto sus portadores podrían ser descendientes de los Omeyas.

viernes, 17 de febrero de 2017

Leonardo: La luz de Málaga en Barcelona

Para ver que Leonardo Fernandez es un pintor genial, y que sus cuadros son la luz y el color de Málaga y Andalucía plasmadas en lienzos, solo hace falta asomarse a ellos. Por eso hoy quiero hablar del hombre.

Ayer el tiempo ayudó al evento, porque hizo todo el día bueno. De todos modos, aunque hubiese llovido, la luminosidad que Leonardo ha traído desde Málaga, habría inundado de luz la ciudad condal, porque sus cuadros expanden en su derredor, toda la vitalidad de los paisajes y las gentes del sur.

Llegué a la hora fijada y él ya estaba allí, tras los abrazos entrañables, me contó que la crisis se nota en todo y más en el arte, aunque agregó, “Los pintores que vendan tres o cuatro obras en una exposición, pueden darse por contentos...” Pero no hacía falta que lo dijese, pues de los cuadros que en esta ocasión presentaba, al cerrarse el primer día de exposición, ya estaban vendidos cuatro y había alguno más reservado.

El maestro, hizo acto de presencia acompañado de su hijo, aunque en esta ocasión no vino con él Lola, su mujer, por motivos de salud, aunque al parecer no graves.

Si Leonardo y su pintura son luz, Lola es la ventana que hace que esa luz sea vista por el mundo. Ella, su más leal seguidora, está siempre a la altura del artista; prudente, callada, inteligente, diciendo solo aquello que conviene y silenciando lo que es mejor no decir...La eché de menos

La galería donde expone, el número ciento veinte de la calle de Pau Claris de Barcelona, es recoleta, acogedora, distribuida en varias salas con entrantes y salientes que se prestan a la contemplación discreta de las obras, porque los amantes del arte son gentes tranquilas, poco bullangueras, que hablan en voz baja mientras miran y comentan...

Cuando la sala registraba una discreta concurrencia, se hicieron las presentaciones de obra y artista y después habló este.

Leonardo es - como todos los grandes hombres – sencillo, de palabras humildes, modesto, y en estos términos se dirigió a la audiencia. Habló de sus cuadros, de la técnica pictórica, de que la pintura era oficio cuyo estadio máximo es el retrato, pero que todas sus fases eran importantes.

Lo dijo con su naturalidad de hombre tímido del sur, que parece no encontrar los vocablos justos y sin embargo en cada una de sus frases se esconde un tratado entero sobre su arte, por el sentimiento que sabe dar a las palabras.

En una de las salas, una joven pintora emocionada, miraba los cuadros mientras decía en voz alta:  - Es algo increíble...¿Cuando llegaré yo a pintar así...? Y allí estuvo, aguardando hasta obtener -como todos - unas palabras del maestro.

Leonardo, heredero y continuador de la escuela andaluza del XIX, cultivador del arte con mayúsculas, sin concesiones a las veleidades de tendencias modernas, de gente que en muchos casos esconden en ellas su incapacidad para pintar, iba con la sencillez que le es proverbial, atendiendo las demandas de información de clientes y amigos, como si las obras que pendían de las paredes las pudiese hacer cualquiera...  Casi me sentí molesto conmigo mismo por quitarle tiempo

Cuando se cerró la sala, todos creímos haber estado en el sur, entre niños jugando, en viejos patios andaluces de azulejos desconchados o sintiendo casi el poder refrescarnos con el agua que manaba de sus grifos.

Si estás en Barcelona o tienes ocasión, busca tiempo, amigo lector, y acércate los próximos días, a ver los cuadros de Leonardo, porque  además de ser la entrada gratis, en ellos vas a encontrar la luz, el color, la alegría y la magia de Málaga que él ha traído, una vez más a Cataluña.

J.M. Hidalgo

El día que "la Pasionaria", solicitó volver a España

Tal día como hoy 17 de febrero de 1977, Dolores Ibarruri "la Pasionaria" desde el exilio, solicita el pasaporte para volver a España.

Destacó en la Segunda República Española y en la Guerra Civil, como dirigente del Partido Comunista de España, uniendo a su lucha política la de los derechos de las mujeres para demostrar que estas, eran seres libres para elegir su destino.

Nació en el seno de una familia minera, siendo su padre obrero de ideología carlista, y debido a su precaria economía, en 1910 se vio obligada a abandonar los estudios para ingresar en la Escuela Normal de Maestras, comenzando a trabajar de costurera y sirvienta desde su adolescencia.

Se casó joven y por su afición a la lectura, comenzó a adquirir conocimientos de marxismo que chocarían con su educación tradicionalista y católica, a la que debe su apodo de “Pasionaria” al ser devota de la Pasión de Jesús, con cuyo alias escribe su primer artículo en 1918.

Quedó impresionada por la Revolución Bolchevique en Rusia, ingresando en el Partido Comunista, donde al poco ocupó puestos de responsabilidad, siendo detenida en numerosas ocasiones y divorciándose de su marido, para mantener una relación amorosa con un dirigente del PCE, diecisiete años menor que ella.

Fue elegida diputada en febrero de 1936, destacando durante la República en el Congreso y siendo durante la Guerra Civil vicepresidenta de las Cortes, convertida en un mito para una parte de España, por sus arengas en favor de la causa republicana.

Ninguna de sus frases míticas le pertenece, como por ejemplo su “¡No pasarán!” - grito de derrota donde los haya – que fue pronunciado por el general francés Petain en la Batalla de Verdún; o “Más vale morir de pie que vivir de rodillas”, fue dicha por el líder revolucionarios mejicano Emiliano Zapata, aunque han pasado a serles atribuidas, convirtiéndose en símbolo popular y protagonista de poemas y canciones de artistas comunistas o pseudocomunistas, como Neruda, Miguel Hernández, Rafael Alberti o Ana Belén.

Se le atribuye también una controvertida frase en el Congreso, referida a José Calvo Sotelo, asesinado dos días después; "Ese hombre ha hablado por última vez", la cual ella negó haber proferido, aunque el también parlamentario en aquella época Salvador de Madariaga sostiene es cierta, pero modificada y que dijo en realidad: “Este es tu último discurso”, lo cual fue así.

Fue odiada por sus enemigos políticos que - según la vieja costumbre hispana- le reprocharon una supuesta promiscuidad sexual como causa de descrédito, lo cual no está totalmente demostrado.

Tras finalizar la Guerra Civil Española, se exilió en la URSS, siendo escogida Secretaria General del PCE en 1942, manteniendo ideas ortodoxas como las del dictador Stalin sobre el partido, manteniéndose próxima a otros dictadores como Fidel Castro o Nicolae Ceauşescu, este último ejecutado finalmente por su pueblo, aunque a cambio condenara la represión soviética de la “Primavera de Praga” de 1968.

Tras la muerte de Franco, volvió a España en mayo de 1977, siendo elegida en las primeras elecciones democráticas, de nuevo diputada por Asturias, aunque su papel como figura política fue ya más simbólico que real, hasta su muerte en Madrid en 1989.

jueves, 16 de febrero de 2017

Contador de visitas Google



Sin dar ninguna explicación, Google ha decidido eliminar el contador de visitas que hasta el mes pasado ofrecía a los que mantenían publicaciones en su plataforma.

Pese a que hemos sido muchos, lo que hemos solicitado - y seguimos haciéndo - que vuelva a ser restablecida, solo hemos obtenido el silencio a nuestras peticiones, tal como suelen actuar siempre los pederosos con los débiles. 

Por lo tanto, a partir de la última lectura publicada, no podrá ser facilitada ninguna otra.

Muchas gracias a todos por vuestro seguimiento.. 

J. M. Hidalgo

La victoria electoral del Frente Popular en 1936.

 
Tal día como hoy, 16 de febrero de 1936, se produce en España el triunfo electoral del Frente Popular.

A finales de 1935, se gestó una gran coalición de partidos de izquierdas que se conocería como Frente Popular, al que se opuso el llamado Frente Nacional o de Orden, creado para oponer sus intereses a los de las izquierdas en las elecciones más reñidas que hasta entonces había vivido España, quedando excluidos los anarquistas por la izquierda y por la derecha la Falange.

Entre estas dos formaciones, había diferentes partidos de centro, como el Radical, la Lliga, los progresistas y el PNV, que dudaba en unirse a derechas o izquierdas, pero en las elecciones del 16 de febrero, el Frente Popular obtuvo 4.654.116 votos, mientras el Frente Nacional tendría 4.503.505

El entusiasmo del Frente Popular fue ilimitado, mientras la creciente polarización de la sociedad española se reflejaba en su juventud y muchos militantes de las juventudes de la CEDA abandonaron el partido y se unieron a la Falange, movimiento más combativo, mientras en la izquierda sucedía lo mismo con los comunistas.

Sin embargo, la Falange fue siempre un partido minoritario y en las elecciones de 1936, quedó fuera del parlamento sin obtener ni un escaño, por lo cual en marzo, José Antonio, sin inmunidad parlamentaria, fue detenido y las oficinas del partido clausuradas, pese a lo cual la violencia callejera y los crímenes políticos siguieron en aumento tanto por la izquierda como por la derecha.

Los puños, las pistolas y los asesinatos, habían reemplazado al debate y en Extremadura el 25 de marzo se ocuparon casi 3.000 fincas; los carlistas se enfrentaban a la República que consideraban roja y atea y cada vez más militares pensaban que el golpe de estado era la única forma de restablecer el orden, mientras el general Franco - considerado derechista - fue enviado a Canarias y el general Mola trasladado a Pamplona se convirtió en el “Director” y cerebro del complot.

El 1 de mayo, fiesta del trabajo, los discursos del socialista Largo Caballero “el Lenin español”, radicalizaron las masas, cundiendo el rumor- infundado - de que unas monjas habían dado caramelos envenenados a niños y los manifestantes prendieron fuego a un convento, resultando impotentes las autoridades ante la ira anticlerical.

El 27 de mayo, Mola entró en contacto con José Antonio en la cárcel de Alicante, el cual prometió falangistas para prestar ayuda al golpe y a finales de junio, se preparó en secreto el plan para trasladar a Franco a Marruecos y ponerse al frente de la rebelión.

En Madrid, se precipitó la tragedia. El teniente de la Guardia de Asalto José Castillo- destacado izquierdista - fue muerto a tiros en un atentado y en represalia, el 13 de julio, los amigos del asesinado decidieron ir al domicilio del diputado conservador José Calvo Sotelo, que fue convencido para que les acompañara a la comisaría, siendo asesinado en el coche de dos tiros en la nuca.

La clase media española quedó horrorizada por el asesinato y esto proporcionó a los golpistas gran apoyo popular en un momento decisivo, aunque el gobierno republicano no se tomó en serio la situación, limitándose a decir que estaba seguro de que no ocurriría nada.

España estaba a las puertas de una larga, cruel y sangrienta guerra civil.


miércoles, 15 de febrero de 2017

Sonríe, por favor... Murieron con las botas puestas


La explosión del acorazado Maine en el puerto de la Habana

                                                                   El Maine entrando en la Habana

Tal día como hoy, 15 de febrero de 1898, se produce en el puerto de La Habana, una explosión en el acorazado estadounidense "Maine", que dio pretexto a EEUU para declarar la guerra a España.

La explosión hundió al acorazado norteamericano fondeado en la Bahía de La Habana, con una tripulación de 26 oficiales y 328 marineros, pereciendo en el siniestro 226 hombres.

El Maine había llegado a la Habana el 25 de enero, en una llamada “visita amistosa”, pese a que entre los Estados Unidos y España, se vivían momentos tensos, debido a la lucha independentista que los cubanos sostenían contra los españoles.

Tras el hundimiento, la prensa norteamericana responsabilizó - sin pruebas y de inmediato - a las autoridades españolas de lo ocurrido, propugnando una rápida y decisiva acción bélica en contra de España.

Tanto españoles como norteamericanos, iniciaron una investigación, aunque estos negaron la posibilidad de establecer una comisión mixta que aclarara las circunstancias del hecho.

El informe norteamericano, estableció que la explosión la había provocado una mina colocada bajo el buque y determinó que el hundimiento fue debido a un sabotaje, a lo que se oponían los investigadores españoles, sosteniendo – como más tarde se demostró - que la voladura fue fortuita por una explosión en el interior de buque.

Sin más investigaciones, el presidente norteamericano McKinley solicitó, autorización al congreso para terminar la guerra en Cuba, para lo que pidió movilizar las fuerzas militares y navales de los E.U.

El 19 de abril de 1898, el congreso norteamericano aprobó una resolución donde se instó el empleo de sus fuerzas armadas, con la excusa de garantizar la “pacificación de Cuba”, pues la guerra independentista, "afectaba la vida de ciudadanos norteamericanos, que habían que defender".

Acto seguido, se efectuó el bloqueo naval de Cuba y en junio de 1898, se produjo el primer desembarco de norteamericanos, mientras los españoles, mal armados y peor entrenados, un mes después iniciaron negociaciones a fin de concertar la rendición.

De manera incomprensible, estas negociaciones excluyeron a los cubanos, lo que indicaba las reales intenciones norteamericanas y, el 10 de diciembre de 1898 se firmó el Tratado de París, por medio del que se daba por terminada la dominación colonial española en Cuba, Puerto Rico, las Filipinas y las Islas Guam, que pasaban a dominio Norteamericano, siendo también excluidos, los cubanos.

Se consumó así la pérdida de las últimas colonias de España, donde las tropas españoles hicieron un triste papel debido a su inferior condición militar, causado entre otros motivos, por la crisis política y económica que – como siempre ha sido su tradición histórica - afectaba entonces a nuestro país.

El caso de la “provocación” española en la voladura del Maine, fue una versión moderna de la fabula del lobo que se comió al cordero, porque este le estaban ensuciando el agua, mientras bebía más abajo de donde lo hacía el lobo.

martes, 14 de febrero de 2017

La reclusión de Juana I de Castilla “La loca” en Tordesillas.

Tal día como hoy 14 de febrero de 1509, Fernando el Católico recluye a su hija Juana “la Loca” en Santa Clara de Tordesillas - Valladolid -.

Juana I de Castilla llegó a Tordesillas cuando tenia 29 años, con el cadáver de su esposo, Felipe “el Hermoso”, muerto dos años antes y todavía sin enterrar y, su encierro duraría 46 años hasta su muerte en 1555.

De la residencia real donde estuvo, no queda nada en pie estando el lugar ahora ocupado por edificios de viviendas, tras haber ordenado Carlos III, en 1773, derribarlo, porque amenazaba ruina.

Pese a la proximidad del monasterio donde estaba enterrado su esposo, Juana nunca puso un pie allí hasta que en abril de 1555 ella también fue enterrada, aunque los restos de  Felipe el Hermoso ya no estaban, pues habían sido trasladado a Granada treinta años antes.

Mientras su salud mental empeoraba, su padre, Fernando el Católico, controló sin oposición el poder en Castilla hasta la fecha de su muerte, prohibiendo que saliera de su residencia, ya que Juana se negaba a lavarse, cambiarse de ropa, dormía en el suelo y frecuentemente se negaba a comer, todo  lo cual fue aprovechado por su padre para justificar su regencia.

La llegada de su hijo Carlos I a España en 1517, supuso un importante cambio en las condiciones de vida de la reina castellana, ya que sobre todo tras el estallido de la sublevación comunera, no sólo se mostró partidario de aislar a su madre, como ya había hecho su abuelo, sino que además, hizo todo lo posible para que fuera olvidada por todos.

Rescatada fugazmente del olvido por los comuneros, esta fue la única oportunidad  que tuvo Juana en 38 año, para sacudirse la autoridad tanto de su carcelero, como de su hijo, ya que los comuneros se mostraron partidarios de restaurarla en el poder y la visitaron en palacio, pero la derrota de su causa en 1521, añadió un motivo más para dar la espalda a la soberana, y las familias nobles que apoyaron la lucha comunera borraron sus escudos solariegos para no dejar pistas a Carlos V de su respaldo a la reina loca.

Juana, padeció un terrible calvario los últimos años de su vida, ya que tras quedar paralizadas sus piernas, estuvo postrada en una cama sin apenas movilidad, lo que favoreció la aparición de llagas, que se hicieron permanentes, hasta que finalmente derivaron en gangrena, enfermedad entonces incurable para la que no existía tratamiento, además de que se negó a tomar las medicinas que le preparaban.

Tras perder el conocimiento, falleció el 12 de abril de 1555, a la edad de 76 años, sin que estuviese con ella ninguno de sus hijos y nietos, organizándose un discreto funeral días después en la iglesia del convento de Santa Clara, donde permanecieron sus restos hasta 1574, en que Felipe II decidió trasladar el cuerpo de su abuela a la catedral de Granada.

lunes, 13 de febrero de 2017

Sonríe, por favor... La eufória de la victoria


Francisco de Orellana, el explorador del Amazonas

Tal día como hoy 13 de febrero de 1542, Francisco de Orellana, tras una épica travesía, descubre el río Amazonas.

Durante el periodo de la conquista de América, uno de los muchos mitos que circulaban, era que en un lugar de la selva, se encontraba el ''País de la Canela'', especia muy valiosa entonces y, para buscar ese mítico lugar, en 1541, Gonzalo Pizarro, hermano de Francisco y gobernador de Quito, dispuso una expedición para encontrarlo.

Pizarro, sin esperar la llegada de Francisco de Orellana – uno de sus capitanes - inició la marcha hacia las regiones orientales, dejando instrucciones precisas para que Orellana le diese alcance en las cercanías del volcán Sumaco, descubierto anteriormente.

A mediados de marzo de 1541, después de una agotadora marcha en la que tuvo que sostener duros combates con las tribus belicosas que encontraba, Orellana logró darle alcance en el lugar acordado y juntos emprendieron la exploración a través de la selva, sufriendo el constante acoso de tribus hostiles, fieras e insectos, que acabaron con una gran mayoría de sus hombres.

Durante más de diez meses los expedicionarios vagaron perdidos en la selva, y a duras penas lograron sobrevivir a las fiebres tropicales que acabaron con la vida de casi todos los indígenas, hasta que al borde del agotamiento, llegaron a las orillas de un caudaloso río de aguas poco tranquilas; se trataba del río Coca, por lo que Pizarro ordenó a Orellana, que explorara aquella vía fluvial..

Tras construir una embarcación a la que puso el nombre de “San Pedro” en homenaje al apóstol de los pescadores, con 57 hombres siguió el cauce y halló una corriente tan rápida que en sólo tres días llegó a la confluencia del Coca con el río Napo, donde debido a la rapidez y fuerza de las aguas comprendió que era ya imposible regresar.

Ante la ausencia de noticias, Gonzalo Pizarro dio por muerto a Orellana y regresó a Quito, mientras este siguió el curso del Napo a lo largo de centenares de kilómetros, y al cabo de mes y medio - 13 de febrero de 1542 - llegaban a la confluencia con el Amazonas, que les pareció impresionante.

Inicialmente fue llamado “Río San Francisco de Quito”, pero se cuenta que el 24 de junio de 1542, la expedición fue atacada por feroces mujeres guerreras, similares a las amazonas de la mitología griega, aunque es posible que simplemente luchara contra guerreros indígenas de pelo largo, por lo cual Orellana le dio el nombre de “Río de las Amazonas”.

Finalmente, el 25 de agosto, luego de un año, seis meses y veintiún días, los expedicionarios llegaron a la desembocadura del inmenso río en el Atlántico.

"El capitán Orellana tomó consigo cincuenta y siete hombres, con los cuales se metió en el barco ya dicho y en ciertas canoas que a los indios se habían tomado, y comenzó a seguir su río abajo con propósito luego de dar la vuelta, si comida se hallase; lo cual salió al contrario de como todos pensábamos, porque no hallamos comida en doscientas leguas" (Crónica del viaje)

domingo, 12 de febrero de 2017

Cuando España vendió a Alemania sus últimas islas del Pacífico

                                                Francisco Silvela, presidente del Gobierno

Tal día como hoy 12 de febrero de 1899, España vende a Alemania los archipiélagos de Las Carolinas, las Marianas y Palaos.

Las islas Carolinas, llamadas así en honor al rey Carlos II “el hechizado”, fueron descubiertas en agosto de 1526 por el español Alonso de Salazar y se tomó posesión de ellas en enero de 1528 en nombre del Rey de España.

En 1885, Alemania envió un buque cañonero para tomar posesión de las Carolinas, que aunque descubiertas por los españoles y tradicionalmente consideradas españolas, no habían sido objeto de asentamiento ni de ocupación por parte de España, suscitándose un conflicto que finalizó con el laudo arbitral de León XIII, - tal como solía aún hacerse en la época - favorable a los intereses españoles, reconociendo la soberanía de las islas.

Pero tras la guerra hispano-norteamerica, Estados Unidos ocupó las Filipinas y Guam y puesto que la administración de estos territorios se hallaba en Manila, los archipiélagos de Oceanía se volvíeron indefendibles, al perder España la escuadra del Pacífico en la Batalla de Cavite en 1898, y ante la total imposibilidad de defenderlas, no tuvo otro remedio que venderlas y Alemania que presionó al gobierno español para facilitar su venta.

Finalmente, el 12 de febrero de 1899 se produjo la firma del acuerdo para la venta a Alemania de los Archipiélagos de Carolinas y Marianas por 25 millones de pesetas de la época.

El texto del tratado, seria ratificado por Francisco Silvela, presidente del Gobierno y la reina regente, estipulándose el precio por los archipiélagos y obligando a dar un trato igualitario a los colonos españoles, así como el derecho a instalar depósitos de carbón para la Armada Española.

España perdía con esto las últimas colonias de su antiguo imperio, exceptuando las africanas de Sáhara y Guinea española y acentuaba, aún más si cabe, el estado de crisis y desmoralización nacional que acompañaría a todo el reinado de Alfonso XIII.

A diferencia de otros, este tratado germano-español se ha mantenido olvidado, sin embargo tal vez evitó que España interviniera en la Primera y quizás también en la Segunda Guerra Mundial, debido a su escaso valor pero codiciada posición estratégica, aunque cuando se firmó su venta, España únicamente quería deshacerse de unas colonias que presentaban escasas ventajas económicas.
  
Por contra para Alemania, un país en pleno auge que poseía entonces la segunda flota más potente y numerosa del mundo detrás de la inglesa, suponía una oportunidad única de hacerse con colonias con una posición estratégica en el océano Pacífico.

Posteriormente el Imperio alemán perdería estas posesiones en la Primera Guerra Mundial y al mantenerse España neutral en esa guerra, perdió la última posibilidad de su eventual recuperación.

sábado, 11 de febrero de 2017

La abdicación de Amadeo I como rey de España.

Tal día como hoy 11 de febrero de 1873, el rey de España, Amadeo I de Saboya, abdica al trono y se refugia en la embajada de  Italia, lo que abrirá paso a la Primera República.

El reinado de Amadeo de Saboya, que se extendió desde 1870 al 1873, se caracterizó por una gran inestabilidad político y social, siendo su primer acto en España asistir al entierro de su valedor el General Prim asesinado poco antes, llegado incluso a haber otro intento de asesinato del propio monarca.

En los poco más de dos años que permaneció como rey de España, intentó constantemente lograr la paz y prosperidad del país, pero viéndose incapaz de resolver sus graves problemas y de encontrar el camino a seguir para acabar con los enfrentamientos entre españoles, al carecer de los medios legales - que eran los únicos que estaba dispuesto a usar - decidió abdicar la corona para él y sus sucesores devolviéndola a las Cortes que, como representantes de la nación, le habían elegido rey de España.

El panorama político y la sociedad del momento eran absolutamente inestable: Por una parte la oposición monárquica, por otro los carlistas, una gran división entre liberales progresistas y moderados y por último el movimiento obrero y la fuerte oposición republicana, dejaban al rey sin salidas para poder hallar la solución a los problemas españoles.

La nueva monarquía tuvo en su contra a los carlistas, que en 1872 se rebelaron en defensa de los derechos a la corona de Carlos VII; a los republicanos, que pedían más reformas y apoyaban las insurrecciones como medio de acción; y a los alfonsinos, partidarios de que el trono lo ocupara el príncipe Alfonso, hijo de Isabel II.

La inquietud también se fue apoderando de las élites sociales, por el fortalecimiento del movimiento obrero y la multiplicación de las protestas de las clases más bajas, en un contexto internacional marcado por la Comuna de París y la expansión de las ideas de la I Internacional Socialista.

Para colmo, en 1868 había resurgido el problema de Cuba pues la sublevación comenzó poco después de la Revolución Gloriosa, y se prolongó durante diez años.

Amadeo de Saboya  fue el primer monarca de España proclamado en las Cortes, aunque salió elegido con tan solo 191 votos, siendo profundamente legalista y estando sinceramente preocupado por los problemas de España, al que sus escasos partidarios se referían como “el rey que no nos merecemos”, y no les faltaba razón..

“Lo he buscado ávidamente dentro de la ley, y no lo he hallado. Fuera de la ley no ha de buscarlo quien ha prometido observarla (…) Pero tengo hoy la firmísima convicción que serían estériles mis esfuerzos e irremediables mis propósitos. Estas son, señores diputados, las razones que me mueven a devolver a la nación, y en su nombre a vosotros, la Corona que me ofreció el voto nacional, haciendo renuncia de ella por mí, por mis hijos y sucesores”. (Discurso de renuncia en las Cortes de Amadeo de Saboya, 11 de Febrero de 1873.)

Tras su renuncia, las Cortes proclamaron, al día siguiente, la República.
(Amadeo I ante el cadaver de Prim)