Tal día como hoy 23 de febrero de 1554, tiene lugar en Chile la Batalla de Marihueñu, en la que el toqui – caudillo - Lautaro vence a los españoles comandados por Francisco de Villagra.
Fue un enfrentamiento entre españoles y mapuches, ocurrido en la sierra de Marihueñu, actual Cerro de Villagrán, al sur del río Chivilingo y una de las mayores victorias militares de los mapuches sobre los españoles durante la Guerra de Arauco.
Lautaro, había aprendido tácticas y estrategias militares españolas y tras haber dado muerte en Tucapel el 25 de diciembre de 1553, al gobernador Pedro de Valdivia – al cual se comieron asado mientras aún vivía - venció de nuevo en Marihueñu, pensando los españoles perdida la conquista de Chile, por lo que abandonaron la ciudad de Concepción, que fue después destruida por Lautaro.
Tras la derrota y muerte de Valdivia, los españoles se reorganizaron aprovechando la tradición araucana de realizar largas celebraciones tras las victorias, lo que impidió a Lautaro explotar el éxito obtenido, no logrando reunir un nuevo ejército para enfrentarse a Villagra hasta febrero, el cual había reunido cerca de 370 españoles, 6 piezas de artillería y unos 2.000 indios yanaconas
La fuerzas de Lautaro, se cifran por los cronistas en cien mil mapuches, cantidad sin duda exagerada, pero fue el ejército más numeroso que los araucanos lograron reunir y con bastante probabilidad tendría entre veinte a treinta mil hombres.
El lugar del encuentro se extendía como una planicie cortada por un precipicio y un bosque cerrado, siendo atacados por los mapuches y pronto un griterío ensordecedor se dejó sentir con la llegada del primer escuadrón, que luego se retiró hacía el bosque, siendo reemplazado por sucesivos escuadrones, todos con gran ímpetu y arrojo.
Al mediodía habían caído la mitad del contingente español y más de mil indios yanaconas, hasta que los mapuches lograron penetrar las defensas, descabalgando a Villagra que, a duras penas ayudado por sus hombres consiguió zafarse, con toda su armadura abollada.
Por la tarde, los mapuche mataron a todos los sirvientes de los cañones, por lo que los españoles decidieron iniciar su retirada, pero cortado el camino huyeron por una senda que conducía a un precipicio y muchos perecieron a golpes de maza o despeñados.
Villagra logró escapar solo con 66 soldados y algunos cientos de yanaconas, además de perder la artillería, bagajes y caballos, apareciendo Lautaro como líder invencible.
Los españoles tardaron dos años en estar en condiciones de combatir de nuevo, pero las malas cosechas y la hambruna debilitaron a los mapuches, que practicaron el canibalismo, primero con los prisiones españoles y más tarde entre ellos mismos.
Si bien Lautaro logró prestigio, su despótico liderazgo le fue privando de aliados, muriendo el 30 de abril de 1557, en un nuevo enfrentamiento con Francisco de Villagra, siendo considerado en la actualidad como uno de los más grandes estrategas militares y, un icono para el pueblo chileno.
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