viernes, 17 de febrero de 2017

El día que "la Pasionaria", solicitó volver a España

Tal día como hoy 17 de febrero de 1977, Dolores Ibarruri "la Pasionaria" desde el exilio, solicita el pasaporte para volver a España.

Destacó en la Segunda República Española y en la Guerra Civil, como dirigente del Partido Comunista de España, uniendo a su lucha política la de los derechos de las mujeres para demostrar que estas, eran seres libres para elegir su destino.

Nació en el seno de una familia minera, siendo su padre obrero de ideología carlista, y debido a su precaria economía, en 1910 se vio obligada a abandonar los estudios para ingresar en la Escuela Normal de Maestras, comenzando a trabajar de costurera y sirvienta desde su adolescencia.

Se casó joven y por su afición a la lectura, comenzó a adquirir conocimientos de marxismo que chocarían con su educación tradicionalista y católica, a la que debe su apodo de “Pasionaria” al ser devota de la Pasión de Jesús, con cuyo alias escribe su primer artículo en 1918.

Quedó impresionada por la Revolución Bolchevique en Rusia, ingresando en el Partido Comunista, donde al poco ocupó puestos de responsabilidad, siendo detenida en numerosas ocasiones y divorciándose de su marido, para mantener una relación amorosa con un dirigente del PCE, diecisiete años menor que ella.

Fue elegida diputada en febrero de 1936, destacando durante la República en el Congreso y siendo durante la Guerra Civil vicepresidenta de las Cortes, convertida en un mito para una parte de España, por sus arengas en favor de la causa republicana.

Ninguna de sus frases míticas le pertenece, como por ejemplo su “¡No pasarán!” - grito de derrota donde los haya – que fue pronunciado por el general francés Petain en la Batalla de Verdún; o “Más vale morir de pie que vivir de rodillas”, fue dicha por el líder revolucionarios mejicano Emiliano Zapata, aunque han pasado a serles atribuidas, convirtiéndose en símbolo popular y protagonista de poemas y canciones de artistas comunistas o pseudocomunistas, como Neruda, Miguel Hernández, Rafael Alberti o Ana Belén.

Se le atribuye también una controvertida frase en el Congreso, referida a José Calvo Sotelo, asesinado dos días después; "Ese hombre ha hablado por última vez", la cual ella negó haber proferido, aunque el también parlamentario en aquella época Salvador de Madariaga sostiene es cierta, pero modificada y que dijo en realidad: “Este es tu último discurso”, lo cual fue así.

Fue odiada por sus enemigos políticos que - según la vieja costumbre hispana- le reprocharon una supuesta promiscuidad sexual como causa de descrédito, lo cual no está totalmente demostrado.

Tras finalizar la Guerra Civil Española, se exilió en la URSS, siendo escogida Secretaria General del PCE en 1942, manteniendo ideas ortodoxas como las del dictador Stalin sobre el partido, manteniéndose próxima a otros dictadores como Fidel Castro o Nicolae Ceauşescu, este último ejecutado finalmente por su pueblo, aunque a cambio condenara la represión soviética de la “Primavera de Praga” de 1968.

Tras la muerte de Franco, volvió a España en mayo de 1977, siendo elegida en las primeras elecciones democráticas, de nuevo diputada por Asturias, aunque su papel como figura política fue ya más simbólico que real, hasta su muerte en Madrid en 1989.

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