sábado, 11 de febrero de 2017

La abdicación de Amadeo I como rey de España.

Tal día como hoy 11 de febrero de 1873, el rey de España, Amadeo I de Saboya, abdica al trono y se refugia en la embajada de  Italia, lo que abrirá paso a la Primera República.

El reinado de Amadeo de Saboya, que se extendió desde 1870 al 1873, se caracterizó por una gran inestabilidad político y social, siendo su primer acto en España asistir al entierro de su valedor el General Prim asesinado poco antes, llegado incluso a haber otro intento de asesinato del propio monarca.

En los poco más de dos años que permaneció como rey de España, intentó constantemente lograr la paz y prosperidad del país, pero viéndose incapaz de resolver sus graves problemas y de encontrar el camino a seguir para acabar con los enfrentamientos entre españoles, al carecer de los medios legales - que eran los únicos que estaba dispuesto a usar - decidió abdicar la corona para él y sus sucesores devolviéndola a las Cortes que, como representantes de la nación, le habían elegido rey de España.

El panorama político y la sociedad del momento eran absolutamente inestable: Por una parte la oposición monárquica, por otro los carlistas, una gran división entre liberales progresistas y moderados y por último el movimiento obrero y la fuerte oposición republicana, dejaban al rey sin salidas para poder hallar la solución a los problemas españoles.

La nueva monarquía tuvo en su contra a los carlistas, que en 1872 se rebelaron en defensa de los derechos a la corona de Carlos VII; a los republicanos, que pedían más reformas y apoyaban las insurrecciones como medio de acción; y a los alfonsinos, partidarios de que el trono lo ocupara el príncipe Alfonso, hijo de Isabel II.

La inquietud también se fue apoderando de las élites sociales, por el fortalecimiento del movimiento obrero y la multiplicación de las protestas de las clases más bajas, en un contexto internacional marcado por la Comuna de París y la expansión de las ideas de la I Internacional Socialista.

Para colmo, en 1868 había resurgido el problema de Cuba pues la sublevación comenzó poco después de la Revolución Gloriosa, y se prolongó durante diez años.

Amadeo de Saboya  fue el primer monarca de España proclamado en las Cortes, aunque salió elegido con tan solo 191 votos, siendo profundamente legalista y estando sinceramente preocupado por los problemas de España, al que sus escasos partidarios se referían como “el rey que no nos merecemos”, y no les faltaba razón..

“Lo he buscado ávidamente dentro de la ley, y no lo he hallado. Fuera de la ley no ha de buscarlo quien ha prometido observarla (…) Pero tengo hoy la firmísima convicción que serían estériles mis esfuerzos e irremediables mis propósitos. Estas son, señores diputados, las razones que me mueven a devolver a la nación, y en su nombre a vosotros, la Corona que me ofreció el voto nacional, haciendo renuncia de ella por mí, por mis hijos y sucesores”. (Discurso de renuncia en las Cortes de Amadeo de Saboya, 11 de Febrero de 1873.)

Tras su renuncia, las Cortes proclamaron, al día siguiente, la República.
(Amadeo I ante el cadaver de Prim)

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