martes, 2 de enero de 2018

La pugna política entre Fidel Castro y Manuel Urrutia

Tal día como hoy 2 de enero de 1959, en Cuba, Fidel Castro se hace con el poder y Manuel Urrutia es nombrado presidente del país.

Manuel Urrutia Lleó fue un político cubano, presidente de su país tras la renuncia de Fulgencio Batista, que asumió el cargo en enero de 1959, pero por diferencias con Fidel Castro, tan solo siete meses y medio después, renunció y se exilió en Estados Unidos.

Urrutia nació en 1908 en Yaguajay -Cuba -, y participó en las luchas contra las dictaduras de Gerardo Machado y Fulgencio Batista. Tras el triunfo de la Revolución Cubana, fue nombrado Presidente provisional de la República y su gobierno fue reconocido por los Estados Unidos. Castro buscó, con éxito, que el gobierno estadounidense aprobara a Urrutia por ser cristiano, liberal moderado y una persona educada y carismática.

En el momento de la victoria revolucionaria, Urrutia se encontraba exiliado en Venezuela, pero regresó para tomar posesión del cargo y una vez en el poder, comenzó un programa para cerrar todos los prostíbulos, casinos y loterías, bajo el argumento de que estos habían sido durante mucho tiempo una influencia corruptora sobre el estado cubano.

Sin embargo, esta medida desató las protestas de los empleados de aquellos negocios, por lo que Castro convenció a Urrutia de parar la ejecución del programa hasta que todos hubiesen encontrado otro empleo.

El 16 de febrero, Castro fue nombrado Primer Ministro, lo que significó una disminución progresiva del poder de Urrutia mientras el de Castro se incrementaba, viéndose reducido a una figura decorativa como jefe de estado.

Pronto surgieron disputas entre el Presidente y el líder revolucionario, entre las cuales destacaban las intenciones de Urrutia de convocar nuevamente elecciones, a lo que Castro se opuso en rotundo, pues consideraba que la vuelta a las elecciones significaría el regreso de los partidos políticos corruptos y las votaciones fraudulentas.

Urrutia fue acusado de haber comprado un chalet de lujo, lo que se interpretó como signo de traición a la revolución y aunque negó la acusación, avivó las tensiones  y pese a rechazar tener desacuerdos con Castro, lo cierto es que el poder de Urrutia era solo nominal, y se había distanciado por completo de Castro, debido a la creciente influencia comunista en el estado, ya que Urrutia era un declarado anticomunista.

En julio de 1959, tan solo siete meses y medio después de asumir el cargo, Urrutia fue obligado a renunciar y aunque Castro también renunció como Primer Ministro en protesta, ese mismo día denunció a Urrutia, por considerar que su "febril anticomunismo" estaba teniendo un efecto perjudicial en el gobierno cubano.

Tan solo un día después, viéndose sin apoyos, Urrutia aceptó renunciar y el 23 de julio, Castro volvió a ser Primer Ministro y nombró Presidente a Osvaldo Dorticós, que era más leal a las ideas comunistas de la Revolución.

Urrutia buscó asilo en la embajada de Venezuela y posteriormente en los Estados Unidos, donde fue profesor de español, muriendo en Nueva York el 15 de julio de 1981.

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