Tal día como hoy, 4
abril de de 1973, se inaugura el World Trade Center de Nueva York.
Las torres gemelas que se elevaban a 1.350 pies sobre Manhattan, y se
convirtieron oficialmente en los edificios más altos del mundo.
Fueron el símbolo de
Estados Unidos, de la libertad y el capitalismo, pero sobre todo de
la ciudad de Nueva York. No es casualidad que los terroristas
islámicos eligieran las poderosas torres del Word Trade Center como
objetivo el 11 de septiembre de 2001, construido por un hombre que
sufría vértigo.
Pese a que ya no están,
las torres siguen de alguna manera presentes en el cielo neoyorquino:
pintadas en los coches de bomberos, en las ventanas de un taxi, en
cascos de la construcción o en miles de adhesivos, banderas y
camisetas. El World Trade Center nunca abandonó Nueva York, pese a
ser destruido hace años.
En pie estuvieron 28
años, aunque las disputas en torno a su construcción y la tragedia
de su destrucción dejaron profundas huellas y cicatrices. El
arquitecto elegido fue Minoru Yamasaki que quería
levantar dos torres gemelas de 80 pisos, pero las autoridades
portuarias de Nueva York y Nueva Jersey querían 110 plantas.
Yamasaki temía tener
que "desaprovechar" demasiado espacio para las cajas de los
ascensores y al final halló la solución, algunos ascensores
rápidos para subir y para bajar y otros que pararan en cada uno de
los pisos.
Puede parecer
increíble, pero el edificio más alto del mundo fue construido por
un hombre que sufría vértigo y, por eso, dotó a las torres de
ventanas pequeñas, obstruidas hacia el interior y de apenas medio
metro de ancho.
Al contrario que el
Empire State Building, la construcción del World Trade Center fue
muy moderna, sin paredes amuralladas ni fuertes pilares. A cambio, el
exterior del edificio debía proporcionar la estabilidad suficiente.
La inauguración, el 4
de abril de 1973, estuvo llena de críticas: la superconstrucción
disparó los precios del barrio y además, Nueva York ya tenía
suficiente superficie para oficinas, por lo que durante años el
edificio no estuvo lleno y pese a ello se seguía construyendo. En
total, siete grandes edificios formaban parte del complejo, aunque
sus representantes mas sobresalientes eran las dos torres.
La vista desde el
restaurante a 400 metros de altura en la Torre Norte y desde la zona
habilitada en la Torre Sur, cortaba la respiración si no había nubes
que bloquearan la visibilidad a los pies de los visitantes. 50.000
personas trabajaban en el edificio que contaba con un código postal
propio, a las que se añadían 200.000 turistas cada día.
Especialistas escalaron
sus fachadas, un equilibrista paseó por una cuerda entre las dos
torres a 400 metros de altura, una banda de atracadores robaron millones de un banco situado en el piso 11 etc y finalmente, los terroristas intentaron hacer
volar por los aires el símbolo de la libertad y la economía de
mercado en dos ocasiones. El primer intento le costó la vida a seis
personas, el segundo a 2.753, aunque en realidad murió más gente,
contando los bebés que no nacieron.
En su recuerdo, casi 3.000 nombres se
leen ahora a los lados de las dos piscinas de agua cuadradas, en el
lugar que una vez ocuparon las torres.
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