Tal día como hoy el 20 de julio del
año 356 antes de Cristo, nace en Macedonia, Alejandro Magno, el
forjador de uno de los mayores imperios de la historia.
Alejandro III de Macedonia; fue Rey de
Macedonia cuyas conquistas y extraordinarias dotes militares le
permitieron forjar, en menos de diez años, un imperio que se
extendía desde Grecia y Egipto hasta la India, iniciándose así el
llamado periodo helenístico.
Su padre, el monarca Filipo II de
Macedonia, había convertido esta región, en un poderoso reino que
ejercía una pujante hegemonía sobre las ciudades-estado griegas.
Filipo II había preparado a su hijo para gobernar, proporcionándole
una experiencia militar y encomendando su formación intelectual a
Aristóteles, quien despertó en el joven Alejandro su admiración
por la cultura griega y las antiguas epopeyas, particularmente por la
Ilíada de Homero.
Alejandro Magno dedicó los primeros
años de su reinado a imponer su autoridad sobre los pueblos
sometidos a Macedonia, que habían aprovechado la muerte de Filipo
para rebelarse. Y enseguida lanzó a su ejército contra el poderoso
y extenso Imperio Persa, fundado dos siglos antes por Ciro el Grande
continuando así la empresa que su padre había iniciado poco antes
de morir: una guerra de venganza de los griegos ,bajo el liderazgo de
Macedonia, contra los persas.
Con un ejército pequeño - unos 30.000
infantes y 5.000 jinetes -, Alejandro Magno se impuso invariablemente
sobre sus enemigos, merced a su excelente organización y
adiestramiento, así como al valor y al genio estratégico que
demostró; las innovaciones militares introducidas por Filipo II.
Alejandro recorrió victorioso el Asia
Menor, Siria , Fenicia, Egipto y Mesopotamia hasta tomar las
capitales persas de Susa y Persépolis .El último emperador persa,
Darío III, fue asesinado por uno de sus sátrapas o gobernadores
provinciales, para evitar que se rindiera.
Una vez conquistada la capital de los
persas, Alejandro licenció a las tropas griegas que le habían
acompañado durante la campaña y se hizo proclamar emperador,
relevando a la dinastía aqueménida. Enseguida lanzó nuevas
campañas de conquista hacia el este: sometió Partia, Aria,
Drangiana, Aracosia, Bactriana y Sogdiana.
Dueño del Asia central y del actual
Afganistán, Alejandro Magno se lanzó a conquistar la India,
albergando ya un proyecto de dominación mundial. Aunque incorporó
la parte occidental de la India, hubo de renunciar a continuar
avanzando hacia el este por el amotinamiento de sus tropas, agotadas
por tan larga sucesión de conquistas y batallas.
Con la conquista del Imperio Persa,
Alejandro descubrió el grado de civilización de los orientales, a
los que antes había tenido por bárbaros. Concibió entonces la idea
de unificar a los griegos con los persas en un único imperio en el
que convivieran bajo una cultura de síntesis .
La reorganización de aquel gran
Imperio se inició con la unificación monetaria, que abrió las
puertas a la creación de un mercado inmenso; se impulsó el
desarrollo comercial con expediciones geográficas. También se
construyeron carreteras y canales de riego. La fusión cultural se
hizo en torno a la imposición del griego como lengua común y se
fundaron unas setenta ciudades nuevas, la mayor parte de ellas con el
nombre de Alejandría.
La temprana muerte de Alejandro a los
33 años, víctima del paludismo, le impidió consolidar el imperio
que había creado y relanzar sus conquistas; de hecho, el imperio de
Alejandro Magno apenas sobrevivió a la muerte de su creador.
Se desencadenaron luchas sucesorias en
las que murieron las esposas e hijos de Alejandro, hasta que el
imperio quedó repartido entre sus generales: Seleuco, Ptolomeo,
Antígono, Lisímaco y Casandro; Ptolomeo, inició en Egipto una
dinastía destinada a prolongarse hasta los tiempos de la célebre
reina Cleopatra.
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