Tal día como hoy 31 de Julio de 1895,
en pleno auge de los nacionalismos en Europa, Sabino Arana crea el
Partido Nacionalista Vasco. Y unos años después, en 1950, se forma
también en el País Vasco la banda terrorista ETA.
Padre del nacionalismo vasco, procedía
de una familia carlista. Sabino Arana inició su educación en Bayona
(Francia), adonde la familia había huido en 1873, al descubrirse la
implicación de su padre en el contrabando de armas para los
partidarios de don Carlos María Isidro de Borbón. Después pasó
por un colegio de jesuitas y completó su formación aprendiendo
vasco durante una larga convalecencia.
Interrumpió sus estudios de derecho en
la Universidad de Barcelona al morir su madre, en 1888. Desde
entonces, aislado en su casa, se dedicó a la investigación
histórica y filológica, obsesionado por la identidad del pueblo
vasco. Elaboró multitud de artículos que, en 1892, recopiló bajo
el título Bizcaya por su independencia; en 1893 los presentó ante
unos cuantos adeptos en un acto que representa el arranque de su
actividad política .
Su ideología, racista y reaccionaria,
no desentonaba en el contexto europeo de fin de siglo, en el que
proliferaban los nacionalismos xenófobos y chovinistas; aparte del
referente mítico de la lengua, común en la mayor parte de los
nacionalismos europeos desde los románticos alemanes, Sabino Arana
dotó a su movimiento de un tinte tradicionalista y de un
confesionalismo católico rayano con el integrismo, que quedaron
reflejados en su lema Dios y leyes viejas.
Hizo objeto de sus ataques a los
inmigrantes venidos de otras regiones de España, a los socialistas y
al movimiento obrero en general, así como a los principios de
tolerancia del liberalismo; Sabino Arana consiguió así entroncar
con los temores y las frustraciones de las clases medias de la
provincia de Vizcaya, intensamente sacudidas por el avance de la
revolución industrial, que acogieron la propuesta nacionalista como
argumento ideológico de su lucha contra la clase obrera y contra el
Estado centralista de la Restauración, al que consideraban aliado de
los grandes capitalistas autóctonos.
Sabino Arana proponía, la
independencia de Vizcaya como vía de recuperación de su identidad,
dejando que cada una de las restantes provincias vascas de España y
de Francia recorriesen el mismo camino por su cuenta, hasta reunirse
todas en una Euskalerria federal.
En 1894 dio el paso definitivo para
transformar sus abigarradas ideas en un movimiento político: creó
el periódico Bizcaitarra -por cuyo contenido sería procesado varias
veces- y el Euskaldun Batzokiya, especie de círculo recreativo
destinado a canalizar la propaganda político-cultural de los
nacionalistas.
Puestos a la obra, inventó incluso un
nombre para el país que proyectaba -Euzkadi- y una bandera
inspirada en la de Inglaterra, la ikurriña. En 1895 culminó su obra
con la fundación del Partido Nacionalista Vasco, principal
organización nacionalista del País Vasco durante más de cien años.
La evolución moderada y «españolista»
que experimentó Arana en los últimos años de su vida determinó la
posterior ambigüedad ideológica del movimiento nacionalista y las
continuas tensiones que ha habido en su seno, entre autonomistas e
independentistas.
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