Tal día como hoy, un 11 de Julio de
1561, nace en España Luis de Góngora, poeta del siglo de Oro
perteneciente a la posterior corriente literaria conocida como
culteranismo o gongorismo
Luis de Góngora está considerado como
uno de los poetas más completos e influyentes de todo el Siglo de
Oro español. La originalidad de su poesía, que rompió moldes con
las estructuras del momento e inauguró un nuevo lenguaje, se ha
convertido en un referente que marcó, además, nuevos rumbos en la
poesía contemporánea.
Góngora nació en Córdoba, en el seno
de una familia acomodada rayana con la burguesía, el 11 de julio de
1561. Se educó en su casa paterna y estudió Cánones en Salamanca
para hacerse cargo de los beneficios eclesiásticos de un tío suyo.
Gracias a la herencia de su tío fue
nombrado racionero de la catedral de Córdoba en 1585 y viajó por
Madrid, Valladolid y Cuenca. A lo largo de su vida, famosa en su
tiempo por lo desordenada y alegre, sufrió numerosos y sucesivos
problemas de tipo económico, presumiblemente por vivir por encima de
sus posibilidades, lo que también acabó acarreándole problemas con
la Iglesia.
La relajación con respecto a sus
obligaciones eclesiásticas y sus ansias de medro le llevaron a
trasladarse a Madrid en 1617, tras dejar su cargo cordobés. Su fama
literaria ya era conocida en la capital y gracias a ella consiguió
el apoyo de Rodrigo Calderón y del duque de Lerma, quien lo nombró
capellán, cuando contaba con cincuenta y cinco años de edad.
En cuanto a su trayectoria literaria,
Góngora comenzó a escribir poesías en 1580, durante su estancia en
Salamanca, y entre 1612 y 1614 escribió y publicó sus dos extensos
y complicados poemas más conocidos, la Fábula de Polifemo y Galatea
y las Soledades.
En sus poesías se suelen distinguir
dos períodos. El primero, más tradicional, se extiende hasta el año
1610; es una etapa en la que se dedica a crear metros cortos y temas
ligeros —para los que usa versos en décimas, romances, letrillas,
etc. El segundo está definido por un giro radical hacia el llamado
culteranismo, en el que intensifica el uso de metáforas de difícil
desentrañamiento, alusiones mitológicas, cultismos, hipérbatos,
etc.
Quizás el ansia de un reconocimiento
público que trajese consigo el poder participar activamente en la
Corte y sus asperezas de carácter sean los dos rasgos definitorios
de la personalidad de Luis de Góngora, sin duda uno de los mayores
poetas de la historia de la literatura española del Siglo de Oro.
Hijo de Francisco de Argote, juez de la
Inquisición en su sección de bienes confiscados, y de Leonor de
Góngora, su adscripción a una familia acomodada de la
burguesía y con poder en la ciudad cordobesa es patente,
sobre todo si se tiene en cuenta que en realidad pertenecía a la
clase de los caballeros.
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