miércoles, 11 de agosto de 2021

Alcatraz, historia de una prisión mítica

Tal día como hoy 11 de agosto de 1934, los prisioneros considerados más peligrosos en EEUU son enviados a la cárcel de Alcatraz , conocida como “ La Roca” porque es considerada una de las prisiones más difíciles de escapar del mundo debido a las fuertes mareas.

La isla de Alcatraz se halla en medio de la bahía de San Francisco, bañada por aguas del Pacífico. Durante siglos, la bahía permaneció oculta a los ojos de los lobos de mar, que pasaron por delante con sus carabelas sin siquiera percatarse del lugar. En 1848, se descubrio en el fondo de un río el resplandor de unas pepitas de oro. En pocos meses se desencadenó la fiebre del oro, con familias de medio mundo viajando hacia California.

La población de San Francisco pasó de 400 habitantes a 30.000 en sólo un año. La isla de Alcatraz era conocida por su excelente posición estratégica, por lo que se inició la construcción de una fortaleza militar para prevenir la entrada de naves enemigas y proteger la ciudad.

Tras el crack de 1929, la depresión de los años 30 hizo a los pobres aún más miserables, y muchos no dudaron en empuñar su escopeta. Hacia falta mano dura y poner a los criminales a buen recaudo. Así, en 1933, Alcatraz pasó al Departamento de Justicia, que instaló en ella una prisión federal.

James A. Johston fue nombrado el primer alcaide de Alcatraz, cargo que ejerció desde 1934 hasta 1948. Creía firmemente en la posibilidad de reformar a los presos mediante el trabajo y una férrea disciplina, para su posterior reinserción social. Sin embargo, Johnston era una persona severa y estricta, que no se fiaba un pelo de los criminales.

Un tren que atravesaba el país conducía a los prisioneros desde otras penitenciarias federales hasta Alcatraz. Los primeros grupos de prisioneros que fueron llevados a la isla (entre los que se encontraban tipos duros como Al Capone, Doc Barker, o George «Machine Gun» Kelly) ni siquiera se apeaban del tren al llegar al fin del trayecto; los vagones eran remolcados sobre una barcaza y transportados a la isla.

Los presos que cometían graves infracciones de las normas internas eran confinados en la Strip Cell, conocida también como «Oriental». Era una celda infame, fría y completamente oscura, con un simple agujero en el suelo para aliviar sus necesidades. El recluso yacía desnudo y recibía la comida, una dieta restringida, a través de un hueco en la puerta.

Al Capone fue, sin duda, el prisionero más famoso de Alcatraz. Llegó a la isla en 1934, siendo aún un mafioso temido. Sin embargo, cuando abandonó la prisión cuatro años después su estado mental había sufrido un enorme deterioro: retirado en su celda, hablaba solo y se comportaba de un modo extraño. Capone había comenzado a mostrar los primeros síntomas de sífilis que debió de contraer siendo aún joven.

Otro de los grandes conocidos de la prisión tuvo un perfil muy diferente: Robert Franklin Stroud, “el hombre pájaro” de Alcatraz. Durante su encierro, encontró un pequeño gorrión en el patio de la cárcel y se lo llevó cuidadosamente a su celda para alimentarlo. Colocó un calcetín sobre la bombilla y depositó el gorrión en el interior, al que nutría con cucarachas. Poco a poco comenzó a criar una ingente cantidad de canarios y pasar horas examinándolos y anotando las observaciones. Llegó a escribir dos libros sobre las enfermedades de los pájaros.

Hasta catorce intentos de fuga se produjeron en «La Roca». En 1962 se produjo una de las evasiones más famosas de la Historia. Sirvió de argumento para el filme Fuga de Alcatraz, protagonizado por Clint Eastwood. Durante unos siete meses, Frank Lee Morris, los hermanos John y Clarence Anglin y Allen Clayton West diseñaron un astuto plan. Frank Morris pidió una suscripción a la revista Popular Mechanics, de donde se cree que pudo extraer información para fabricar los chalecos salvavidas que se emplearon en la huida. La estrategia comportó también la fabricación de ingeniosos maniquís que colocaron sobre las literas para simular que dormían.

Como salvavidas utilizaron cincuenta impermeables pertenecientes a otros presos y ademas hurtaron y escondieron una gran variedad de herramientas para excavar un túnel. La noche del 11 de Junio, Frank Morris y los hermanos Anglin, alcanzaron la azotea, descendieron hacia la costa y desaparecieron en la noche. Nunca más se volvió a saber de ellos.

Finalmente, en 1963, la prisión fue clausurada, debido también a los corrosivos efectos del agua de mar y el gran coste de mantenimiento que suponía. Alcatraz fue abierta al público y recibe más de un millón de visitantes al año, que buscan captar la esencia fantasmal de la que fue considerada la prisión más segura del mundo.

Pero quienes volvieron para quedarse fueron las aves: la isla acoge en la actualidad una de las colonias de gaviotas más extensas de la costa norte de California.

 

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