domingo, 29 de agosto de 2021

El Huracán Katrina: el más destructivo de la historia de EE.UU.

 

Tal día como hoy 29 de agosto de 2005 el huracán Katrina, tormenta de categoría 5, azota Estados Unidos. El huracán fue devastador, en especial en la ciudad de Nueva Orleans y alrededores, donde provocó la muerte de 1.800 personas.

El huracán Katrina tocó tierra a las 6:10 de la mañana del 29 de agosto de 2005 en el estado de Luisiana. Menos de dos horas después, ya causaba los estragos que lo convertirían en una de las peores catástrofes naturales de Estados Unidos.

El huracán embistió con fuertes vientos y lluvia a los estados de Misisipi, Alabama, y Florida, pero la peor parte la llevó Nueva Orleans, en Luisiana. A las 8:14 de la mañana la ciudad emitió una alarma de inundación, luego de que se rompiera el dique que debía contener el agua. En las siguientes horas más de esas estructuras de retención se fueron derrumbando.

Katrina arrasó con Nueva Orleans. El 80% de la ciudad se inundó, en algunas zonas el agua alcanzaba una altura de seis metros. Un día antes de la llegada del huracán, el alcalde emitió, por primera vez en la historia de la ciudad, una orden general de evacuación, y las autoridades locales pusieron en marcha lo que llamaron "procedimientos del fin del mundo".

Aun así, la tragedia ya era inevitable. Las inundaciones fueron una de las causantes de mayores calamidades entre los afectados por el huracán. A pesar de las medidas de emergencia, Katrina mató a más de 1.800 personas, ubicándolo entre los tres huracanes más letales de EE.UU.

El Centro Nacional de Huracanes, sin embargo, advierte que la cifra real de muertos "probablemente nunca se llegue a saber". El huracán causó el desplazamiento de más de un millón de personas en la costa del golfo de México.

Katrina causó daños que hoy equivalen a 170.000 millones de dolares, eso, en términos de costo, lo convierte en el huracán más destructivo en la historia del país, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU.

Katrina fue una letal combinación de fuertes vientos, una marejada ciclónica sin precedentes e inundaciones que arrasaban todo a su paso. El huracán se formó a partir de un sistema de aire de húmedo y cálido a lo largo de una zona de baja presión, que se juntó con los remanentes de una tormenta tropical.

Durante su recorrido por el golfo de México, Katrina llegó a ser un huracán de categoría 5, la máxima en la escala de intensidad, con vientos de más de 280 km/h. Al tocar tierra en el sudeste de Luisiana, sin embargo, bajó a categoría 3. Aun así, alcanzó vientos de 200 km/h. Katrina, además, tenía el doble del tamaño de un huracán promedio en el Atlántico.

El primer elemento para su formación, fue la temperatura de la superficie del océano. Los huracanes se forman en aguas cálidas, por encima de los 26 °C. A mayor temperatura del agua, más intenso puede ser el huracán. Al momento en que se formó Katrina, la temperatura en la superficie del mar “era mucho más cálida de lo normal en la mayor parte del Atlántico tropical”,

A mayor humedad se forman más tormentas eléctricas, que son clave para el sostenimiento de un huracán. En la región en la que surgió Katrina, esos valores de humedad también “eran mucho más altos”, Y un tercer ingrediente fue la poca cizalladura vertical del viento que hubo en los días en los que se formó Katrina. La cizalladura vertical es el cambio (brusco) en la velocidad horizontal del viento con la altura, es decir, lo que se percibe cuando un  avión asciende o desciende..

La combinación de estos factores dio origen a un huracán que produjo una fuerte marejada que causó inundaciones severas. De hecho, lo expertos calculan que la mayoría de las muertes de Katrina se debieron al aumento del nivel del agua. Muchas de estas personas murieron ahogadas.

En Nueva Orleans, donde varias zonas están por debajo del nivel del mar, el oleaje hizo colapsar los diques que debían contener el agua, lo cual provocó la inundación de gran parte de la ciudad y los suburbios de la zona este. Gran parte de Nueva Orleans quedó anegada.

En 2005, el sistema de protección contra inundaciones de Nueva Orleans “no solo era obsoleto, si no que estaba incompleto”, lo dice el ingeniero civil Ed Link, profesor en la Universidad de Maryland, quien lideró la investigación para establecer por qué los diques no soportaron el embate de Katrina.

Según explica el ingeniero, el nuevo sistema que se completó en 2011 es “robusto” y está diseñado con base en las probabilidades de que ocurra un huracán similar o más poderoso que Katrina. Sin embargo advierte, que este nuevo sistema “no es adecuado para sostener a New Orleans indefinidamente”. 

El acelerado aumento del nivel del mar y la probabilidad de que los huracanes sean más severos, requerirán medidas adicionales para mantener segura la ciudad. Nueva Orleans está hoy en mejor situación de riesgo que nunca, “pero como todas las ciudades costeras, se enfrenta a un futuro incierto”.

 

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