jueves, 12 de agosto de 2021

El bosque de ocho millones de años

 

Tal día como hoy 12 de agosto de 2008, arqueólogos descubren un bosque de cipreses de ocho millones de años en Hungría. Dieciséis troncos de árboles preservados fueron encontrados en una mina de carbón abierta en Bukkabrany. Los científicos esperaban que el estudio de estos especímenes pudiera proporcionar una idea del clima antiguo en el que vivían.

Un antiguo bosque de cipreses, que se estima data de hace ocho millones de años, fue descubierto en Hungría. Un grupo de arqueólogos halló los 16 troncos -preservados tal cual estuvieron en el período Mioceno- en una cantera abierta de carbón en la ciudad de Bukkabrany, al noreste.

A pesar de que la mayor parte del bosque se convirtió en carbón, los especimenes en cuestión se conservaron intactos gracias a que quedaron recubiertos por una capa de arena. Esto pudo ser gracias a una tormenta seca en el valle del Cárpatos, donde por aquel entonces existía un lago de agua dulce rodeado de pantanos.

Se espera que los árboles permitan a los expertos acceder a más datos sobre el clima de hace ocho millones de años. "La importancia de este hallazgo es que muchos árboles se conservaron en su posición original en un mismo lugar", dijo a la agencia Reuters Alfred Dulai, geólogo del Museo de Historia Natural de Hungría.  "Pero la verdadera rareza de estos árboles es que su madera original ha quedado preservada; no se petrificó", agregó,

Los árboles podrían esconder datos valiosos sobre el clima de hace 8 millones de años. Los enormes troncos pertenecen a una especie conocida como Gran Ciprés del Pantano, que vive entre 200 y 300 años. Por otro lado, estos árboles se conservaron en su posición original y en el mismo lugar. Son como fantasmas que emergen en el paisaje desnudo de la mina.

El corresponsal de la BBC en Budapest, Nick Thorpe, señaló que la corteza conserva el color marrón en las fotografías tomadas por los arqueólogos. Los tocones, que miden entre 2 y 3 metros de diámetro y unos 6 metros de alto, se yerguen al descubierto en la mina.

El peligro es que ahora que su cubierta protectora de arena ha sido retirada, los troncos se deshagan en polvo ante la impotencia de los científicos.

Se tomaron medidas urgentes para preservarlos, después de que intentaran mover uno de los troncos sin éxito. 

 

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