Tal día como hoy 23 de junio de 1611, el capitán Hudson, comandante del buque británico Discovery que está a la búsqueda del Pasaje del Noroeste, y ocho marineros son abandonados en un bote a la deriva en el frío mar Ártico al amotinarse su famélica tripulación, tras haber pasado un duro invierno atrapados en la bahía de Hudson, en Norteamérica. Jamás se volverá a tener noticias de ellos.
En las cuatro expediciones que anteriormente había realizado Hudson al Nuevo Mundo, exploró gran parte de la costa norteamericana, descubriendo el estrecho de Hudson, la Bahía de Hudson y el río Hudson que llevan su nombre en su honor.
Henry Hudson, fue un navegante y explorador inglés, famoso por haber realizado cuatro importantes viajes de exploración al Ártico. En 1607 hizo su primer viaje para la Compañía de Moscovia y alcanzó las costas de Groenlandia y las Svalbard, y descubrió la isla de Jan Mayen.
El año siguiente, para la misma compañía, buscó el paso a la India, esta vez navegando a través de las islas de Nueva Zembla, por el mar de Barents pero fracasó. A su regreso, la Compañía de Moscovia desistió de seguir buscando el paso del Noroeste.
La Compañía Holandesa de las Indias Orientales siguió confiando en encontrarlo y le encomendaron su tercer viaje del año 1609, con el Half Moon y una tripulación de doscientos quince hombres. Nuevamente empezó la búsqueda del paso en Nueva Zembla, intentando abrirse camino a través del hielo, pero debido al frío intensísimo y a las extremas condiciones meteorológicas, la tripulación empezó a inquietarse y Hudson propuso un plan diferente.
Pusieron rumbo suroeste a través de Nueva Escocia y bajaron por la costa de Norteamérica, en la certeza de que los océanos Atlántico y Pacífico solamente estaban separados por un estrecho istmo.
En septiembre de 1609 llegó a la bahía de Nueva York, y durante los siguientes meses exploró el río Hudson, remontando 240 kilómetros desde su desembocadura hasta el lugar en donde actualmente se levanta la ciudad de Albany.
Antes de terminar el año, Hudson y sus hombres regresaron a Inglaterra, siendo retenidos por el gobierno inglés. Hudson recibió la orden de trabajar a partir de entonces solo para su país de origen.
En 1610, Hudson partió en el último de sus viajes patrocinado por una recién creada compañía de caballeros ingleses a bordo del Discovery en búsqueda del paso del Noroeste. A mediados del año había atravesado el estrecho de Hudson y alcanzado la bahía de Hudson, donde pasó tres meses explorando las islas y costas orientales.
En la creencia de que se encontraba en el Pacífico, navegó rumbo sur hasta la bahía de James. En noviembre el barco estaba atrapado en el hielo, por lo que después de pasar un duro invierno a causa del frío y la escasez de alimentos, la discordia se generalizó entre la tripulación, acabando con un motín en junio de 1611.
Hudson, su hijo y otros siete tripulantes fueron abandonados a su suerte en un pequeño bote abierto y nunca más se supo de ellos. Los pocos amotinados que consiguieron sobrevivir pudieron llegar a Inglaterra donde fueron encarcelados, aunque ninguno fue condenado
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