Tal día como hoy 11 de junio de 1742, se firma el tratado de Breslau, por los emisarios de la archiduquesa María Teresa de Austria y el rey Federico II de Prusia, al final de la primera guerra de Silesia.
Federico II había aprovechado las dificultades de María Teresa para permanecer como emperatriz romana y reina de Bohemia, según la sanción práctica de 1713, y en 1740 ocupó Silesia, parte de la monarquía de los Habsburgo desde 1526. Varios intentos de expulsar a los invasores fracasaron, mientras que las tropas de los aliados de Federico (Francia, Sajonia y Baviera) lucharon en las tierras adyacentes de Bohemia.
Las negociaciones de paz secretas habían estado ocurriendo desde el otoño de 1741, pero Federico nuevamente invadió Bohemia y derrotó a las tropas austriacas en la batalla de Chotusitz el 17 de mayo de 1742. Con el interés de John Carmichael, enviado del Reino de Gran Bretaña y ansioso por evitar nuevas guerras en Europa, se concluyeron las negociaciones de paz.
De acuerdo con los términos del tratado, María Teresa cedió la mayoría de los ducados de Silesia al Reino de Prusia, con la excepción del Ducado de Teschen, del Alto, y Krnov al sur del Opava, además de la parte sur del Ducado de Nysa, que todos pasaron a formar parte de la provincia de Silesia austríaca.Además, Federico anexó el condado de Kladsko de Bohemia.
A pesar del nombre del tratado, en realidad se firmó en Berlín. Este tratado, junto con el Tratado de Berlín firmado el 28 de julio de 1742, terminó oficialmente la primera guerra de Silesia. A excepción de la Partición de Cieszyn Silesia y la incorporación de la región de Hlučín en 1920, la línea de demarcación de 1742 todavía determina la frontera entre la República Checa y Polonia.
La emperatriz María Teresa de Austria decidió hacer las paces con el rey prusiano Federico II, cediéndole casi toda Silesia en el Tratado de Breslau, que marcó el final de la Primera Guerra de Silesia.
La Segunda Guerra de Silesia, culminada por una serie de victorias prusianas, confirmó una vez más la conquista de Silesia por parte de Federico.
Una década más tarde, el tenaz esfuerzo de María Teresa por recuperar su provincia perdida volvió a resultar infructuoso, aunque en la Guerra de los Siete Años estuvo cerca del éxito. Un armisticio puso fin al prolongado conflicto, que concluyó formalmente el 16 de febrero de 1763 por medio del Tratado de Hubertusburgo. Prusia mantuvo Silesia.
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