lunes, 8 de agosto de 2022

La Batalla naval de las Gravelinas, entre España e Inglaterra

 

Tal día como hoy 8 de agosto de 1588, durante la guerra anglo-española, la flota inglesa logra un golpe de efecto, en la Batalla naval de las Gravelinas, en la costa del mismo nombre en el norte de Francia, frente a la Armada Española.

Aunque los españoles combaten ejerciendo la resistencia feroz que los ha hecho famosos por todo el mundo, los ingleses cuentan sin embargo con una potencia de fuego mucho mayor. Al concluir el combate, la Armada española ha perdido dos galeones, una nao, una galeaza, seiscientos hombres, ochocientos heridos y un número indeterminado de efectivos ha sido hecho prisionero.

Los ingleses, por contra, sólo han perdido unos sesenta hombres y ningún barco. Tras esta batalla, la posibilidad de continuar la campaña de invasión de Inglaterra encargada por Felipe II, queda gravemente comprometida

La batalla de Gravelinas fue un combate naval ocurrido el lunes 8 de agosto de 1588 cerca de Gravelinas, en el norte de Francia. Esta batalla fue la única relativamente importante de la expedición y supuso el fracaso de la Gran Armada.

Hay que notar que el nombre de 'Armada Invencible' fue usado por los ingleses con evidente sarcasmo, pero la flota se llamaba en realidad la 'Grande y Felicísima Armada'.

En 1588 Felipe II envió contra Inglaterra una armada de ciento treinta embarcaciones y treinta mil hombres con el objetivo de atravesar el canal de la Mancha, reunirse en la costa de Flandes con un ejército mandado por el duque de Parma, invadir Inglaterra, derrocar a Isabel I y restaurar el catolicismo en la isla.

Después de sobrepasar Calais el 7 de agosto, una escuadra inglesa a las órdenes de Francis Drake atacó a la flota comandada por Alonso Pérez de Guzmán el Bueno y Zúñiga -VII duque de Medina Sidonia - con ocho brulotes revolucionarios, creados por Federigo Giambelli y que ya habían sido creados y utilizados antes de forma muy efectiva por él durante el asedio de Amberes, durante la noche.

Sabiendo de su efecto devastador en Amberes y de la imposibildad de detenerlos en acciones cercanas, la flota se retiró en pánico y su formación quedó por ello desorganizada. La flota de Felipe II tuvo entonces que retirarse hacia Gravelinas, donde debió presentar batalla.

Los españoles no tuvieron viento favorable y no pudieron organizar por lo ocurrido una formación de ataque; tampoco los ingleses diezmaron la flota en combate, ya que esta, al no poder embarcar las tropas del duque de Parma, se dirigió al norte para dar la vuelta las islas británicas, puesto que era la única dirección con viento favorable, con el fin de circunnavegar las islas británicas y arribar al puerto de Santander en la península ibérica, sin alcanzar su objetivo de derrocar a Isabel I.

No hay comentarios:

Publicar un comentario