Tal día como hoy 14 de agosto de 1843,la rebelión de los indios semínolas de la península de Florida es aplastada por el ejército de los Estados Unidos, tras siete años de hostigamiento. A los soldados estadounidenses les ha supuesto 1.500 hombres muertos durante los combates y más de 20 millones de dólares a las arcas del Estado. A los semínolas, su práctica desaparición como pueblo.
El 17 de julio de 1821 un Gobierno español, del llamado Trieno Liberal, acabó firmando el convenio por el que España vendía La Florida a los Estados Unidos de América por 5 millones de dólares. Era el último territorio dominado por los españoles situado en el norte del continente y en cierto modo la puesta en marcha de la doctrina Monroe: América, para los americanos.
Pero la firma del convenio fue sólo el final de una guerra mantenida contra los habitantes indígenas de la zona, la aguerrida nación de los indios Seminolas, que tampoco aceptaron el dominio americano. Los Seminolas lucharon también en tres guerras contra los Estados Unidos y sólo en 1858 se dio por terminada con el exterminio de los Seminolas que quedaban.
Sin embargo, en 1850, un grupo liderado por Coacoochee se dirigió hacia Eagle Pass -en Texas-, cruzando a Coahuila, donde aún viven sus descendientes. Colaboraron en la guerra contra los apaches. Ahí viven hasta la fecha. En 1860 crearon un consejo tribal, pero la Guerra de Secesión les dividió: aunque tres cuartas partes permanecieron neutrales, el jefe John Jumper, hijo de Jumper, se puso de parte de los confederados, mientras que otro grupo apoyó a los unionistas..
Por este motivo, en 1890 se les empezó a aplicar la Dawes Act, disolviendo la propiedad colectiva de la tierra. En 1895, el ferrocarril atravesó el territorio, lo que llevó a la zona a numerosos colonos. Además, al constituirse el estado de Oklahoma, los gobiernos tribales, incluido el seminola, fueron disueltos.
La guerra de despojo realizada por los norteamericanos contra la Nación Seminole se extendió desde 1816 hasta mediados del siglo XIX. Los seminoles fueron verdaderos héroes en una verdadera guerra de defensa contra el despojo de su territorio en Florida y contra una abismal diferencia de poder militar. Al igual que otros pueblos despojados y masacrados por el fanatismo anglosajón, fueron considerados salvajes que, según el discurso de la Unión del presidente Andrew “Mata Indios” Jackson de 1832, “nos atacaron primero sin que nosotros los provocásemos”.
Tuvieron nuevos conflictos en 1923 con el descubrimiento de petróleo en su territorio y la apertura de los campos de extracción. Los jefes Alice B. Davis y George Jones se negaron a vender la tierra tribal a los petroleros. Hasta 1969 no consiguieron el derecho de rehacer la Constitución de la nación seminola de Oklahoma, que les permitía escoger un consejo seminola de 28 miembros, a elegir sus propios jefes y a construir escuelas.
En 1966, un grupo de mikasukis visitó Cuba junto a los tuscarora y "reconocieron" el gobierno de Fidel Castro. Entre 1960 y 1980 mejoraron la economía de las reservas con la creación de supermercados, restaurantes y pequeñas industrias.
Las protestas por el expolio de sus tierras, no cesaron. En mayo de 1964 una comisión evaluó los territorios que habían perdido en 40 millones de dólares. El pago de la indemnización no se produjo hasta 1990 cuando el gobierno de los Estados Unidos les entregó 46 millones de dólares, el 75 % para los seminolas de Oklahoma y el 25 % restante, para los de Florida.
Gran parte de los ingresos de los seminolas, así como los de otras tribus de Estados Unidos, como los klamath, proceden de los casinos que controlan. En diciembre de 2006, los seminolas de Florida adquirieron la poderosa empresa Hard Rock, propietaria de la famosa cadena de restaurantes Hard Rock Cafe, con franquicias en todo el mundo.
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