sábado, 6 de noviembre de 2021

Cuando Abraham Lincoln fue presidente de los Estados Unidos

Tal día como hoy 6 de noviembre de 1860, los estadounidenses acudieron a las urnas y brindaron su apoyo al candidato republicano Abraham Lincoln. Obtuvo el 39% de los votos tras una campaña electoral en la que Lincoln había destacado por sus excelentes habilidades oratorias, su madurez de pensamiento y su carácter de estadista.

Abraham Lincoln nació en el seno de una familia modesta de raíces británicas en Hodgenville, en Kentucky. Pronto se mudó a otros lugares como Indiana y Springfield. Debido a los pocos recursos económicos de los que disponían, siempre tuvo que trabajar para ayudar a su familia.

Lincoln comenzó a estudiar Derecho de forma autodidacta, consiguiendo el título en 1836. Durante este periodo, su interés en la política le valió para ser elegido diputado por Illinois durante 1834-1842. En 1842, contrajo matrimonio con Mary Todd, con la que tuvo cuatro hijos varones.

Fue elegido congresista de la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos. A partir de ese momento apoyó a los abolicionistas de Washington. Su figura no era muy popular en parte de la población de Illinois por su postura en contra de la guerra de México. Conocedor de ello, Lincoln no se presentó a la reelección y volvió a Springfield y durante los siguientes seis años trabajó como abogado. Sin embargo, en 1854 volvió de nuevo a la política.

En torno a 1855-1856, se unió al Partido Republicano, que estaba igualmente comprometido con la abolición de la esclavitud. Durante los años siguientes, Abraham Lincoln demostró sus dotes oratorias y ganó popularidad más allá de las fronteras de Illinois, aunque perdió su elección al Senado. En 1860, los republicanos lo escogieron como su candidato a presidente.

En las elecciones del 6 de noviembre de 1860 fue elegido presidente de los Estados Unidos. Todos los estados del norte dieron su voto a favor de los republicanos, mientras que el resto de los partidos se repartió los estados del sur.

La presidencia de Abraham Lincoln estuvo marcada por la guerra de secesión. Poco antes de que tomara el cargo en marzo de 1861, una serie de estados del sur se proclamaron independientes. Esta declaración estuvo motivada por la política abolicionista de la esclavitud del Partido Republicano. En total fueron once los estados que se separaron de la Unión y formaron los Estados Confederados de América.

Abraham Lincoln, ya presidente, denegó a los secesionistas abandonar la Unión. Como respuesta, comenzaron con las hostilidades y atacaron a los norteños hacia el 12 de abril de 1861.A partir de entonces se inició la guerra civil entre los estados del norte y los estados secesionistas del sur. Este conflicto bélico duró cuatro años, hasta 1865.

Considerada una de las guerras más crueles contra la población civil en Estados Unidos, se saldó con más de un millón de víctimas. Cinco días después de la rendición de los secesionistas sureños, Abraham Lincoln fue a la Ford’s Opera House de Washington para ver una representación teatral con su esposa Mary.

Uno de los actores que actuaba esa noche era un ferviente seguidor de los confederados y, por tanto, odiaba a Lincoln: John Wilkes Booth. Conocedor de que el presidente asistiría a la función, planeó su asesinato.

Sin que encontrase ningún impedimento, Booth llegó hasta el palco del presidente. Con sigilo, sacó un arma, apuntó a su cabeza y le disparó por la espalda. La leyenda dice que poco después pronunció las palabras Sic Semper tyrannis!: “ Así llega siempre la muerte a los tiranos”.

A la mañana siguiente, 15 de abril de 1865, Abraham Lincoln murió en su habitación de la Casa Blanca. Poco después de la muerte del presidente, el ejército abatió a Booth. Sus colaboradores, detenidos y juzgados. Los siete fueron declarados culpables; cuatro de ellos fueron condenados a muerte en la horca.


 

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