Tal día como hoy 28 de noviembre de 1859 falleció el escritor norteamericano Washington Irving. perteneciente al mundo literario del costumbrismo.
Hijo de un rico mercader británico que había luchado en la Revolución junto a los rebeldes, después de prepararse para dedicarse a la abogacía, Irving dejó esta carrera y la sustituyó por la de la literatura, escribiendo para varios periódicos y publicando en 180, junto a su hermano William Irving, una serie de ensayos y poemas satíricos,
Este libro fue seguido por la parodia de gran éxito Historia de Nueva York desde el Origen del Mundo hasta el Final de la Dinastía Holandesa. La obra reflejaba la mentalidad de los americanos descendientes de holandeses. Se la considera la primera muestra de la prosa humorística en las letras americanas.
Algunos de sus trabajos siguientes fueron inspirados por su período como diplomático en España desde 1826 hasta 1829 entre ellos una biografía de Cristóbal Colón y las Leyendas de la Alhambra, obra a la que añadió algunos capítulos en 1857. Irving escribió estas leyendas inspirándose en cuentos y leyendas populares.
Como estudioso de la historia y el folklore, el escritor norteamericano se quedó impresionado de la riqueza de historias antiguas que había en España, y elaboró sus famosos cuentos con el material que recogió.
Cuando Irving llegó por primera vez a España, se trataba de un país sin contacto con el continente americano e incluso con el resto de Europa. España seguía siendo un país bastante desconocido e ignorado, en comparación con lugares como Italia o Grecia y muchos viajeros, como Irving, vieron a España como una tierra que no había sido tocada por el progreso del tiempo, una perspectiva romántica que dibujaba un lugar habitado por hombres orgullosos, nobles temperamentales, gitanos, bandidos, mendigos, toreros y mujeres apasionadas con ojos negro azabache.
Perfecto romántico por su amor a la historia pasada que, como ciudadano de un país recién creado, debe buscar en Europa, y muy atraído por lo exótico y pintoresco, encontró en España una fuente de inspiración inagotable, y aunque en sus escritos sobre España falta el rigor científico, no carecen de encanto.
Después se unió al mundo literario de Londres como secretario de la legación de Estados Unidos , y volvió a América en 1832, donde tuvo una bienvenida entusiasta por ser el primer autor americano que había conseguido fama mundial.
Tras su tiempo en España, Irving pasó sus últimos años en su propiedad neoyorquina de "Sunnyside", que sirvió como lugar de encuentro para los principales escritores, artistas y políticos de su época. Finalmente, Irving falleció en su finca el 28 de noviembre de 1859 a los 76 años a causa de un infarto agudo de miocardio.
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