Tal día como hoy 24 de enero de 1972, en una selva de la isla de Guam, encuentran escondido desde la Segunda Guerra Mundial, al sargento japonés Shōichi Yokoi.
Tras finalizar la batalla de Guam en 1944, Yokoi Shōichi, sargento del Ejército Imperial, se internó con otros soldados en la jungla e ignoraron la derrota japonesa vivió en una caverna durante 28 años.
Solo tres de los militares permanecieron en la región y aunque se separaron se visitaban hasta 1964, en que Yokoi encontró muertos a sus dos amigos, aparentemente de hambre y los siguientes ocho años vivió totalmente solo.
Sobrevivía de la caza usando de plantas nativas para hacer sus vestidos, así como la ropa de cama y utensilios de almacenamiento, que cuidadosamente escondía en su cueva.
En la noche del 24 de enero de 1972, Yokoi fue descubierto por dos hombres de la localidad que estaban revisando sus trampas de camarones creyendo que era un aldeano del lugar, siendo reducido y detenido.
Tras su llegada a Japón, se convirtió en una celebridad de la televisión y un defensor de la vida austera apareciendo en un documental sobre sus veintiocho años de vida secreta en Guam.
Con el tiempo recibiría el equivalente de 300 dólares norteamericanos en “pagas atrasadas”, además de una pequeña pensión de jubilación.
En 1991 se le concedió una audiencia con el Emperador Akihito, siendo para él, el mayor honor de su vida..
Yokoi falleció en 1997 a la edad de 82 años de un ataque al corazón y su frase al llegar a Japón, que se convertiría allí en celebre fue: “Siento un poco de vergüenza al decirlo, pero no he podido evitar que me devolvieran..”
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