Tal día como hoy 7 de enero de 1990 la Torre inclinada de Pisa se cierra al público por primera vez en 800 años, ante la creencia de que su estructura estaba a punto de desplomarse.
Desde su construcción en el siglo XII como campanario, la Torre comenzó a inclinarse y en 1999 - tras varios proyectos fallidos para corregir su inclinación - unos ingenieros iniciaron un proceso de extracción del suelo que se mostrará efectivo y que se cree proporcionará a la torre al menos 300 años más de vida.
La construcción de la Torre de Pisa se desarrolló en tres etapas durante 177 años. La primera planta comenzó el 8 de agosto de 1173, en un periodo de éxito militar y prosperidad de la ciudad y está rodeada de semicolumnas con capiteles clásicos y arcos ciegos, todo ello en mármol de color blanco.
Durante muchos años el diseño se atribuyó a Guglielmo, un artista del siglo XII, famoso por sus piezas de bronce fundido realizadas en la catedral de Pisa.
Después de que se construyera la tercera planta en 1178, la torre se inclinó tres metros hacia el norte, debido a unos cimientos débiles, en un subsuelo inestable ya que el diseño era imperfecto desde su comienzo y su construcción cesó durante un siglo, debido a las guerras entre los pisanos y los estados vecinos. Este tiempo permitió al suelo asentarse pues de otro modo, la torre se habría derrumbado.
En 1272, se retomó la construcción con cuatro nuevas plantas, construidas con cierto ángulo para contrarrestar la inclinación y en 1274 se añadió el tercer piso de la torre y a partir de entonces comenzó a inclinarse.
Un año después, 1372, se construyó la última planta y se colocaron sus siete campanas, cada una de ellas correspondiendo a una nota de la escala musical y la mayor de todas fue instalada en 1655 pero tras la conclusión del campanario, la torre empezó de nuevo a inclinarse, esta vez hacia el sur.
Unos pocos años después de finalizada, el daño en su estructura se hizo manifiesto y muchos de los elementos de piedra originales hubieron de ser sustituidos, empleándose para ello mármol blanco de Carrara.
El 27 de febrero de 1964, el Gobierno de Italia pidió ayuda para evitar la caída de la torre y reunió a un grupo de expertos que lograron, mediante un complejo sistema de consolidación y nivelación del suelo, usando materiales como el plomo y el hormigón armado, que la Torre de Pisa se asentase y además, comenzara a enderezarse, siendo cerrada al público en enero de 1990.
Después de una década de reconstrucción, fue reabierta el 15 de diciembre de 2001 y las labores de consolidación han permitido que la inclinación sea de tres metros y noventa y nueve centímetros que es la que tenía en el año 1700.
Ahora la situación está muy controlada y su inclinación es más o menos la que tenía hace dos o tres siglos y según los entendidos, durante los próximos 300 años no hay peligro de que se desmorone.
Parece ser que con la tecnología actual, sería posible enderezarla del todo, pero a nadie le interesa pues perdería el encanto que la hace famosa a nivel mundial y el turismo dejaría de acudir a Italia para verla.
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