El encuentro tuvo lugar seis meses después del alzamiento campesino conocido como “Corpus de Sangre” en junio de 1640, contra los soldados de los Habsburgo alojados en Cataluña para la guerra contra Francia.
Pau Claris, político, canónigo de la Seo de Urgel y presidente de la Generalidad de Cataluña, había proclamado días antes de la batalla - el 17 de enero de 1641- la “República Catalana” pero a causa del acercamiento de las tropas de Felipe IV a Cataluña, decidió buscar apoyos en el rey de Francia Luis XIII, al que ofreció el condado de Barcelona como vasallo, y una vez aceptado este por el francés, Cataluña pasó a ser una provincia de Francia.
Las tropas del rey español dirigieron el ataque a Barcelona contra las fortificaciones de la montaña de Montjuic, pero la milicia de la ciudad junto con los contingentes franceses llegados en auxilio, consiguieron repeler el ataque.
Los franco-catalanes pasaron entonces a la ofensiva haciendo retroceder a los tercios, que comenzaron su retirada y a la mañana siguiente, el ejército real abandonó el campo de Sants y huyó hacia Martorell, abandonando sus piezas de artillería y pertrechos, para luego marchar hasta Tarragona.
Un mes después de la batalla murió Pau Claris, posiblemente envenenado, y las nuevas autoridades no pudieron parar los excesos de los franceses, de manera que su intervención se trocó pronto en una auténtica ocupación y convirtió a Cataluña en un frente más de la guerra de los Treinta Años.
Durante diecinueve años, hasta 1652, fecha de la finalización de la contienda en este territorio, Cataluña seguirá bajo la corona francesa de Luis XIV - conde de Barcelona con el nombre de Luis II - y durante todo este tiempo, pasaría el territorio a ser una república satélite de Francia sin personalidad política alguna.
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