Tal día como hoy 8 de octubre de 1741 nace en Cádiz - España- José Cadalso, escritor y militar español que será, en lo literario, precursor del romanticismo, siendo su obra más famosa tal vez "Cartas marruecas".
José Cadalso y Vázquez de Andrade, que usó el pseudónimo literario de Dalmiro, fue un militar español, muerto prematuramente en combate y un gran literato, recordado por sus obras “Noches lúgubres” y “Cartas marruecas”.
Nació en Cádiz, pero su familia, procedía por línea paterna del señorío de Vizcaya. Su madre murió del parto, y su padre, ausente en América, tardaría casi trece años en conocer al niño, por lo que tuvo que encargarse de su educación un tío jesuita, quien le envió a estudiar a Francia y a Inglaterra.
Ingresó con dieciséis años en el Seminario de Nobles de Madrid, ya que su padre quería prepararle para un empleo de funcionario que él detestaba, por lo que fingió sentir inclinación por ser jesuita, sabedor de que su padre odiaba a los de la Compañía, y le sacó de allí.
A la muerte de su padre tuvo que regresar a España para arreglar su herencia y se alistó en el regimiento de caballería de Borbón en 1762. Trasladado a Madrid, Cadalso entró en la camarilla de la Marquesa de Escalona tomando contacto con el poderoso Conde de Aranda, presidente del Consejo de Castilla, al que llegó a entregar el manuscrito de una novela hoy perdida: “Observaciones de un oficial holandés en el recién descubierto reino de Feliztá”.
Circuló por Madrid en 1768, un libelo titulado “Calendario manual y guía de forasteros en Chipre”, que se le atribuyó, donde se satirizaban las costumbres amorosas de la sociedad y como consecuencia de ello, fue desterrado a Zaragoza, donde permaneció hasta 1770.
De vuelta a Madrid pasado el destierro, vivió una apasionada relación amorosa con la actriz María Ignacia Ibáñez y a la muerte de ella por fiebres tifoideas con veinticinco años, Cadalso desesperado, intentó desenterrar a su amada para darle el último adiós.
Sufrió entonces una profunda depresión y poco después se trasladó a Salamanca donde se convirtió en el epicentro de un círculo de admiradores y amigos. El influjo que ejerció Cadalso sobre todos ellos fue enorme.
También allí dio término a las “Cartas marruecas”, una novela que es en realidad una colección de ensayos sobre el atraso material, social, cultural y moral de España y en 1777 fue ascendido a comandante de escuadrón.
Dos años más tarde participó en el asedio de Gibraltar y fue ascendido a coronel en 1781, muriendo el 27 de febrero de 1782, tras recibir el impacto de un casco de metralla. Tenía sólo cuarenta años y apenas hacía un mes que había sido ascendido al grado de coronel.
Su tumba se encuentra en la Iglesia Parroquial Santa María La Coronada en la Ciudad de San Roque, en Cádiz.
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