Tal día como hoy 25 de octubre de 1521, María Pacheco se rinde, entregando Toledo a las tropas de Carlos I de España, con lo que termina la Guerra de las Comunidades de Castilla.
María López de Mendoza y Pacheco, más conocida como María Pacheco, fue una noble castellana, esposa del comunero Juan de Padilla, que tras la ejecución de su marido, asumió el mando de la sublevación de las Comunidades de Castilla hasta que capituló ante el rey Carlos I de España.
Nace en Granada donde su padre fue nombrado alcalde perpetuo de la Alhambra, pero se desconoce la fecha de su nacimiento, aunque hay documentación donde se declara que en su boda en Granada, con Juan de Padilla, el 18 de agosto de 1511, tenía quince años
Educada en el ambiente renacentista, María era una mujer culta, con conocimientos de latín, griego, matemáticas, letras e historia y con catorce años de edad se acuerdan sus esponsales, teniendo lugar el matrimonio con Juan de Padilla en 1511 y en 1516 nace su único hijo, Pedro, que murió niño.
Al suceder Juan de Padilla a su padre en el cargo de capitán de gentes de armas, el matrimonio se trasladó a Toledo en 1518, donde María apoyó a su no pacífico marido para que, en abril de 1520, tomase parte en el levantamiento de las Comunidades en Toledo, siendo nombrado en julio de ese año por la “Santa Junta”, capitán general de las tropas comuneras.
Padilla con un ejército toledano toma Ampudia y Torrelobatón, pero las disensiones dentro del ejército comunero provoca el debilitamiento de los sublevados, que son derrotados en una desigual batalla el 23 de abril de 1521, en Villalar, donde Padilla fue hecho prisionero y decapitado al día siguiente, junto con Juan Bravo y Francisco Maldonado.
Al recibir las noticias sobre Villalar, María cae enferma y viste de luto, pero en vez de abandonar, dirige la resistencia de Toledo a las tropas realistas, mandando traer la artillería desde Yepes.
María llegaría a prolongar la resistencia nueve meses después de la batalla de Villalar y mientras tanto las tropas realistas, cercan finalmente Toledo. El 25 de octubre de 1521 se firmó una tregua favorable para los sitiados, de modo que los comuneros evacuaron el Alcázar, aunque conservando las armas. Esta situación culminó con un nuevo alzamiento sofocado por los realistas y María Pacheco logra huir de la ciudad y se exilia en Portugal.
Condenada a muerte en rebeldía en 1524, María subsiste en Portugal con dificultades de la caridad, del arzobispo de Braga primero, y del obispo de Oporto, Pedro de Acosta, después. María no logró el perdón real, viviendo en Oporto hasta su muerte en marzo de 1531, siendo enterrada en la catedral de Oporto, ante la negativa de Carlos I a que sus restos se trasladasen a Olmedo, junto a los de Juan de Padilla, su esposo.
La vida de María Pacheco y su tenaz resistencia, inspiraron un drama y Juan de Orduña realizó la película “La Leona de Castilla” en 1951 en la que Amparo Rivelles interpretaba a la heroína de Toledo.
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