domingo, 2 de febrero de 2020

El cura Martín Merino, “El regicida”

Tal día como hoy 2 de febrero de 1852 es detenido el sacerdote Martín Merino quien intentó matar con un puñal a Isabel II, aunque solo la pudo herir levemente en el pecho.

El agresor que fue arrestado de inmediato da muestras de perturbación mental y se descarta el móvil político pero por su acto será condenado a muerte y ejecutado días más tarde a garrote vil.

Manuel Martín Merino y Gómez, en 1808 ingresó en un Convento de San Francisco de Santo Domingo de la Calzada para comenzar su formación; la Guerra de la Independencia le obligó a interrumpir sus estudios para formar parte de una partida de escuadra que se organizó en Sevilla; y en 1813, se ordenó presbítero en Cádiz.

Finalizada la guerra, retomó sus estudios, para lo cual ingresó nuevamente en el citado convento, en el que permaneció hasta 1819, año en que marchó a Francia, hasta su regreso a España y se secularizó, en 1821.

Durante su estancia en Francia residió en Angers, tomó parte activa en la causa liberal y fue testigo de los sucesos acaecidos en Madrid en las jornadas del 7 de julio de 1822. Al caer el sistema constitucional, en 1823, fue apresado como consecuencia de una delación por su pasado en pro de la causa liberal, pero salió en libertad con la amnistía de 1824.

Entre 1824 y 1841 volvió a residir en Francia, donde logró obtener un curato al tiempo que impartía lecciones de Español,. Residió en Angers y, finalmente, en Saimedal, donde ofició como cura párroco entre 1830 y 1841. A su regreso a España se estableció en Madrid, y en 1850 se trasladó a la que fue su última residencia, en el Arco del Triunfo..

Por entonces 1843 (o 1845, según las fuentes) obtuvo un premio de 5000 duros jugando a la lotería que decidió destinar a operaciones de préstamo a cambio de intereses; no tuvo éxito en dicha empresa y desde el principio se vio envuelto en todo un entramado de estafas, al tiempo que adquiría acciones del periódico La Tarántula.

Así transcurrió su existencia hasta que llegó el día en que tuvo lugar el suceso que ha dado a Manuel Martín Merino el apelativo de “regicida”.

Cuando en la tarde del 2 de febrero de 1852 la reina Isabel II se disponía a llevar a la infanta Isabel a la basílica de Atocha, aún no había salido de palacio cuando Martín Merino se acercó a ella clavándole un puñal que le ocasionó heridas leves.

La detención del agresor ocurrió en el acto y fue llevada a cabo por la Guardia de Alabarderos, que le mantuvo detenido y aislado en el palacio. Esa misma tarde comenzó la causa criminal, que terminó cuatro días más tarde y durante el desarrollo de la causa se procedió a un exhaustivo registro de su domicilio, donde se encontraron efectos relacionados con el crimen.

El 7 de febrero de 1852, Manuel Martín Merino a sus sesenta y tres años, murió ajusticiado por el garrote; el mismo 7 de febrero, se quemó su cadáver, en el cementerio “extramuros de la puerta de Bilbao”, y se esparcieron sus cenizas en una sepultura común.

Cabe, por último, diferenciar a este personaje de otro cura Merino, el guerrillero absolutista Jerónimo Merino Cob, nacido en Villoviado -Burgos- el 30 de septiembre de 1769 y fallecido en Francia, el 12 de noviembre de 1844.

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