Tal día como hoy 1 de febrero de 1894
nació en Cape Elizabeth (Maine) John Martin Feeny, quien se
convertiría en uno de los directores de cine más importantes de la
historia y firmaría sus películas como John Ford.
Las 150 películas que dirigió le
consagraron como una de las figuras más icónicas del séptimo arte.
El legendario Orson Welles llegaría a decir en una ocasión que sus
tres directores favoritos eran “John Ford, John Ford y John Ford”.
Hijo de inmigrantes irlandeses, se
metió en el mundo del cine porque su hermano Francis trabajaba como
actor y director en algunas películas de la época del cine mudo.
Iría ascendiendo por todos los escalafones del Show Business hasta
empezar a dirigir películas de corta duración, principalmente
westerns.
Ford creaba películas que contentasen
tanto al público como a las productoras pero en las cuales colaba,
poco a poco, detalles de su particular estilo que profundizaban en
las historias y aportaban un mayor trasfondo humano a los personajes.
En estos primeros trabajos empieza a
intuirse el tratamiento que Ford haría con sus protagonistas y ese
ideal de masculinidad estadounidense que definiría gran parte de su
trabajo.
La llegada del cine sonoro le permitió
seguir profundizando y explorando nuevas posibilidades narrativas
tanto dentro como fuera del género western. En él popularizaría
una nueva concepción del Oeste americano grabando en Monument Valley
(Arizona) que en gran parte marcaría la visión popular que se tenía
y tiene de la época y le permitiría ahondar en ese personaje
masculino fuerte, trágico y comprometido con un código moral que
tan bien encarnaría John Wayne.
Durante la Segunda Guerra Mundial se
alistaría en la Marina, participaría en su unidad fotográfica
realizando documentales y estaría presente en la playa de Omaha
durante el Día D.
La segunda mitad del siglo XX marcó,
poco a poco, una especie de caída en desgracia de Ford. Aunque
siguió realizando películas y su figura se mantuvo en un podio
intocable, los cambios de la sociedad fueron demandando cambios en el
cine y nuevos directores como Sergio Leone ganaron terreno.
Acusado tanto de ser próximo a las
izquierdas radicales durante el Macartismo como de defender una
ideología ultra conservadora, Ford transmitió en sus películas un
compromiso con las causas sociales comprometido y más grande que una
ideología u otra.
Fue el director que más influyó en el
ideario estadounidense y en la construcción de la leyenda de este
país murió el 31 de agosto de 1973 en Palm Desert (California).
Entre sus películas más míticas se
destacan “La diligencia”, “Las uvas de la ira”, “Mogambo”,
“Centauros del desierto” o “El hombre que mató a Liberty
Vallance”.
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