martes, 22 de noviembre de 2022

El navegante portugués Bartolomeu Dias

Tal día como hoy 22 de noviembre de 1497, tras el descubrimiento, por parte del portugués Bartolomeu Dias, del Cabo de Buena Esperanza -en el extremo Sur de África-, en el día de hoy, el también navegante portugués Vasco da Gama, se convierte en el segundo que dobla el mencionado cabo, al ir buscando una ruta marítima a la India, para el comercio de especias

Bartolomeu Dias de Novaes, llamado Bartolomé Díaz por los españoles fue un navegante portugués que dobló por primera vez el cabo de Buena Esperanza, preparando así el camino a la definitiva expedición de Vasco da Gama, que llegaría hasta la India y supondría, la apertura de una nueva ruta comercial, entre Europa y Asia.

Descubridor de Cabo Verde, Bartolomeu Dias realizó en 1487 un viaje a la costa africana por encargo de Juan II de Portugal, en busca del mítico Preste Juan y de otras noticias traídas por anteriores expediciones portuguesas; sin lograr aquellos objetivos, el viaje recorrió la costa occidental de África hasta doblar el cabo de Buena Esperanza, que llamó "Cabo de las Tormentas»" por haberle asaltado allí una terrible.

Procedía de una familia de marineros, y antes de emprender la decisiva expedición, que cruzaría el cabo de Buena Esperanza, había ya tomado parte en numerosas expediciones, como el viaje por la costa africana que inició en 1481.

La expedición que le daría fama comenzó en 1487, cuando recibió la orden del rey Juan II de navegar por el litoral africano, tan al sur como fuera posible y descubrir si África estaba unida a la India, como proponía el geógrafo Ptolomeo, o era un continente independiente.

La flotilla de tres barcos, con la que Bartolomeu Dias se dispuso a llegar hasta el límite sur de África, para acceder a la India, zarpó de Lisboa en el verano de 1487. Una de las tres naves estaba destinada exclusivamente al transporte de víveres, para tener garantizado su abastecimiento, y había reclutado como intérpretes a varios nativos de la costa africana. Los expedicionarios navegaron con rumbo sur, y, tras dejar el buque con los suministros en la costa de Guinea, prosiguieron su navegación decididos a encontrar el paso que les permitiese acceder a la India.

Uno de los hechos más curiosos de esta exploración es que Bartolomeu Dias y sus hombres no se percataron, del momento en que superaban el cabo de Buena Esperanza y entraban en el océano Índico. Una fuerte tormenta sorprendió las dos naves, y cruzaron el mítico lugar, mientras se debatían contra la fuerza de los vientos y la mar. Una vez salvado el temporal, Dias buscó la costa navegando hacia el este, como había hecho siempre, pero en esta ocasión no encontró tierra y cambió el rumbo hacia el norte. El 3 de febrero de 1488 arribó a una bahía, a la que puso el nombre de bahía dos Vaqueiros.

Hostigado por los nativos, Dias dio la orden de levar anclas y navegar hacia el este siguiendo la costa, pero a los pocos días su tripulación se negó a seguir adelante y no hubo forma, de conseguir que continuara. Bartolomeu Dias decidió entonces emprender el viaje de vuelta, pero antes obligó a la tripulación a firmar un documento en el que se le exculpaba de la responsabilidad de no haber seguido hasta la India. Dias era muy consciente, de que el enfado del rey por no haber aprovechado tal oportunidad ,para abrir la ruta de las especias, podía poner en peligro su carrera.

En el viaje de vuelta, Dias avistó el cabo de Buena Esperanza, con lo que se convenció de que había logrado superar el extremo sur de África. Con esta satisfacción regresó a Portugal, arribando a Lisboa en diciembre de 1488.

En 1494 , Bartolomeu Dias, se encargó de preparar la flota que habría de llevar a Vasco da Gama hasta la India y navegó él mismo hasta Cabo Verde, donde estableció un puesto avanzado para el comercio. Años más tarde, en 1500, Dias se unió como capitán de uno de los barcos a la expedición de Pedro Álvares Cabral, con destino a la India.

Los vientos desviaron a la flota hacia el oeste, y los portugueses acabaron recalando en la costa de Brasil. Un mes después, la flota volvió a zarpar con rumbo este, cruzó el Atlántico y se dispuso a flanquear el cabo de Buena Esperanza. Sin embargo, pronto se vieron envueltos en una terrible tormenta que hundió varias naves, entre ellas, la de Bartolomeu Dias, que pereció en las aguas.

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