jueves, 10 de noviembre de 2022

La Batalla de Varna y sus consecuencias

Tal día como hoy 10 de noviembre de 1444,tiene lugar la Batalla de Varna, al este de la actual Bulgaria, con la victoria turca sobre el ejército húngaro, mal pertrechado, que ha estado esperando la ayuda prometida que nunca llegó, marcando el último esfuerzo serio y organizado realizado por la Cristiandad, para salvar Europa oriental, incluyendo Constantinopla, de la amenaza del Islam.

Las tropas húngaras cruzadas, dirigidas por jefes nacionales locales de la talla de Vladislao I de Hungría acude con una fuerza compuesta de unos 30.000 cristianos. El rey Vladislao I de Hungría y el general magiar Juan Hunyadi, se proponen bajar por el litoral de Bulgaria, liberar Constantinopla y limpiar de turcos la península Balcánica. Cuentan para ello con el beneplácito del Papa, a través de su delegado, el cardenal Cesarini.

Pero el sultán Murat II, reaccionó más rápido de lo que esperaban los húngaros, y movilizando sus ejércitos,acude con presteza y con una fuerza compuesta de unos 120.000 efectivos, frente a los aproximadamente 30.000 cristianos. propinó una terrible derrota a los húngaros en la batalla de Varna el 10 de noviembre de 1444. En la batalla murió Vladislao I a los veinte años de edad, y Juan Hunyadi apenas logró escapar. En la derrota cristiana, el rey de Hungría y el delegado papal resultan muertos.

Durante la batalla, la caballería ligera otomana asaltó a los croatas, pero los cristianos respondieron con bombas y armas de fuego y detuvieron el ataque. Los soldados cristianos, persiguieron a los otomanos en una persecución desordenada y la caballería otomana de Anatolia, les tendió una emboscada desde el flanco.

El ala derecha cristiana intentó huir a la pequeña fortaleza de Galata al otro lado de la bahía de Varna, pero la mayoría de ellos fueron asesinados en las marismas, alrededor del lago Varna y el río Devnya, donde Cesarini también encontró su fin.

El otro flanco otomano, atacó a los húngaros y búlgaros pero su empuje se detuvo y se dio la vuelta. Hunyadi decidió ayudar y avanzó con dos compañías de caballería. El joven rey, lanzó a 500 de sus caballeros polacos contra el centro otomano. Intentaron invadir a la infantería jenízara y tomar prisionero a Murad, y casi lo lograron, pero frente a la tienda de Murad, el caballo de Vladislao cayó en una trampa o fue apuñalado, y el rey fue asesinado por el mercenario Kodja Hazar, quien lo decapitó mientras lo hacía y la cabeza luego llevada a la corte otomana. La desmoralizada caballería polaca, fue aplastada por los otomanos.

A su regreso, Hunyadi intentó desesperadamente salvar el cuerpo del rey, pero todo lo que pudo lograr fue organizar la retirada de los restos de su ejército; sufrió miles de bajas en el caos y fue prácticamente aniquilado. Nunca se encontraron ni la cabeza ni el cuerpo del rey.

Las Repúblicas de Génova y Venecia que, temerosas de perder sus "franquicias" respecto a las rutas comerciales hacia Oriente, no se comprometieron con la aventura de la desafortunada Cruzada, lo lamentarán con el correr de los años, porque los sultanes otomanos, acabarán empujándolas y confinándolas progresivamente en el Mediterráneo occidental, quitándoles de sus manos los bastiones y emporios comerciales de Crimea, Creta y de las islas griegas.

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