Tal día como hoy 24 de noviembre de 1874, en Estados Unidos, Joseph Glidden obtiene la patente del alambre de espino. Con este novedoso invento se modificarán modos de vida: el vaquero que se dedica a trasladar su ganado en largos viajes a la búsqueda de pastos desaparecerá al ir disminuyendo los terrenos abiertos y libres.
Este alambre también dará lugar al inicio de enfrentamientos entre colonos y ganaderos. Poco a poco, los ranchos con ovejas y ganado reemplazarán al campo abierto y los vaqueros se convertirán en peones de rancho.
El alambre de espino,es uno de los más sencillos cerramientos metálicos que podemos encontrar, pero no por ello deja de ser una opción bastante efectiva en determinados casos.
Los cerramientos o delimitaciones de un terreno, por ejemplo, siempre se hicieron con arbustos espinosos, piedras, vallados de madera, etc. Estos sistemas funcionan bien en zonas que no son demasiado amplias, pero cuando lo son, estos materiales dejan de ser tan efectivos y se requieren otra clase de cerramientos.
Michael Kelly y Joseph Glidden tienen mucho que ver con el alambre de espino. Kelly inventó un alambre que era capaz de usarse en espacios amplios desde 1868. Se trataba de un alambre al que se le acompañó de diferentes cuchillas, pero éstas acababan moviéndose y finalmente no eran demasiado efectivas.
No fue hasta el año 1874 cuando Glidden inventó el alambre que todos conocemos hoy en día y puede llegar a funcionar correctamente como cerramiento en una finca con ganado, tanto para impedir la entrada de animales grandes como su salida.
El alambre que inventó era uno sobre el que se trenzaba otro con pequeñas púas, quedando fijas e inamovibles, muy parecido al alambre de espino que todos conocemos hoy en día. Desde aquel momento fue evolucionando poco a poco aunque no mucho y actualmente se puede decir que es prácticamente el mismo que en aquellos años, siendo usado para la ganadería o el ámbito militar entre otros.
Este tipo de alambradas fueron descubiertas accidentalmente al juntar en poco espacio restos de alambradas tradicionales dañadas por ataques de infantería. Hoy en muchos lugares del mundo este alambre se utiliza para dividir fronteras o cercar lugares restringidos evitando así la entrada de intrusos.
El estilo más moderno de este tipo de alambres usa unas láminas afiladas de alambre, soldadas a un alambre.
Las alambradas de púas, junto con las ametralladoras, fueron las responsables del gran número de bajas en la guerra de trincheras de la Primera Guerra Mundial.
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