domingo, 2 de marzo de 2025

La abolición de la servidumbre en la Rusia zarista

Tal día como hoy, 3 de marzo de 1861, Rusia  el país gobernado entonces por el zar Alejandro II ponía en marcha la Reforma Emancipadora, la primera y más importante de las transformaciones liberales del citado gobierno. La norma supuso la liquidación de la dependencia servil, sufrida hasta entonces por los campesinos rusos-

La Reforma Emancipadora de 1861 en Rusia, fue la primera y más importante de las reformas liberales llevadas a cabo, durante el gobierno del zar Alejandro II de Rusia. La reforma significó la liquidación de la dependencia servil anteriormente sufrida por los campesinos rusos.

La base legal de la reforma, fue el Manifiesto de Emancipación del zar del 3 de marzo, acompañado por unos decretos legislativos, bajo el nombre general de "Regulaciones" concernientes a los campesinos, que dejan la dependencia servil. Así se otorgaban derechos completos de ciudadanos libres, a los siervos y prescribió que los campesinos serían capaces de comprar, las tierras de los propietarios.

El Imperio ruso era, por encima de todo, una tierra de campesinos, que ocupaban el 80% de la población total. Entre ellos, existían dos categorías principales: los que vivían en tierras del Estado y los que hacían lo propio, pero en tierras de propietarios privados.

Solo los segundos eran siervos, que, además de sus obligaciones con el Estado, estaban atados al dueño de la finca en cuestión, el cual tenía gran poder sobre sus vidas. A mediados del siglo XIX, poco  menos de la mitad de los campesinos rusos eran siervos.

Aunque estuvo bien planificada en la legislación, la reforma funcionó con problemas. Muchos campesinos entendieron las condiciones del manifiesto, como “inaceptables”, y, en muchas localidades, estos se negaron a creer, que el manifiesto era auténtico.

Se prudujeron disturbios y las tropas del Imperio ruso tuvieron que ser llamadas, para dispersar a las multitudes molestas. Por otra parte, se pagó a los terratenientes y a la nobleza con bonos del gobierno y sus deudas fueron eliminadas, antes de que el dinero fuera entregado. Aunque, pronto, el valor de los bonos cayó.

Finalmente, La legislación ni liberó a los campesinos de excesivas obligaciones externas, ni arregló en su mayoría sus restricciones sociales y económicas. La aplicación desigual de la legislación, dejó a muchos campesinos en la Zarato de Polonia y el norte de Rusia libres, pero sin tierras (batráks o jornaleros), mientras que en otras áreas, los campesinos se convirtieron en la mayoría de los terratenientes, de sus provincias. 

La emancipación no solucionó los problemas de los campesinos, por el alto precio que tuvieron que pagar como indemnización. En muchas comunidades de campesinos, reinaba un claro descontento hacia el zar y la nobleza, y fue el caldo de cultivo para que los narodniks o populistas, defendieran que los campesinos debían ser los protagonistas de la revolución, que terminara con el zarismo e impusiera un sistema, donde la propiedad de la tierra fuera colectiva.

Desde el punto de vista económico, la liberación de los siervos no trajo consigo una modernización del campo, ya que no se introdujo la mecanización, necesaria para dar el salto de una revolución agrícola. La productividad del campo ruso, siguió siendo bajísima.


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