domingo, 30 de marzo de 2025

La proclamación de Felipe IV de España, el llamado "Rey Planeta"

Tal día como hoy, 31 de marzo de 1621, Felipe IV, quien también fue conocido como Felipe "el Grande" o el "Rey Planeta", en referencia a la extensión de sus dominios a lo largo de cuatro continentes, era proclamado Rey de España.

La muerte inesperada de su padre, el Rey Felipe III, en 1621 iniciaba un periodo lleno de incertidumbres en el que un joven Felipe, de tan solo 16 años, ascendía al trono.

Su reinado, el más largo de los Austrias, fue una mezcla de luces y sombras para la monarquía hispánica. En lo político, pasó más pena que gloria, su reinado estuvo marcado por la guerra, y el fin de la hegemonía española en Europa. No se puede decir lo mismo en el ámbito cultural, que vivió el periodo de mayor esplendor, de las artes y las letras, periodo que pasó a la historia como el Siglo de Oro.

Durante la primera etapa de su reinado, compartió la responsabilidad de los asuntos de Estado con don Gaspar de Guzmán, conde-duque de Olivares, quien desplegó una ambiciosa política belicista, en el exterior y reformista en el interior, que buscaba mantener la hegemonía española en Europa. 

Esa mezcla de luces y sombras, del reinado de Felipe IV son perfectamente visibles, en su forma de gobierno. En un primer momento, al contrario que su padre, Felipe IV tomó las riendas de sus Reinos y asumió todas las responsabilidades, que implican gobernar. 

Sin embargo, pronto quedó patente su escasa capacidad de mando, así como su poco interés por los asuntos de Estado. Asuntos de los que se empezó a ocupar, una de las figuras más importantes de su reinado, su valido el conde-duque de Olivares, figura que ejerció, un tremendo poder de influencia sobre Felipe IV.

Tras la caída de Olivares, el rey pareció decidido a llevar personalmente las tareas de Estado, pero pronto tomó la decisión de nombrar como nuevo valido, a Luis Méndez de Haro, sobrino de Olivares, con el título de primer ministro. Su objetivo fue el de acabar con los conflictos interiores, y alcanzar la paz en Europa.

Los exitosos primeros años de su reinado, auguraban la restauración de la preeminencia universal de los Habsburgo, pero la guerra constante de la Europa protestante y la católica Francia, contra España condujeron al declive y ruina de la Monarquía Hispánica, que hubo de ceder la hegemonía en Europa, a la pujante Francia de Luis XIV, así como reconocer, la independencia de Portugal y las Provincias Unidas.

A principios de septiembre de 1665, Felipe IV comenzó a sentirse mal y cayó gravemente enfermo, probablemente de disentería. Un duro golpe del que el Rey Felipe IV no se pudo recuperar, pues la enfermedad acabó con su vida, el 17 de septiembre de ese mismo año tras 44 años de reinado.

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