Carlota Corday, fue una joven aristócrata normanda que simpatizaba con los moderados girondinos en tiempos de la Revolución francesa. Convencida de que los jacobinos radicales tenían la culpa de la caída de sus amigos y de la instauración del Terror, decidió asesinar a Jean Paul Marat, que era uno de los líderes del club jacobino de París.
Fue un personaje importante durante la Revolución francesa, seguidora del club de los girondinos cuando estos eran perseguidos en la Convención y el jacobino Jean-Paul Marat representaba para ellos la muerte, refugiándose todos en Calvados, al norte del país.
El 9 de julio de 1793, Charlotte dejó Caen para dirigirse a París y el 11 de julio intentó contactar con Marat y para este fin le escribió dos cartas y ante su silencio, decidió presentare en su casa pretextando ser una patriota jacobina dispuesta a denunciare a los girondinos, lo cual le comunicaba en la segunda de las misivas.
La mañana del 13 de julio de 1793, Carlota compró por 40 soles un cuchillo en un tenderete del Palais Royal, libre de vigilancia policial, y se dirigió al domicilio de Marat.
Charlotte se presentó en el número 18 de la "rue des Cordeliers" donde la portera le impidió entrar, enzarzándose en una discusión con ella y el sonoro altercado entre ambas mujeres, llegó a oídos de Marat que con un grito le ordenó que la dejara pasar.
Con la excusa de que tenía datos sobre un complot contra él, logró ser recibida por el revolucionario, que se encontraba en la bañera tomando uno de sus prolongados baños de agua sulfurosa para curar los eczemas de la piel que sufría.
Marat le pidió los nombres de los diputados refugiados en Caen y cuando se los hubo dictado este concluyó categórico; "¡en menos de ocho días irán todos a la guillotina!".
Charlotte, como si hubiera estado esperando esto último para convencerse, sacó de su pecho el cuchillo que llevaba escondido y lo hundió hasta el mango en el corazón de Marat.
Tras ser apresada por los amigos de Marat sin tratar de huir ni oponer resistencia, Carlota Corday fue condenada por un tribunal revolucionario y murió en la guillotina el 18 de julio de 1793. Su acción fue plasmada por el pintor Jacques Louis David en el cuadro La muerte de Marat.
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