La huelga se inició en la empresa eléctrica Barcelona Traction, Light and Power Company, limited, más conocida como “La Canadiense”, porque el principal accionista era un Banco de Toronto, el 5 de febrero de 1919 y se prolongó 44 días convirtiéndose en huelga general que paralizó Barcelona y casi toda la industria catalana
La acción, constituyó un gran éxito para el movimiento obrero español, destacando en ella los anarcosindicalistas, que consiguieron mejoras salariales, readmisión de obreros despedidos, liberación de miles de detenidos y promulgación de la jornada de ocho horas lo que, convirtió a España en el primer país que lograba esta reivindicación.
La huelga, se inició en solidaridad con ocho despedidos de las oficinas de la compañía, miembros de un sindicato no aceptado por la empresa, por lo que ésta empleó como estrategia rebajarles el sueldo.
Los trabajadores protestaron, siendo despedidos por lo que toda la plantilla, tras romper las plumas y tirar los tinteros, se negó a seguir trabajando hasta que se readmitiera a sus compañeros, dirigiéndose hacia el gobierno civil para hablar con el gobernador, pero a la vuelta, se encontraron fuerzas de la policía que les impedían el paso, produciéndose diversos incidentes y quedando todos despedidos.
Los huelguistas, buscaron entonces ayuda en los anarcosindicalistas de la CNT, nombrándose un comité de huelga con miembros de este sindicato anarquista, constituyendo “cajas de resistencia” que recaudaron 50.000 pesetas en una semana, y cuando el gerente de la empresa supo que entre los delegados había afiliados a la CNT no quiso negociar.
Los huelguistas, iniciaron entonces cortes en el suministro eléctrico, quedando el 21 de febrero, Barcelona prácticamente paralizada, aunque otra compañía seguía suministrando energía, mientras zapadores y marineros ocuparon la sede de la empresa y llegaba a la ciudad un nuevo gobernador militar, Severiano Martínez Anido, conocido por su extrema dureza.
El día 23, se unieron a la huelga los trabajadores de la compañía que aún suministraba energía, por lo que se logró el paro total, sumándose además, las compañías de aguas y gas, y el 5 de marzo, se dictó un bando militar, movilizando a todos los hombres del ramo de la electricidad, lo cual fue rechazado por la CNT, provocando que estos, fueran encarcelados en el castillo de Montjuic.
El 13 de marzo un nuevo gobernador civil, llegó a Barcelona para mediar en el conflicto mientras toda la ciudad era ocupada por las tropas, y al tiempo, fueron aceptadas las condiciones de los huelguistas sin represalias y se consideró acabada la huelga, aunque al continuar varios obreros presos, los militantes anarquistas exigieran su libertad, iniciando una nueva huelga que concluyó finalmente el 23 de marzo.
Sin embargo, al día siguiente, el ejército se dedicó a registrar a los ciudadanos, rompiendo los carnés del sindicato anarquista, se suspendieron las garantías constitucionales y se aplicó por primera vez la “Ley de fugas” que acaba con la muerte de un sindicalista de la CNT.
Finalmente, la huelga concluyó el 12 de abril y tras ella el movimiento obrero, pese a su triunfo, quedó agotado bajo la represión patronal y militar que desbordaría al propio gobierno del Conde de Romanones, obligándole a dimitir, siendo cesado después de firmar el 3 de abril de 1919 el llamado "Decreto de la jornada de ocho horas", auténtico logro de la huelga.
Estas cosas aquí relatadas, sucedieron, porque los sindicatos de aquellas épocas, no eran como son los de ahora, los sindicatos de ahora, el conflicto de los trabajadores, en contra de los empresarios lo hubieran terminado en un tiempo record. El justo en determinar la comisión que le daban los empresarios a los sindicalistas.
ResponderEliminarLos sindicalista actuales, no sentirán nada, al enterarse de la existencia de este tipo de huelgas de los tiempos pasados. Puede que NO.
Entonces habia sindicatos Manuel y eran otros tiempos.Ahora los sindicalistas son otra cosa...
EliminarEspaña era una caldera a presión, preludio de algo que ya se vislumbraba en el horizonte. Las injusticias siempre terminan mal.
ResponderEliminarCierto Pepe, el abuso empresarial era brutal y como tal la respuesta de los obreros. No solo España, sino Europa y el mundo entero, vivían la época del "capitalismo salvaje" y eso traía estas consecuencias.
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