El Archivo General de Simancas ubicado en esta localidad vallisoletana, inició su auténtica andadura en 1540, tratándose del primer archivo oficial de la Corona de Castilla, instalado en el castillo de Simancas y desde su fundación, se ha convertido en uno de los ejes centrales de la Península en lo que se refiere a conservación y custodia de documentos, emplazándose en Simancas, por la existencia allí de una fortaleza fácilmente defendible.
Durante la Reconquista, Simancas adquirió importancia como zona fronteriza y posteriormente, su situación estratégica le confirió papel relevante en la política peninsular, pero perdió tal importancia y en el siglo XIII y pasó a ser una de muchas ciudades, aunque recibió relevancia con el archivo que ha marcado el devenir de la Corona de Castilla y se reflejan en él los momentos de pujanza o de retraimiento de la monarquía, en forma de llegada de documentos o de carencia de recursos.
En la actualidad, el archivo es una institución dependiente del Ministerio de Cultura y en él se desarrollan no sólo tareas de conservación y catalogación de documentos, sino además es lugar en el que se puede investigar, a partir de sus fondos documentales.
Carlos I fue el fundador del archivo de Castilla, algo que intentaron infructuosamente algunos reyes precedentes como Juan II o Enrique IV, siendo el primer archivo de la Corona, aproximadamente dos siglos después de que la Corona de Aragón tuviese el suyo, lo cual se explica debido al nomadismo de la corte castellana, la guerra contra los moros y las luchas internas de los Trastámara.
El Estado moderno del siglo XVI necesitaba rodearse de un aparato burocrático perfectamente articulado y el archivo fue crucial, planteándose desde el primer momento que estuviese en una fortaleza, por una cuestión de seguridad para custodiar los documentos del Estado.
Hasta tiempos recientes, el Archivo no fue destinado a tareas culturales, sino solo era punto de apoyo para el buen gobierno del monarca, pues en él se hallan físicamente los documentos que legitiman su mandato, pero con el tiempo, la fundación del Archivo de Simancas se ha encumbrado a la categoría de “hito de la archivística española”.
La fecha de construcción de la actual fortaleza, se puede situar entre los años 1467 y 1480 aunque está tan reformado que es casi imposible saber cómo era en origen, pues desde su misma fundación se produjeron todo tipo de obras de acondicionamiento y ampliación.
Por otra parte, el castillo no era lugar idóneo para albergar un archivo, lo cual hace que existan inconvenientes que han preocupado a lo largo de la historia, como el riesgo de incendios, por el hecho de que en tiempos, compartió espacio con una cárcel lo que incrementaba el riesgo.
Por otro lado, el ser una fortaleza militar, le hizo objeto de ataques en el desarrollo de los conflictos armados, lo cual causó estragos en los fondos de la institución durante la Guerra de la Independencia Española, entre 1808 y 1814.
Por eso en la actualidad y desde el siglo pasado, se han efectuado propuestas de traslado de los documentos de Simancas, sugiriendo como ubicación más idónea su traslado completo al Archivo Histórico Nacional de Madrid, a lo que como es lógico, toda la ciudad de Simancas se opone.
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