sábado, 13 de febrero de 2016

Nicolás de Ovando, el primer traficante de esclavos de América.

 
Tal día como hoy, 13 de febrero de 1502 Zarpa de Sanlúcar de Barrameda una flota de 30 bajeles, 24 carabelas y 1500 personas, al mando de Nicolás de Ovando, nombrado Gobernador de las Indias.

Nicolás de Ovando y Cáceres, hijo de una dama de la Reina Isabel “la Católica”, fue gobernador y administrador colonial de La Española desde 1502 hasta 1509, sucediendo en el cargo a Francisco de Bobadilla.

Fundó pueblos y reconstruyó la ciudad de Santo Domingo, además de fundar conventos y promover la agricultura en la isla.

Cuando partió, era su flota la más grande que había salido con destino hacia el continente americano y en ella se embarcaron unos 1500 colonizadores, que a diferencia de Cristóbal Colón, estos colonizadores fueron elegido para representar a la sociedad española en el Nuevo Mundo.

Fue la primera gran armada, financiada fundamentalmente con capital privado, aunque también la Corona participó, ya que lo se pretendía era desarrollar tanto la economía de La Española como establecer estructuras políticas, sociales, religiosas y administrativas de la colonia.

Entre los pasajeros iba Francisco Pizarro, que más tarde conquistaría el Imperio inca, así como fray Bartolomé de las Casas, luego conocido como "El Protector de los Indios".

Cuando Ovando llegó al Nuevo Mundo, se encontró a la población nativa en estado de rebelión, la cual fue sofocada mediante una serie de campañas sangrientas, y la llegaba masiva de españoles contribuyó a la propagación de una serie de epidemias, para los que los indios carecían de defensas, como la viruela, que redujeron la población de la Hispaniola de forma alarmante, de manera que cuando Colón llegó en 1492, se cree que era habitada por casi 500.000 personas y en 1507, los nativos habían sido reducidos a tan sólo 60.000 habitantes.

Ovando fundó varias ciudades, desarrolló la industria minera, así como la agricultura mediante la  introducción del cultivo de la caña de azúcar, con plantas traídas desde las Islas Canarias.

Asimismo, introdujo “la encomienda”, es decir, el repartir indios en régimen de “asignaciones”, que era una institución mediante la cual un grupo de individuos debía retribuir a otro en trabajo, para disfrutar de una prestación, es decir, existía una relación de dependencia por la que el más fuerte daba protección al más débil a cambio de comprometerse a guardar fidelidad y entregarle por ello, determinados servicios..

El resultado inmediato del repartimiento de indios, no fue su cristianización, que era el objetivo pretendido, como luego denunció fray Bartolomé de las Casas, sino su progresivo exterminio, pues los indios morían masivamente no sólo por el agotamiento en el trabajo, sino por las nuevas enfermedades que les transmitían los españoles, hasta el punto, que la disminución de la población nativa condujo a que el valor de la misma aumentase y a que, con el pretexto de la falta de brazos para la agricultura, se importasen esclavos

Así pues, como estaba prohibida la esclavitud de los indios, Nicolás de Ovando importó por primera vez esclavos africanos en La Hispaniola y a partir de 1502, fueron solicitados por los miembros de la élite española para trabajar como sirvientes en sus casas particulares, aunque en realidad la mayoría de ellos fueron enviados para trabajar en los campos de caña de azúcar.

Ovando volvió a España en 1509, sucediéndole en el gobierno Diego Colón y  murió el 29 de mayo de 1511 en Sevilla, siendo enterrado en  la localidad de Alcántara, en Extremadura.


No hay comentarios:

Publicar un comentario