Tal día como hoy 2 de noviembre de 1936 Benito Mussolini proclama el Eje Roma-Berlín.
El término “Eje” se refiere a la alianza militar entre Alemania, Japón e Italia durante la segunda guerra mundial y jamás este término fue tan mal empleado, pues tal alianza en la práctica nunca existió.
Cuando se formalizó el acuerdo, nadie dudaba del ejército de Mussolini ni de su imperio ni se pensaba que su debilidad fuese tan crítica y patética como demostraron los hechos.
Japón, aunque era efectivamente una gran potencia nunca coordinó sus fuerzas con sus otros aliados del pacto.
El “Eje” y “El Pacto de Acero” se demostraron una farsa y quedó claro que tanto Italia como Japón no tenían intenciones de comprometerse con la guerra de Hitler.
Solo cuando Francia se desmoronaba ante el ejército alemán, Mussolini, se apresuró a declarar la guerra a un país ya derrotado, que se transformó en una pesadilla ante la heroica resistencia que ofrecieron los franceses, mientras los italianos sufrieron enormes pérdidas dejando al desnudo su absoluta falta de preparación.
Para justificarse Mussolini sin consultar con Hitler en octubre de 1940 atacó Grecia, pero los griegos detuvieron a los invasores obligándoles a una lastimosa retirada y de no ser por los alemanes tal vez hubiesen invadido Italia.
Los desastres italianos en África fueron aún peores, ya que se rendían casi sin combatir y de no acudir Rommel en su ayuda, la guerra hubiese durado muy poco.
En cuanto a Japón, cuando los alemanes estaban a las puertas de Moscú, los japoneses decidieron embarcarse en una guerra con los Estados Unidos en lugar de atacar a la URRS, como hubiese sido lo lógico en un aliado.
Y aunque la guerra del Pacífico no puede compararse con la patética guerra de Mussolini en los Balcanes, su efecto final fue igualmente negativo para la suerte militar del Eje.
En resumen, los japoneses desconfiaban de los alemanes y a la inversa e Italia desconfiaba y temía a los alemanes. Fueron cualquier cosa menos un “Eje” y la antítesis de lo que debería ser una alianza militar.
El mal llamado “Eje Roma-Berlín-Tokio” fue una alianza absurda, que sus pueblos pagaron con la destrucción. Alemania acabó arrasada, Japón padeció bombas atómicas en su territorio e Italia – tras cambiar de bando - se transformó en una república eternamente en crisis.
Los italianos eran los más listos. El fascismo los quería meter en una guerra imperialista y al primer tiro se rendían en masa.
ResponderEliminarxD
ResponderEliminar