domingo, 13 de noviembre de 2016

Pedro de Alvarado, el conquistador de Guatemala.

Tal día como hoy 13 de noviembre de 1523 Pedro de Alvarado sale de México con 450 españoles y muchos indios auxiliares, para emprender la conquista de Guatemala.

Las fuentes de la conquista española de Guatemala son las cartas de Pedro de Alvarado a Hernán Cortés en 1524, describiendo la primera campaña; relatos de los aliados tlaxcaltecas que acompañaron a los españoles, entre los que hay una carta al rey español quejándose del maltrato recibido, así como “Anales de los cakchiqueles” donde se describe su historia hasta la conquista española en 1619 y una carta al rey español, que describe la explotación de los pueblos sometidos.

Por último, Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán, historiador guatemalteco de origen español, en “La Recordación Florida” de 1690, considerada una de las obras más importantes de la historia de Guatemala y  primer libro escrito por un autor criollo.

Esencialmente, la conquista corrió a cargo de Pedro de Alvarado, capitán distinguido por su valor y capacidad de mando, al que Cortés decidió enviar a estas tierras, saliendo de Tenochtitlán, al frente de la expedición conquistadora.

Guatemala estaba habitada por muchos grupos indígenas divididos entre si, por lo que la conquista fue una sucesión ininterrumpida de victorias españolas, debido al uso de sus caballos y armas de fuego, pese a que los indígenas eran valientes y expertos en lucha cuerpo a cuerpo.

Tras la primera victoria, los conquistadores continuaron su avance hacia Xelajú - hoy Quetzaltenango - encontrando en el camino al príncipe Azumanché, “muriendo tantos guerreros indigenas, que las aguas del Río Olintepeque se tiñeron de sangre” y desde entonces le llamaron Xequijel -"río de sangre", perdiendo la vida el príncipe en la lucha.

El ejército quiché se enfrentó otra vez a los invasores siendo vencido de nuevo, y los demás reyes, pretendieron engañar a los españoles, instándoles a trasladarse a su capital Utatlán,- hoy en ruinas - con la intención de quemarlos dentro, pero Alvarado desconfió y pese a su insistencia, se negó a entrar, invitándoles a su vez a visitar su campamento, donde los tomó prisioneros, los acusó de traición e hizo que los quemaran vivos el 7 de marzo de 1524.

El resto de reyes, al saber la derrota de los Quichés, recibieron a Alvarado con toda clase de atenciones y le pidieron los ayudara a combatir a sus enemigos los tzutujiles, lo que este aceptó y al frente de su ejército, atacó su ciudad y pese su resistencia los derrotó.

En Acajutla - hoy perteneciente El Salvador - Alvarado resultó herido de una pierna quedando cojo de por vida y finalmente llegaron a Cuscatlán, donde fueron al principio bien recibidos, pero los abusos de los españoles, hicieron que los indígenas terminaron por huir hacia las montañas, de donde Alvarado no pudo hacerles bajar.

El 21 de julio de 1524, procedió a fundar una villa - hoy Ciudad de Guatemala - nombre dado al territorio por los cakchiqueles, y poco después se rompió la alianza entre estos y españoles, por el mal trato dispensado por los conquistadores, revelándose en una lucha de las más duras de la conquista, pero tras cinco años de resistencia, finalmente se rindieron y según los "Anales de los Cakchiqueles" el rey Belejep-Qat - último resistente - pasó sus últimos días lavando oro en los ríos para los españoles.

Alvarado hubo de volver a México, para combatir una sublevación y durante el viaje, en una cuesta de terreno, el jinete que le precedida rodó con su caballo, cayendo sobre él y resultando gravemente herido, muriendo entre terribles sufrimientos el 4 de julio de 1541.

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