Tal día como hoy 24 de noviembre de 1682, el papa Inocencio XI declara apócrifos y falsos los “Libros plúmbeos” de Granada.
Los Plomos del Sacromonte o Libros plúmbeos son una de las más famosas falsificaciones históricas y su nombre de debe a que eran 22 planchas circulares de plomo de unos diez centimetros, grabadas con dibujos indescifrables con textos en latín y extraños caracteres árabes, que se dieron en llamar salomónicos.
Fueron interpretados como el quinto evangelio, que habría sido revelado por la Virgen en árabe para ser divulgado en España y supuestamente fueron desenterrados junto con restos humanos en ese arrabal del Sacromonte de Granada entre 1595 y 1599.
En el centro de la ciudad en 1588, se encontraron huesos dentro de una caja metálica que contenía además un pergamino y una imagen de la Virgen, que hablaban del mártir San Cecilio, un árabe cristiano que habría acompañado a Santiago.
En 1595 aparecieron en la colina de Valparaíso - hoy Sacromonte - una serie de láminas de plomo que contenían diecinueve tratados religiosos en árabe con una caligrafía insólita, conocidos como Libros Plúmbeos.
Fueron muchos los encargados de traducirlos, entre ellos Alonso del Castillo, que atestiguó su antigüedad lingüística y caligráfica, si bien fue una falsificación de los moriscos para salvar parte de su herencia cultural en el reino cristiano.
Se trata de un “cristianismo islamizado” y parece por la crítica histórica, que el fraude pudo ser obra de moriscos de alta posición social, que intentaban conciliar el cristianismo con el islamismo, en el periodo posterior de persecución tras la rebelión de las Alpujarras en 1571.
Ya en su época, fueron considerados falsificaciones, pero hasta 1682 no fueron declarados falsos y heréticos por el papa Inocencio XI, aunque se mantuvo la validez de las reliquias que aparecieron junto a los libros que fueron llevados a Roma, donde permanecieron hasta el año 2000, en que se devolvieron a Granada.
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