En mi adolescencia, cuando más que leer, devoraba cuanto tenía a mi alcance, cayó en mis manos un libro de frases célebres, cuya lectura obró en mi ánimo el mismo efecto, que poco más tarde harían – en cuanto a la sensibilidad emocional se refiere – las Rimas de Bécquer.
Aquello de que “Más valía honra sin barcos, que barcos sin honra”, que tras el desastre naval de Filipinas, dicen que pronunció el derrotado almirante español Casto Méndez Núñez, o la que se atribuye al chambelán de la retrograda reina Victoria de Inglaterra, que con motivo de una borrasca en el Canal de la Mancha, informó a su graciosa Majestad: “El ferry de Dover no ha podido salir, Europa está incomunicada ...”, y que despertaban en mi juvenil ánimo admiración, hoy me hacen reír.
Porque sé, que el que tiene los barcos tiene la honra, y mientras más barcos, y más grandes los cañones de esos barcos, más honra se tiene, y – en el caso británico – porque la petulancia y la estupidez humana, no ha tenido ni tendrán, jamás límites.
Ahora, las grandes máximas, no son de reyes o generales. Las frases actuales - en realidad auténticas perlas dialécticas - son de personajes que medran en las revistas del corazón, aunque bien debieran llamarse de la bragueta, pues es con ella con las que casi todas sus noticias están relacionadas. Y, o yo he perdido absolutamente mi sensibilidad, o los nuevos héroes son lelos en su gran mayoría. Para aclarar esta duda, quiero - amigo lector - hacerte a ti árbitro de lo que digo, mostrándote algunas de ellas.
La cantante Jennifer López, al ser detenida por un asuntillo ilegal, explicó a los periodistas. “Yo no cometí ningún delito, lo que hice fue no cumplir con la ley...” - argumento absolutamente irrefutable, por cierto.
O la del actor Arnold Schwarzenegger, el rey del clembuterol; "Creo que el matrimonio homosexual es algo que debería darse entre un hombre y una mujer." ¡Ole, ole y olé...!
O la actriz Sofía Mazagatos - alias sus intelectualidades - que en una tertulia literaria – en la que debió, sin duda, colarse - se declaró entusiasta de Mario Vargas Llosa. “Le he seguido siempre durante su carrera, aunque aún no he tenido la ocasión de leer ningún libro suyo”... debió haberlo seguido en taxi, seguramente.
También es de oreja y vuelta, la afirmación de la también actriz Brooke Shields, para una campaña anti tabaco, tan en boga hoy día: “Fumar mata. Y si te mueres has perdido una parte muy importante de tu vida”... ni Séneca lo habría explicado mejor.
O el “Nobel” George W. Bush y en sus ratos libres Presidente de los EEUU: “Un número bajo de votantes es indicativo de que menos personas están yendo a votar”. Y se quedó tan fresco...
Y no olvidemos la claridad mental de Pamela Anderson Lee - de profesión sus pechos. -“No es la contaminación la que esta dañando el ambiente. Son las impurezas en nuestro aire y nuestras aguas, las que lo están haciendo “...esto es tener auténtica visión de las cosas y seguro que la contrata Donald Trump.
O Miss Alabama, que a la pregunta de que haría si ella pudiese vivir para siempre, respondió: “No debiéramos vivir para siempre, porque si se supusiera que debiéramos vivir para siempre, entonces viviríamos para siempre, pero no podemos vivir para siempre, que es por lo cual yo no viviría para siempre…” ... yo no se tú - amigo lector - pero yo, en el tercer “para siempre”, me perdí.
Pero a mí, la que más me cautiva, es la declaración de la famosísima modelo Claudia Schiffer, en su trifulca con la también modelo Noemí Campbell: “Esa rastrera sinverguenza, merece ser pateada por un asno... ¡Y yo soy la persona indicada para hacerlo...!... por fin, alguien se define acertadamente.
Definitivamente, los héroes han cambiado mucho.... y sus frases más, aunque me siguen produciendo, la misma risa.
J. M. Hidalgo
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