miércoles, 10 de julio de 2019

Antonino Pio, único emperador romano sin biografía

Tal día como hoy 10 de julio del año 138, Antonino Pio, hijo adoptivo de Adriano, es aclamado en Roma como nuevo emperador. Para mejorar la vida de sus ciudadanos, pondrá en marcha un sistema tributario más justo y una política judicial libre de corrupción

Tito Aurelio Fulvo Boyonio Arrio Antonino, fue un emperador romano del siglo II, miembro de la dinastía Antonina, que gobernó el Imperio romano de 138 a 161. Adquirió el sobrenombre “Pío” por el que es conocido tras acceder al trono y obligar al Senado a deificar a su predecesor Adriano.

Antonino aún era joven cuando murió su padre y su abuelo cuidó de su educación y después de la muerte de su abuelo, heredó sus grandes posesiones, convirtiéndolo en uno de los hombres más ricos de Roma y contrajo matrimonio, entre 110-115 con Annia Galeria Faustina la Mayor, que resultó ser muy feliz.

Faustina fue una hermosa mujer, conocida en Roma por su sabiduría, que pasó toda su vida ayudando a los pobres y desfavorecidos.

Tras desempeñar con un sorprendente éxito los cargos de cuestor y pretor, obtuvo el consulado en 120, siendo posteriormente nombrado por Adriano uno de los cuatro procónsules que administraban Italia, lo que aumentó en gran medida su reputación, gracias a su buena conducta.

Antonino Pío fue favorecido durante su carrera por Adriano, que lo adoptó como su heredero el 25 de febrero de 138 y tras su ascenso al trono, una de sus primeras actuaciones como emperador fue convencer al Senado para que concediera honores divinos a su predecesor Adriano y esto le valieron el cognomen de Pius.

Las otras razones que justificaban este título fueron que, salvó a los hombres que Adriano había condenado a muerte durante su etapa de enfermedad y construyó durante su reinado templos, teatros, mausoleos, promovió las artes y las ciencias y otorgó sueldos y honores a los maestros de retórica y filosofía.

Su reinado transcurrió pacíficamente, a pesar de una serie de disturbios militares en Mauritania, Judea y Britania, aunque ninguno de estos se consideran de importancia. Se cree que la insurrección en Britania llevó al Emperador a erigir el Muro de Antonino en el Fiordo de Forth y el Fiordo de Clyde, a pesar de que fue pronto abandonada.

Fue uno de los pocos emperadores que se enfrentaron a las crisis de su gobierno sin salir de Italia, estilo de gobierno quefue muy elogiado por sus contemporáneos y las generaciones futuras.

Algunos historiadores afirman que  tal vez se desinteresó de los acontecimientos que sucedían en el exterior de Italia, y que de su inactividad se derivaron los problemas a los que se tuvo que enfrentar, no solo Marco Aurelio, sino un gran número de emperadores del S. III.

Antonino Pío mantuvo buenas relaciones con el Senado y su reinado, junto con el de sus predecesores Trajano y Adriano, y su sucesor, Marco Aurelio, se conoce como la “Edad de Oro del Imperio romano”.

Tras desempeñar el reinado más duradero desde el de Augusto, Antonino murió de unas fiebres en Etruria, a unos doce kilómetros de Roma, el 7 de marzo de 161 y su cuerpo fue depositado en el Mausoleo de Adriano, templo que él mismo había dedicado a su esposa Faustina y que, en 141 se volvió a deificar en su nombre y en el de Faustina.

La única obra de la que se tienen datos de Antonino Pío que ha llegado hasta nosotros es la “Historia Augusta”, un relato de escasa fiabilidad, siendo el único emperador romano que carece de biografía y los historiadores por tanto, han debido recurrir a los registros públicos para documentarse sobre lo dicho en sus escritos.

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