Tal día como hoy 26 de julio de 1803, en Gran Bretaña, entra en servicio la primera línea férrea pública del mundo tirada por caballos para transportar mercancías, entre las localidades de Wandsworth y Croydon. Los usuarios deberían aportar sus caballos y vehículos y la primera línea pública de pasajeros se inaugurará en 1806 en el sur de Gales y será, asimismo, de tracción animal.
El inventor que cambió el sistema, fue George Stephenson, hijo de un mecánico, que manejaba una bomba de vapor para achicar agua en una mina y se familiarizó desde muy joven con estas máquinas. Su curiosidad le llevó a estudiar en una escuela nocturna, mientras se ganaba la vida ejerciendo toda clase de oficios, hasta que en 1804 entró en las minas, en sustitución de su padre que se había quedado ciego.
Establecido como mecánico jefe en la mina de Killingworth, en 1813 se interesó por la máquina de vapor de James Watt, y creó la locomotora Blucher, que fue perfeccionando hasta que en 1821 convenció a los promotores del proyecto del ferrocarril, para que éste fuera tirado por una locomotora de vapor y no por caballos como hasta entonces y así surgió, en 1825, la primera línea ferroviaria moderna.
Bajo la dirección de Stephenson se inauguró el 27 de septiembre de 1825, entre Stockton y Darlington, el primer ferrocarril abierto al público. Su maquina “Locomotion”, se colocó a la cabeza de 38 vagones cargados con carbón y trigo, si bien la mayoría iban provistos de bancos para unas 600 personas que habían acudido al festejo y al día siguiente, dio comienzo la explotación regular, pero siguió siendo remolcado por caballos, durante años.
En 1826 se inicia la construcción de la primera línea férrea del mundo entre dos ciudades: Liverpool y Manchester, que se encarga a George Stephenson, ya que tenía experiencia en diseños de ferrocarriles de minas.
El 6 de octubre de 1829, se realiza un concurso para determinar si las locomotoras son adecuadas para la tracción en la nueva línea y finalmente compitieron tres; la “The Rocket” de George Stephenson, la “Sans Pareil” de Timothy Hackworth y la “Novelty” del sueco John Ericsson.
La ganadora fue la “Rocket” porque sus rivales no consiguieron terminar la prueba por avería y de esta manera la “Rocket” pasa a la historia por ganar las pruebas de Rainhill, siendo la primera locomotora moderna de vapor que introdujo varias innovaciones, que luego fueron empleadas en casi todas las construidas desde entonces.
Stephenson instaló en Newcastle una fábrica de la que salieron las ocho locomotoras que funcionaron en este primer servicio regular de ferrocarril, y fue llamado para construir o asesorar en muchos otros ferrocarriles de los que se iban extendiendo por el mundo.
A partir de entonces Stephenson dirigió la construcción de importantes ferrocarriles en Inglaterra o construyó máquinas para los mismos y para líneas en Bélgica, Holanda, Francia, Alemania, Italia y España. Falleció de pleuresía en Chesterfield el 12 de agosto de 1848 a la edad de 67 años.
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