Francisco de Miranda fue precursor del movimiento de emancipación de Hispanoamérica, hijo de un comerciante canario que había hecho fortuna en Venezuela, estudió en la Universidad de Caracas y se alistó en el ejército español en 1771.
Combatió en el norte de África y contra Gran Bretaña durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, en 1781, lo que le valió el ascenso a teniente coronel. Destinado en Cuba, diversas intrigas y acusaciones calumniosas lo determinaron a abandonar la isla en 1783.
Seguidor de los enciclopedistas y los filósofos ilustrados, Miranda vio en la emancipación estadounidense el ejemplo para la América hispana, y animado por este ideal, se lanzó a luchar contra la dominación española y recorrió Europa y Estados Unidos defendiendo la causa de la independencia, a imagen de lo que habían hecho las antiguas colonias británicas.
Durante su estancia en Francia, apoyó la Revolución Francesa, que le nombró mariscal de campo, y al mando del Ejército del Norte tomó las ciudades de Amberes y Roermond, pero el general francés Dumouriez lo responsabilizó de las derrotas de Maestricht y Nearwinden, aunque fue absuelto de todos los cargos.
Con la llegada al poder de los jacobinos y el inicio del Terror -1793-, fue víctima de las persecuciones del Comité de Salvación Pública, siendo encarcelado de nuevo, pero absuelto tras la caída de Robespierre.
En 1806 regresó a Venezuela, habiendo conseguido promesas de ayuda por parte de la zarina Catalina II de Rusia, del presidente norteamericano Thomas Jefferson y, sobre todo, de William Pitt "el Joven", primer ministro de Gran Bretaña, de cuyos intereses se convirtió en agente.
Miranda pretendía formar un único Estado independiente desde el Mississippi hasta la Tierra del Fuego, para el cual había ideado un nombre “Colombia” e incluso diseñado una bandera. Pero su primer intento de desembarcar en Ocumare fue rechazado por el capitán general de Venezuela, y un segundo desembarco en Coro no despertó la adhesión que esperaba por parte de los criollos, por lo que regresó a Europa en busca de refuerzos
La invasión de España por las tropas de Napoleón en 1808 creó en las colonias americanas una situación de desconcierto y vacío de poder, que los independentistas aprovecharon para lanzar su levantamiento con más garantías de éxito.
Un Congreso proclamó la independencia de Venezuela, adoptando una Constitución inspirada en la de los Estados Unidos. pero Miranda no fue tomado en cuenta por las nuevas autoridades ejecutivas, y se recurrió a él únicamente para hacer frente al ejército realista que se estaba preparando en Puerto Rico, y la flamante República puso a Miranda al frente de las fuerzas rebeldes, con plenos poderes para detener el contraataque español.
Sin medios para organizar un ejército eficaz, Miranda tomó la decisión de rendirse tras la caída de Puerto Cabello, pero aunque contaba con el respaldo de muchos patriotas, la firma de la capitulación en julio de 1812, fue entendida como un acto de traición, por parte del mismo Bolívar.
Desacreditado por sus errores políticos y militares, y enfrentado tanto a los republicanos radicales como a los conservadores, fue arrestado por Bolívar y entregado a los realistas, que le enviaron preso a España, muriendo en prisión, a los 66 años de edad, el 14 de julio de 1816.
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