El tesoro del pirata Olivier Levasseur

Tal día como hoy 7 de julio, del año 1730, moría Olivier Levasseur, uno de los piratas franceses más famosos de la historia, que era conocido como “El cernícalo” debido a la rapidez, crueldad y fiereza con la que disparaba sobre sus enemigos.

Olivier Levasseur, había nacido en Calais – Francia -  en 1690 y ajusticiado en la isla de la Reunión, el 7 de julio de 1730, también llamado "La Buse", fue un pirata francés que operaba en el océano Índico, apodado “El cernícalo”..

Su nombre aparece por primera vez en 1716, cuando se incorporó a la piratería con Benjamin Hornigold. Tenía una cicatriz en un ojo, lo cual limitaba su visión y decidió usar un parche que le tapara el ojo, siendo la imagen típica de un pirata y después de un año de éxito con saqueos, Levasseur se separó de Hornigold,  con la decisión de probar suerte en solitarion la costa del África occidental.

Su mayor éxito fue el asalto y apoderamiento del del barco portugués “La Virgen del Cabo”, un navío de 800 toneladas y 72 cañones que estaba lleno de oro y joyas, que realizó junto con el pirata inglés John Taylor.

Tras varias peripecias, finalmente, fue capturado y ahorcado por piratería en la isla de Bourbon  -hoy Reunión - el 7 de julio de 1730).

La figura de este delincuente del mar, está rodeada de la leyenda hasta muestros dias, ya que esta dice que cuando él estaba en el cadalso que le llevó a la muerte, con la cuerda al cuello, extrajo de entre sus ropas un trozo dew papel manuscrito que arrojó a la lanzó a la multitud, que resultó ser un  un criptograma, mientras que exclamaba a grades voces:

    ¡Que encuentre mi tesoro, el que pueda entenderlo!

Hasta el día de hoy, muchos cazadores de tesoros han buscado su fabuloso tesoro, estimado en un valor de 100 millones de las actuales libras del Reino Unido. En dicho documento hay escritas algunas coordenadas y texto en un alfabeto misterioso y desconocido, en el que se creyó ver la afirmación de la existencia de un tesoro en una isla localizada en el océano Índico, pese a que el nombre de esa isla no se menciona en ninguna parte

A principios del siglo XX, el escritor y conservador de la Biblioteca Nacional de Francia, Charles de la Roncière, dijo en una entrevista para el Milwaukee Journal, que había colaborado en el estudio de un criptograma que pertenecía a una mujer joven, cuyo nombre hoy se conoce como la Sra. Savy, originaria de las islas Seychelles, que solicitó un libro llamado “Las clavículas de Salomón”.

Aunque su descifrado no fue concluyente, se lanzó a una búsqueda del tesoro, existiendo varias hipótesis sobre la ubicación del mismo, ya que hay quien cree que se encuentra en la isla de La Réunion, en las Seychelles, Rodrigues, Madagascar, Mayotte, la isla de Sainte-Marie, etc.

Todas estas islas han sido inspeccionadas, con resultado negativo y en 1947, el inglés Reginald Cruise-Wilkins estudió el problema y hasta 1970, buscó y cavó en la isla de Mahe  -Seychelles – en donde, dentro de una cueva, encontró armas antiguas, algunas monedas, y otros restos, pero no el fabuloso tesoro que, tal vez no exista, o siga en paradero desconocido, esperando su descubridor.