Tal día como hoy 16 de octubre de 1978 el cardenal polaco Karol Wojtyła fue elegido papa por los cardenales de Ciudad del Vaticano, tomando el nombre de Juan Pablo II.
Su legado como el 263ª sucesor de San Pedro es uno de los más influyentes de los últimos siglos, dado que conectó la institución católica con la modernidad, predicando un humanismo cristiano sin precedentes y en contra de los movimientos totalitarios.
Karol Wojtyla vivió el totalitarismo en sus carnes desde su juventud. Durante la Segunda Guerra Mundial aplicó una resistencia pacífica a través del teatro. Fue entonces, también, cuando comenzó a interesarse por el sacerdocio y se convirtió en una importante figura local en la defensa de la cultura y tradición polacas, que habían sido gravemente agredidas por los nazis.
Además, desde muy joven fue un destacado estudiante y vivió dedicado a la vida académica. A lo largo de su vida, escribió varios ensayos filosóficos e, incluso, obras de teatro. Fue su innovador enfoque de la Iglesia como institución renovadora de los valores de occidente, además de su excelencia académica, lo que llamó la atención del Concilio Vaticano para comenzar a realizar importantes contribuciones e ir escalando en importancia.
A lo largo de su largo papado, entre 1978 y 2005, luchó fuertemente contra los movimientos totalitarios del siglo XX; hizo el papel de destacado diplomático, impulsando las democracias latinoamericanas; se esforzó por reconciliar ‘las dos Europas cristianas’; fue un fuerte opositor a la URSS; y desarrolló una filosofía teológica cercana y aterrizada a los problemas de los feligreses: reflexionó sobre el matrimonio, la eutanasia, la sexualidad, el aborto, los métodos de reproducción asistida... conectando la Iglesia católica con la modernidad y sirviendo de guía espiritual para miles de creyentes.
Tanto es así que, poco después de ser nombrado máxima figura de la Santa Sede, el papa Juan Pablo II ya se había convertido en un auténtico fenómeno de masas. Se dice que Karol Wojtyla es el hombre que más ha sido visto en persona por otros seres humanos en toda la historia: sus viajes y conferencias eran frecuentes, y los fieles se agolpaban a millares ante sus manifestaciones.
Pero su popularidad no siempre fue bien acogida. Su fuerte oposición a los regímenes políticos totalitarios le hicieron ser víctima de dos atentados fallidos, contra su vida . El primero el 13 de mayo de 1981 en la plaza de San Pedro, probablemente relacionado con su afinidad con el sindicato Solidaridad, que la URSS pretendía aplastar. El segundo, en 1997, cuando se decidió a viajar a Sarajevo para servir de ayuda durante la crisis de Yugoslavia.
Deteriorado por la edad y por una forma
de enfermedad de Parkinson, Karol Wojtyla murió el 2 de abril de
2005 en su habitación privada del Vaticano. Pasó a la historia como
una de las personas más influyente de la historia reciente. 
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