martes, 26 de octubre de 2021

El rey Carlos I de España coronado emperador

 

Tal día como hoy 26 de octubre de 1520, una serie de alianzas dinásticas y fallecimientos prematuros convirtió a un joven de veinte años en el monarca más poderoso de Europa,Carlos I de España y V de Alemania.

El 26 de octubre de 1520,  Carlos I de España se convertía en el emperador más poderoso de Europa, bajo cuyo reinado se decía que no se ponía el Sol. Rebautizado como Carlos V de Alemania, heredó el Sacro Imperio Romano Germánico a la muerte de su abuelo paterno, el emperador Maximiliano I de Habsburgo.

Tras la muerte del emperador Maximiliano I de Habsburgo, Carlos I de España fue coronado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. El primer emperador fue Carlomagno con su coronación el 25 de diciembre de 800, y el último emperador fue Francisco II, que abdicó y disolvió el imperio el 6 de agosto de 1806 debido a las presiones del emperador de Francia Napoleón I.

En 1516, con la muerte de su abuelo Fernando el Católico, se había convertido en Carlos I de España, pese a la oposición de los partidarios de su hermano, el príncipe Fernando, educado en España.

Si bien Castilla dio su consentimiento al nombramiento de Carlos como rey de España, Aragón puso como condición que el nuevo rey jurara su Constitución en Zaragoza, lo que significaba que el monarca debía trasladarse de Flandes a España.

Su viaje se retrasó de forma injustificada durante varios meses, y en este interregno había ejercido la más alta magistratura en España el cardenal Francisco Jiménez de Cisneros.

El rey y emperador Carlos asumió la antigua idea de instaurar un Imperio universal, entendido como entidad política que, fundada sobre los valores de una misma religión, el cristianismo, habría de asegurar tanto la paz y la prosperidad de las naciones cristianas como su defensa frente a agresiones exteriores, como las del pujante Imperio otomano.

El emperador Carlos tuvo la ambición de resucitar un imperio, un Sacro Imperio Romano basado en los valores de la religión católica, la paz, y la fraternidad entre los pueblos, además de asegurar sus territorios ante amenazas externas, como el Imperio Otomano.

Sin saberlo, creó el primer imperio colonial moderno. A pesar de todo, los enfrentamientos dentro del imperio fueron comunes - destacándose por ejemplo el levantamiento de la Liga de Smalkalda de 1531- y el emperador aplastó a cualquier oposición a sangre y fuego y demostró un fuerte desprecio hacia los gobiernos locales a los que cobraba altos impuestos con los que sufragar sus campañas europeas.

Carlos logró hacer frente a la amenaza de los turcos, que bajo el liderazgo de Solimán el Magnífico habían llegado a sitiar Viena en 1529.

La reforma protestante promovida por Martín Lutero acabó por provocar una escisión en la religiosidad europea y, ante esta derrota espiritual, la ambición de Carlos V de resucitar un Sacro Imperio Romano fundado en la unidad religiosa había fracasado. Había creado, en cambio, el primer imperio colonial moderno, el imperio en que nunca se ponía el sol.

Carlos I decidió abdicar en su hijo Felipe en 1555. Tres años después, murió en el monasterio de San Jerónimo de Yuste. 

 

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