Tal día como hoy 27 de octubre de 1466 nació el filósofo Erasmo de Rotterdam, clerigo, bautizado así por su ciudad natal, que se convertiría en uno de los pensadores más importantes de la etapa renacentista.
Erasmo entendía que la sexualidad era fruto de la naturaleza y era algo sano, y no fuente de pecado aspectos más revolucionarios de su pensamiento fue la su libertad de pensamiento, y su manera de entender. Algunas expresiones que han perdurado a lo largo de los siglos, como "tener un pie en la tumba", "tener ojos en la nuca", “caérsele el corazón a los pies" o “más vale prevenir que curar", se le atribuyen a su figura.
Cursó estudios en París en1495 y, tras dos breves estancias en los Países Bajos, decidió llevar vida independiente. En tres ocasiones visitó Inglaterra, donde trabó amistad con Tomás Moro, en cuya casa escribió su desenfadado e irónico "Elogio de la locura" en 1511, antes de enseñar teología y griego en Cambridge.
En París inició, un éxito editorial que prosiguió en 1506 con sus traducciones latinas de Eurípides y que culminó en Basilea en 1529 con sus versiones de Plutarco, sus ediciones de Séneca y de San Jerónimo y su gran edición del Nuevo Testamento. Dicha edición, con texto griego y su traducción latina - muy distinta de la Vulgata de San Jerónimo - le dio renombre europeo.
En sus viajes, Erasmo de Rotterdam visitó también Padua, Siena, Roma y diversas ciudades de Alemania , en cuyos círculos humanísticos fue acogido de forma triunfal. El papa León X le dispensó de tener que vestir el hábito para que viviese en el mundo y fue nombrado consejero del emperador Carlos V, a quien dedicó "La Institución del príncipe cristiano" en 1516.
Aunque inicialmente no le prestó gran atención, el crecimiento del problema luterano le hizo cada vez más difícil su insistente pretensión de neutralidad, pero en 1524 lanzó su "Disquisición sobre el libre albedrío", con una violenta respuesta de Lutero y, pese a su neutralidad en la pugna de Enrique VIII de Inglaterra con el papa Clemente VII, su "Ciceroniano" refleja ya el desengaño de quien ve sus ideales contrariados por los hechos.
Implantada la Reforma en Basilea en1529, Erasmo dejó la ciudad por la misma razón que había dejado Lovaina y se retiró a Friburgo de Brisgovia. Sobre la buena concordia de la Iglesia de 1534 es una obra en la que no parece poner sus ilusiones, y no hizo comentarios sobre la ejecución en Inglaterra de Juan Fisher y Tomás Moro. El mismo año recomendó al papa Paulo III un tono conciliador en el futuro concilio y, desde Basilea - adonde había vuelto y de donde sus achaques no le dejarían salir- , rechazó el cardenalato; de poco antes de morir es su obra "Sobre la pureza de la Iglesia cristiana".
Para unos hereje - que preparó el terreno a la Reforma -, para otros racionalista solapado u hombre de letras ajeno a la religiosidad y para otros gran moralista y lúcido renovador cristiano, Erasmo de Rotterdam quiso unir humanismo clásico y dimensión espiritual, equilibrio pacificador y fidelidad a la Iglesia; condenó toda guerra, reclamó el conocimiento directo de la Escritura, exaltó al laicado y rehusó la pretensión del clero y de las órdenes religiosas de ostentar el monopolio de la virtud.
Entre sus publicaciones destacó Adagios, en 1500, un éxito editorial de la época. También sus viajes fueron célebres, y entre sus destinos figuran Padua, Siena, Roma y varias ciudades alemanas.
A pesar del contexto de inestabilidad que vivió -las reformas protestantes iniciadas por Lutero - , fue un adelantado a su época en cuanto a pensamiento.
Erasno murió en Basilea en la noche
del 11 al 12 de julio de 1536. Gozaba de bastante respeto entre las
comunidades protestantes y por eso, pese a ser un sacerdote católico,
fue enterrado en la catedral de Basilea. Parte de su legado se expone
en el Museo de Historia de Basilea.
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