Tal día como hoy, 10 de agosto del año 843, se firma el Tratado de Verdún, que dividió al poderoso imperio Carolingio de Carlomagno, entre sus tres nietos y finalizó la Guerra Civil Carolingia.
El Tratado de Verdún fue un acuerdo firmado en el año 843 . por los descendientes del emperador Carlomagno, tras la muerte de su hijo Luis, "el Piadoso". El objetivo de este, consistía en terminar con las luchas sucesorias, entre los nietos de Carlomagno, Lotario, Luis y Carlos, por la Corona del Imperio carolingio.
Así, en el tratado se acordó la división del territorio del imperio, entre los nietos de Carlomagno y de este modo, se concretó su disolución.
Los términos del tratado establecieron que Lotario,sería reconocido como emperador y recibiría los territorios del medio del Imperio, correspondientes a Italia y los valles de los ríos Ródano, Saona, Mosa y Rin. A Luis le correspondería Germania, la región al este del imperio; y, a Carlos, la región al oeste del imperio, que correspondía aproximadamente a la actual Francia.
De esta manera, el tratado establecía 3 reinos, uno para cada hermano, bajo la figura de un imperio cuya cabeza era Lotario.
Al morir Carlomagno, en 814, el Imperio carolingio pasó a manos de su hijo Luis I, "el Piadoso",conocido como Ludovico Pío.
Su reinado fue más débil que el de su padre y no pudo hacer frente, a las presiones de la Iglesia y la aristocracia, para obtener espacios de poder. Esa situación, sumada a las disputas de sus hijos sobre el territorio del imperio, provocaron que este comenzara a disgregarse, ya en vida del emperador.
A la muerte de Luis I, en el 840, la guerra entre sus hijos, Lotario, Luis y Carlos, se profundizó. En un intento de superación del conflicto, el 14 de febrero de 842 estos se reunieron en Estrasburgo, para jurarse fidelidad y establecer condiciones para realizar un acuerdo satisfactorio entre los tres. El tratado definitivo se firmó en Verdún, el 10 de agosto de 843.
El tratado profundizó la desestructuración, del Imperio carolingio y finalmente condujo a su desaparición. Los reyes carolingios, perdieron progresivamente su autoridad.
Los nobles comenzaron a acrecentar su poder. Con la llegada de sucesivas invasiones de normandos, magiares y sarracenos, junto con la necesidad de organizar fuerzas para enfrentarlas, estos llegaron a tener en la práctica la autonomía del monarca. Se fortaleció la figura del papado, como cabeza simbólica de una Europa unificada, bajo el cristianismo.
La división del Imperio carolingio entre los herederos de Luis I, a partir del Tratado de Verdún, marcó la estructuración de una buena parte del territorio europeo, hasta nuestros días, ya que los territorios adjudicados a Carlos y a Luis fueron las bases de Francia y Alemania, respectivamente.
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