El Sirio era un transatlántico ique naufragó frente a las costas del cabo de Palos, en el año 1906, dando lugar a una gran cantidad de víctimas mortales. El vapor fue construido en Glasgow -Reino Unido-, y fue botado el 26 de marzo de 1883. Salió del puerto de Glasgow el 19 de junio de 1883 para llegar a Génova el 27 de junio y realizar el primero de sus 135 viajes trasatlánticos, el 15 de julio del mismo año.
El Sirio cubría la ruta Génova-Buenos Aires, con escala en Barcelona, Cádiz, Canarias, Cabo Verde, Río de Janeiro, Santos y Montevideo. En sus viajes, transportó a gran cantidad de emigrantes europeos, hacia América.
El 4 de agosto de 1906, el Sirio navegaba frente a las costas de La Manga en dirección a América. El capitán, Giuseppe Piccone, descansaba en su camarote durante la sobremesa. En su lugar, un suboficial tomó el mando de la nave.
Era un día soleado y caluroso de verano, con gran visibilidad y el mar en calma. El barco surcaba el mar muy cerca de la costa, a unos 1.500 metros, a pesar de la existencia de bajos marinos, señalados por el Faro de las Hormigas.
Alrededor de las cuatro de la tarde, el Sirio chocó a una velocidad de 15 nudos, contra el Bajo de Fuera de las Islas Hormigas, en Cabo de Palos. El barco quedó levantado de proa y reposado sobre la punta de la roca, que le había rasgado la baja cubierta, con un ángulo de inclinación de 35 grados; el casco y la popa se partieron; y las calderas explosionaron.
El capitán Piccone no reaccionó y el pánico se apoderó de los pasajeros, quienes luchaban desesperadamente por subir a los botes salvavidas del Sirio.
Entre los pasajeros distinguidos del Sirio se encontraban, en el momento de la catástrofe, la cantante Lola Milanés -fallecida-; el obispo de Sao Paulo, José de Camargo - fallecido-; el arzobispo brasileño de Pará, José Marcondes -superviviente-; el tenor de ópera José Maristany -superviviente-; el cónsul de Austria en Río de Janeiro, Leopoldo Politzer -superviviente-; el médico Franco Franza -superviviente-; y el maestro Hermoso -superviviente-, director de la banda musical del Hospicio de Madrid.
El estudiante argentino Martín Hailze relató el drama vivido a bordo del Sirio, al diario 'El Eco' tras el accidente. "Iba en mi camarote de primera clase, escribiendo una carta, cuando una fuerte sacudida me tiró al suelo y un griterío inmenso, me hizo conocer que alguna terrible desgracia había ocurrido. Pronto supe que habíamos chocado contra unas rocas submarinas".
"Dolorido del golpe que al caer había recibido, subí casi a rastras sobre cubierta, y el cuadro aterrador que se presentó a mi vista perdurará en mi memoria durante muchos años. El buque se sumergía de popa rápidamente; los pasajeros corrían como locos, dando gritos de terrible angustia, llorando unos, maldiciendo otros y todos llenos de terror".
"Esto fue causa de que se cometieran escenas de verdadero salvajismo. Peleábanse entre sí, hombres y mujeres, por los salvavidas; a patadas, a puñetazo limpio, con uñas y con dientes. Hasta vi algunos esgrimiendo cuchillos. La popa del buque se hundió en, apenas, cuatro minutos, permaneciendo la proa en la superficie"
No se ha podido establecer con exactitud, el número de personas supervivientes ni fallecidas en el naufragio. Se cree que las estimaciones de alrededor de 580 tripulantes salvados y unos 240 fallecidos se quedan cortas, al no tener en cuenta a los emigrantes ilegales, que transportaba el barco.
Los restos del Sirio descansan repartidos a poca profundidad: la popa se encuentra a unos 40 metros de profundidad, mientras que la proa está a unos 70 metros. Desde la declaración de la reserva marina de Cabo de Palos e Islas Hormigas en 1995, el buceo en la zona está restringido, requiriéndose permiso de la Secretaría General de Pesca para su visita.
El naufragio inspiró la creación de numerosas canciones, como el trovo "El Sirio, correo italiano", de José María Marín," y la canción popular italiana "Il tragico naufragio della nave Sirio", interpretada por Giovanna Marini ..
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