Tal día como hoy 7 de abril de 1941, la Alemania nazi comienza la invasión de Yugoslavia con el bombardeo de Belgrado, iniciado el día anterior.
La llamada “Operación Castigo” fue llevado a cabo por la Luftwaffe sobre la ciudad, los días 6, 7, 11 y 12 de abril de 1941 destruyendo la mayor parte de sus infraestructuras y causando entre 2.000 y 10.000 muertos entre la población civil.
Belgrado había sido declarada ciudad abierta, por lo que carecía de defensa antiaérea, pese a lo cual los ataques se repitieron, alcanzando múltiples objetivos tanto civiles como militares.
Después de los primeros bombardeos, el gobierno alemán trató de justificar públicamente el ataque a una ciudad casi indefensa, denominándolo "operaciones contra la Fortaleza de Belgrado".
Sobre una población de 370.000 personas las cifras de víctimas que dejaron los cuatro días de ataques aéreos son muy variables, debido a la dificultad de su localización y al uso propagandístico que se hizo de las mismas.
Hermann Göering - ministro alemán del aire - justificó durante los “Juicios de Núremberg” el ataque a Yugoslavia y no reconoció que la población se encontrase indefensa, calificando la ciudad como una "fortaleza", debiendo responder con su vida, por los crímenes contra la población civil en el ataque a la capital serbia.
Por una ironía de la historia, los días 16 y 17 de abril de 1944, para debilitar a los alemanes Belgrado fue bombardeada por las fuerzas aéreas anglo-estadounidenses, estimándose las víctimas civiles en unos 1.160 mientras las bajas alemanas únicamente fueron 18 militares.
La ciudad volvería a ser bombardeada nuevamente el 6 y 8 de septiembre de 1944 por bombarderos americanos, causando un número indeterminado de bajas civiles.
Nadie, sin embargo, fue enjuiciado en estas ocasiones, por lo muertos civiles habidos. El doble rasero, con el que se examinaron todos los hechos en la Segunda Guerra Mundial, dependiendo de quien fuese su autor, es, en este caso, palpable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario