En la Casa del Pueblo de Madrid, después del III Congreso del PSOE, algunos vocales de su Ejecutiva, disconformes con la socialdemocracia y partidarios de la Internacional de Lenin, se separaban del PSOE para constituir el Partido Comunista Obrero Español, que había apoyado a los internacionalistas y había acordado en diciembre de 1919, adherirse a la Internacional Comunista de Lenin
Entre sus fundadores estaba Dolores Ibárruri, y la integraban trabajadores jóvenes, estudiantes, obreros, intelectuales y campesinos, siendo su órgano de expresión escrita “El Comunista”, donde publicaron el Manifiesto de fundación, en el que se hacía hincapié en la necesidad de “defender la revolución como única vía para llegar al socialismo”.
En noviembre de 1921, se fusionaron ambos partidos formado el Partido Comunista de España (PCE), que se convirtió en el único referente en territorio Español para los comunistas.
El 13 de septiembre de 1923, el general Miguel Primo de Rivera, dio un golpe de Estado en connivencia con el rey Alfonso XIII y estableció la dictadura, siendo clausurados los locales del PCE y detenidos sus militantes, incluido su secretario general.
Con el PCE ilegal, el partido cae en el sectarismo y en 1928, las fuerzas de seguridad desmantelan toda su dirección y tras la caída de la dictadura en enero de 1930, y la llegada de la “dictablanda”, del general Berenguer, aunque se restablecen algunas libertades y legalizan algunos partidos políticos, el PCE sigue considerado proscrito.
El 23 de agosto de ese año, aparece el primer número semanal del órgano del Partido “Mundo Obrero”, que luego se transformaría en diario y cuando en abril de 1931 se proclamaba la II República, el PCE la considera "un engaño para la clase trabajadora" y proclama: "¡Abajo la república burguesa! ¡Vivan los soviets!"
Desde el inicio de la guerra civil, los comunistas empezaron a crear un Ejército Popular a través del “Quinto Regimiento de Milicias Populares”, que llegó a contar con 70.000 combatientes e influyó durante toda la guerra, para que se nombraran comisarios políticos en las fuerzas armadas de la República.
Tras la victoria de Franco, todos los demócratas y los comunistas en particular, pasaron a ser perseguidos, sometiendo a algunos de ellos a juicios sumarísimos carentes de garantías jurídica para ser juzgado, manteniéndose el partido en la clandestinidad.
El PCE acabó por ser legalizado en 1977 por Adolfo Suárez, como una de las fuerzas necesarias para instaurar la democracia en España y, tras la caída del muro de Berlín, con el inmenso desprestigio que para el comunismo supuso, suprimió sus símbolos característicos.
Desde 1986 forma parte de la coalición Izquierda Unida, siendo uno de los colectivos que impulsaron el proyecto de Refundación de la Izquierda y hoy gobierna en coalición, en alguna Comunidad Autónoma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario