jueves, 5 de marzo de 2020

Iósif Stalin, un dictador sanguinario

Tal día como hoy, 5 de marzo de 1953 murió en Moscú, Iósif Stalin, líder histórico de la URSS desde el fallecimiento de Vladimir Lenin hasta el momento de su propia muerte.

Georgiano e hijo de un zapatero alcohólico, conoció la ideología comunista siendo un estudiante de seminario y fue ganando peso en el partido, llevando a cabo sus misiones con una frialdad y disciplina que le valieron el apodo de “hombre de acero” (Stalin).

Muy cercano a Lenin - aunque no a Trotsky, al que finalmente mandó asesinar - ocupó cargos de relevancia en el Partido Comunista de la Unión Soviética y el periódico Pravda y jugó un importante papel durante la Revolución de Octubre, la instauración del gobierno bolchevique y la guerra civil.

La enfermedad y muerte de Lenin concedieron a Stalin la ocasión perfecta para colocarse como líder supremo de la jerarquía soviética y quitar de en medio, a todo aquel que le resultara un estorbo. Desde los años 30 tuvo lugar la conocida como “Gran Purga”, que ocasionó más de seis millones de asesinatos.

Una vez asentado en el poder, Stalin llevó a cabo un duro proceso de industrialización y crecimiento económico basado en planes quinquenales que llevaron a la población a una situación de miseria límite, pero convirtió a la URSS en una superpotencia al nivel de los Estados Unidos.

Su política exterior se basó en el expansionismo radical y en aumentar su zona de influencia, llegando incluso a pactar con la Alemania de Hitler para repartirse Polonia. Durante la Segunda Guerra Mundial, Stalin utilizó su superioridad poblacional para sobreponerse a las fuerzas del Eje y las tropas soviéticas tomaron Berlín en 1945.

Esta victoria le permitió engrosar sus territorios y le llevó a un enfrentamiento indirecto con Estados Unidos, durante la llamada Guerra Fría.

Desde finales de los años 40, la salud de Stalin empezó a verse afectada y el líder de la URSS buscó cubrirse frente a posibles o inventadas conjuras, llevando a nuevas purgas, que igualaban a las de su etapa más oscura.

Según la versión oficial, Stalin sufrió un accidente cardiovascular el día 1 de marzo y un paro cardiaco el día 5, pero el propio Nikita Jrushchov - su sucesor en el cargo- afirmó que Stalin fue asesinado por el entonces líder del servicio de inteligencia soviético, Lavrenti Beria.

Tras su muerte, la URSS vivió una apertura considerable y el nuevo gobierno quiso marcar distancias con el periodo estalinista. Nikita Jrushchov dio comienzo al llamado proceso de desestalinización durante el XX Congreso del PCUS en 1956.
         

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